“Esta situación puede ser un punto de inflexión para ser conscientes de cuáles son los puntos débiles del sistema sanitario”
Angela Jiménez García
Enfermera. Distrito de Atención Primaria Granada (Gran Capitán). Granada
Nunca olvidaré aquel 12 de marzo.
Hacía varias semanas que el temor y el miedo se instauraba en el sector sanitario; tan solo unos pocos incrédulos le restaban importancia a la situación. Una nueva noción de atención al paciente invadía nuestra practica asistencial, no puedo olvidar las palabras de nuestras coordinadora: “siempre usad protección”.
Aquel 12 de marzo recibí la llamada de mi coordinadora con el fin de dar respuesta a una situación desbordante, ya que cada hora era mayor el numero de personas con sospecha de COVID que permanecían en sus casas para realizarles la tan ansiada y temida PCR. Aquí es donde comenzó el inicio de nuestra andadura. Inauguré el equipo de Tomas de Muestras de Granada, cambiamos la UVI-Móvil por una ambulancia dotada con gran cantidad de equipos de protección individual, neveras e hisopos. En los días consecutivos se sumaron otros dos compañeros. Conseguíamos hacer un máximo de 60 muestras al día en domicilio, pero el teléfono de epidemiología y centro coordinador de urgencias estaba desbordado con posibles sospechas; por cada muestra que tomábamos, aparecían 10.
Esta situación no hizo más que agudizar nuestro ingenio, y de ahí nació el centro de toma de muestras el cual daba respuesta a sanitarios y personal esencial, ya se había declarado el estado de alarma y trasmisión comunitaria a nivel epidemiológico. Un centro diáfano, que contaba con medidas de higiene y seguridad extremas desde que se cruzaba el umbral de entrada, pero solo conseguíamos hacer 500 muestras al día en turno de mañana y tarde. Cada vez era mayor el numero de profesionales sanitarios y esenciales con síntomas o contactos estrechos.
La situación va mas allá, y el virus ataca a los más vulnerables disparando el numero de casos en las residencias de mayores. Había que cribar a sintomáticos, contactos estrechos, en definitiva a todos en el menor tiempo posible. Por lo que le proponemos a nuestra coordinadora la necesidad de unas instalaciones en el que desde el coche, sin necesidad de que tenga que aparcarlo el paciente y evitar el contacto con gente se le pueda realizar la prueba. Tuvo una magnifica idea, convertimos una ITV en una IT-Covid. Allí, era tal la capacidad, que cuadruplicamos nuestro máximo diario.
Pero un día y después de un mes a un ritmo frenético, la enfermedad me paró. Fue una desagradable sorpresa ya que fue una PCR de control, pues no tenía ninguno de los síntomas descritos. Un ligero dolor en el pecho que confundí con ansiedad y molestias intestinales, pero que no me extrañaba tener, pues la situación era extrema e inusual. Me tocó estar en el otro lado. La pasé en casa con tratamiento farmacológico, y con tratamiento emocional y mental que recibí al arroparme tanto mi familia, compañeros y amigos. Tras 19 días en casa, por fin pude reincorporarme. Volver a ver mi equipo, mi familia COVID durante este año, y con los que he establecido lazos muy estrechos.
Desarrollamos ideas, creamos infografías, material de formación para profesionales sanitarios y legos, utilizamos la realidad virtual para humanizar la técnica de toma de muestra de niños y personas con discapacidad, desarrollamos modelos de utilidad e investigamos. Y llegó el verano y con él, un ligero respiro, pero sin bajar la guardia. Con la normalidad veraniega, la IT –Covid tuvo que volver a retomar sus funciones originarias por lo que no podíamos quedar sin infraestructura que diera respuesta a la población de Granada en un momento de repunte y nació el Auto-Covid Dr. Oloriz, pues teníamos una cierta sospecha de que el numero de casos podía fluctuar. Y así sucedió. En octubre una nueva ola pandémica azotó nuestros hospitales colapsando servicios de urgencias intra y extrahospitalarios, Unidades de Cuidados Intensivos y plantas de Hospitalización.
En diciembre, debido al colapso y presión asistencial de las UVI- Móvil en Granada y con el fin de disminuir la presión asistencial se crea un nuevo equipo denominado EMCA. El Equipo Móvil de Cuidados Avanzados.
A pesar de la dureza del año, de haber pasado miedo al principio, rabia y desconcierto cuando me contagié, incertidumbre y pánico cuando les tocó pasar a los míos, pena y tristeza cuando perdí a allegados en el camino, ha sido una etapa de aprendizaje continuo.
Creo que esta situación puede ser un punto de inflexión para ser conscientes de cuáles son los puntos débiles del sistema sanitario, de la importancia de los equipos multidisciplinares y del trabajo en equipo, que no puede haber fractura entre Atención Primaria y Especializada sino que ambos deben de comunicarse y confluir en la misma dirección: el bienestar del paciente. Y sobre todo, la enfermería debe de confiar en su capacidad y visibilizar su trabajo: CUIDAR.
Cómo citar este documento
Me llega mucho la experiencia de Ángela, tomar la posta de el cuidar al otro pero también cuidarnos, estar en ese lugar de paciente con miedos y necesitado a nuestros seres queridos, muchísimos compañeros la pasaron muy mal con la enfermedad, creamos vínculos más fuerte entre nosotros, llamando al compañero, escriniendonos día a día, se trabaja distinto desde que ocurrió todo, se puede persivir más el compañerismo, hay mucho que hacer en cuanto sistema de salud, realmente se le da la importancia que merece y se puede decir que es muy amplia la cuestión. Seria de suma importancia trabajar más hacer planificaciones cambios radicales pero es necesario unión y personal muy bien capacitado todo va de la mano.