Autor: Raúl Rodríguez García 1ºC (2015/2016)
Introducción
Se trata de una enfermedad infecciosa causada principalmente por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, y que dependiendo del órgano al que afecte, producirá una serie de síntomas de gran variedad. A lo largo de la historia, la tuberculosis ha sido conocida por diversos nombres como pueden ser peste blanca o mal del rey.
La tuberculosis afecta principalmente al pulmón, por lo que la principal vía de infección son las secreciones respiratorias que profieren personas ya infectadas con esta enfermedad. Con tan solo respirar el mismo aire que respira un enfermo de tuberculosis, una persona puede quedar infectada.
Historia
Para saber sobre el inicio de la tuberculosis tenemos que retornar a la época del paleolítico, donde datan evidencias de casos de esta enfermedad en restos neolíticos precolombinos. En la Edad Media se hicieron las primeras pruebas que permitieron saber más sobre esta enfermedad. También en esta época se propagó la creencia de que reyes como el de Inglaterra o Francia podían curar la enfermedad con tan solo tocar a los enfermos, es por ello que se conozca también como “mal del rey”.
Fue en el siglo XVIII cuando la tuberculosis alcanzó su máximo apogeo, concretamente en Europa Occidental. Este crecimiento fue causado entre otros motivos por malas ventilaciones, una mala nutrición, un pobre saneamiento… En este tiempo se dio a conocer la enfermedad también como “peste blanca”.
El punto más importante a destacar en la historia de la tuberculosis tiene lugar en el año 1882, cuando Robert Koch identifica al causante de este mal, un microorganismo al que le puso el nombre de bacilo tuberculoso. El experimento de Koch consistía en una tinción, y a continuación se cultivaba el bacilo para su reproducción tras ser inyectado en animales destinados a la experimentación. Este avance permitió el desarrollo de la investigación, el tratamiento y la cura de esta enfermedad.
El primer sanatorio para el tratamiento la tuberculosis surgió en Silesia (Alemania). Gracias a la implantación de estos sanatorios, se propagaron una serie de antibióticos que fueron fundamentales para la cura de la enfermedad.
Síntomas
En algunos casos la tuberculosis suele ser crónica y los síntomas de esta enfermedad son muy diversos, aunque pueden tardar en aparecer entre meses y años. Algunos de los síntomas son:
– Cansancio muscular.
– Pérdida tanto de apetito como de peso.
– Tos intensa con sangre o esputo.
– Fiebre, diarrea.
– Dolor torácico.
Tratamiento
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tuberculosis es una enfermedad que aunque es muy peligrosa y contagiosa, tiene tratamiento y por lo tanto cura. Una intervención quirúrgica es algo complicado y poco eficaz, por lo que el tratamiento principal se basa en la distribución de medicamentos durante un período aproximado de seis meses. Los medicamentos son exactamente cuatro: isoniazida (INH), rifampicina (RIF), etambutol (EMB) y pirazinamida (PZA). Este tratamiento incluye el seguimiento, el apoyo y la supervisión de personal sanitario experimentado; ya que sin esta ayuda la cura de la enfermedad es inviable, e incluso puede provocar propagación mayor.
Según datos de la OMS, se estima que se han salvado alrededor de 43 millones de vidas a través del tratamiento específico para la enfermedad, en un período estimado entre los años 2000 y 2014.
Curiosidades
– Uno de los descubrimientos acerca de la tuberculosis fue que gracias a la pasteurización de la leche que procedía de animales infectados de tuberculosis bovina se terminó con la propagación de esta en los humanos.
– Una tercera parte de las personas que padecen VIH, también padecen la enfermedad de la tuberculosis
– Existe una tuberculosis multirresistente que no responde al tratamiento basado en el suministro de los medicamentos que sí son eficaces contra la tuberculosis corriente (isoniazida y rifampicina).
– La tuberculosis también es conocida como tisis, debido a que uno de los síntomas de la enfermedad es la importante pérdida de peso. Una persona con gran delgadez es conocida como tísica, de ahí el origen del nombre.
Conclusión
Cuando hablamos de tuberculosis, pensamos en una enfermedad que tuvo su apogeo muchos años atrás y no le “tenemos miedo” ya que no vemos numerosos casos en nuestro entorno, es decir, en los países desarrollados. Pero la realidad es otra, ya que la tuberculosis aunque no lo parezca sigue siendo un problema en los países en vías de desarrollo. Como hemos dicho anteriormente y según datos de la OMS, la mortalidad mundial ha disminuido un 40% desde 1990.
Lo realmente preocupante es que aunque los casos de la enfermedad de la tuberculosis han descendido de forma considerada, están aumentando de manera progresiva los casos de tuberculosis multirresistente. Aún no existe una vacuna para esta enfermedad, debido a que la infección tiene lugar en los macrófagos de los alveolos.
Es por todo ello por lo que debe aumentarse la inversión en el estudio de la enfermedad de la tuberculosis para poder conseguir al fin erradicar totalmente este mal.
Bibliografía
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Mandal, Ananya. Historia de la tuberculosis. 2014. Disponible en: https://www.news-medical.net/health/History-of-Tuberculosis-(Spanish).aspx
OMS. “Tuberculosis”. Organización Mundial de la Salud, Nota descriptiva N°104, Octubre de 2015. Disponible en: https://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs104/es/
Sin Autor. Tuberculosis. Cresa, del laboratorio a la granja [blog] 2008. Disponible en: https://www.cresa.es/granja/tuberculosis_sintomas.php
Videografía
Prevención de la tuberculosis en Español (acento de España). SAWBO™ Scientific Animations Without Borders. YouTube, 31 ene. 2014; Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=lM9RoevrT-M