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«El hombre que supo amar», una película sobre la obra humanitaria de Juan de Dios en Granada

Fernández Mariscal, Marta Andrea. «El hombre que supo amar», una película sobre la obra humanitaria de Juan de Dios en Granada. Gomeres: salud, historia, cultura y pensamiento [blog]. 18/12/2024. Disponible en https://www.fundacionindex.com/gomeres/?p=3837

En la época Moderna, en España, ante la cada vez más creciente pobreza y mendicidad, surgía la necesidad de retirar a los pobres del paisaje urbano.1,2 De aquí surge la cuestión de cómo controlar esa mendicidad en las calles. Debe tenerse en cuenta en este contexto el surgimiento y fuerza del mercantilismo, del utilitarismo, y de la búsqueda del progreso.3

Existía así el debate de qué hacer con los pobres y enfermos, que se percibían como un elemento molesto y problemático en las calles (Ley Tavera de 1540 sobre recogimiento de pobres).2 La disyuntiva, de la mano de la Reforma protestante luterana y la Contrarreforma católica, y de diversos autores que respaldaban una u otra visión con sus escritos y propuestas, se encontraba principalmente en quiénes, en qué circunstancias y de mano y control de quién, podían recibir limosnas.2-4

Cabe destacar que la asistencia sanitaria recaía casi exclusivamente sobre la Iglesia, pero ante el cisma de esta, se suscita este dilema con dos vertientes bien diferenciadas. De esta manera se establece una lucha entre la caridad cristiana frente a la utilidad, la entrega indiscriminada de limosnas frente a la clasificación y distinción de los verdaderos y falsos pobres (a diferencia de ociosos), entre si el control y regulación de todo ese sistema se debía dar desde la propia Iglesia o desde una institución civil, con una visión de justicia social.2,4

La Iglesia en este tiempo era una institución poderosa, más aún en España que era profundamente católica y un foco importante de la Contrarreforma tridentina. Por ello, en ese contexto, era muy difícil que se tuvieran en cuenta las tesis reformistas, aunque algunos autores españoles proponían llevarlas a cabo. Partidarios de controlar la mendicidad mediante iniciativas para emplear a los verdaderos pobres, y en contra de la limosna indiscriminada también a los pobres ociosos, destacarían autores como Juan Luis Vives (valenciano) con su obra “De subventione  pauperum”  (1526)2,3 y otros posteriores de corte vivista, como Juan  de  Robles, o los reformistas Giginta o Pérez de Herrera.2 Mientras que a favor de la caridad cristiana como tradición para salvar las almas de los creyentes, se posicionaron autores que defendían la caridad como derecho de los pobres y su libertad para mendigar, entre los que destacó el teólogo Domingo de Soto, que aunque reconocía el problema, se distanciaba de los anteriores respecto a los métodos.2,3

Como posibilidad para paliar el problema, surgen las casas de misericordia y los albergues. Además, aparece también la interesante figura de los llamados Venerables hospitalarios, piadosos caritativos que entregan su vida a ayudar a los necesitados, destacando aquí la figura de la que se ocupa este trabajo, San Juan de Dios.2,4

Granada era en este tiempo un lugar con muchos movimientos, cambios y disputas. A finales del siglo XV, ocurre la toma de la ciudad, finalizada el día 2 de enero de 1492. Este hecho conllevará el cambio de toda la cultura musulmana que estaba instaurada en el territorio, y la imposición forzosa del cristianismo que traían los autores de ese proceso, los Reyes Católicos.5 Parte de la población musulmana optó por el exilio mientras que otra parte optó por la asimilación. El crisol de culturas era inevitable, moriscos y conversos, mudéjares (aunque perseguidos en ocasiones), y también existían falsos conversos. Por otro lado, llegaban a poblar Granada gente de múltiples procedencias y, por tanto, era un enclave de diferentes culturas.

También cabe destacar que no solo por eso era una época de profundos cambios, se da el descubrimiento de América y todo lo que ello conlleva, además de cambios socio-económicos importantes, así como el avance gracias en parte a la imprenta, que permitía la transmisión del conocimiento, aunque aún muy poco accesible para la mayoría. Pero a pesar de los grandes avances en muchos campos sigue siendo una sociedad muy pobre en una gran mayoría, con desequilibrios y grandes disputas por temas religiosos y de otras índoles. Así como con una asistencia sanitaria muy precaria a pesar de los avances que se iban realizando, en la que todavía se llevaban a cabo prácticas altamente cruentas y de poca o ninguna base científica, con connotaciones mágicas y espirituales, y con un trato al enfermo muy deficiente, como ahora se analizará.1

Es necesario en este caso situarse en el contexto histórico de la España moderna. Más concretamente se analizarán sucesos ocurridos en Granada en el siglo XVI, de la mano de la figura de Juan Ciudad, en referencia a la asistencia hospitalaria que se daba en ese momento, la discusión que había sobre cómo enfocarla, y la que él quería ofrecer a todas las personas.

Primero se clasifica la obra que se analizará, en este caso la película “El hombre que supo amar”, estrenada el 10 de agosto de 1978 en España, por la General Films Corporation SA. El director de la obra cinematográfica fue Miguel Picazo (director importante en España, con películas como “La tía Tula” en su quehacer). El guion es de Santiago Moncada. Los actores que actúan en la película son, entre otros, Timothy Dalton (Agente 007, Licencia para matar, y Alta tensión, entre otras) en el papel de Juan Ciudad, Alberto de Mendoza (Juan de Ávila), José María Prada (Gran Inquisidor), Antonio Ferrandis (Dr. Cabrales), Jonathan Burn (Antón Martín), Ángela Molina (Jazmín), Fernando Hilbeck (Yusuf), Antonio Casas (alguacil), Luis Ciges, Pilar Bardem… Se rodó principalmente en Granada, qué mejor lugar que donde ocurrió la mayor parte de la historia de la película en la realidad, aunque hubo fragmentos rodados en otros lugares.1,6

Miguel Picazo, director de la película

Juan Ciudad Duarte, nacido en Montemor-o-novo (Portugal) en 1495, fue pastor, soldado, sufrió una serie de desventuras y terminó condenado a muerte por un incidente, de la cual al final fue liberado, posteriormente fue albañil, y librero en Granada.

En la película se ve cómo, siendo librero, conoce a Yusuf y a su familia, donde por cierto se puede apreciar el rechazo de la Iglesia y de la sociedad ante algunos descubrimientos y avances científicos. Tras ver la barbarie cometida contra esa familia por ser falsos conversos, el arresto y posible tortura de Yusuf, la muerte de su hijo pequeño (tan solo un niño) entre otros muchos de ellos, la desaparición de la hija, queda destrozado.1

Aunque no es la única barbaridad que observa, también la brutalidad con que se juzga a ladrones (a veces ni siquiera por cuenta propia sino por encargos de otros), a otros delincuentes, además del hambre y pobreza que hay, y la degeneración en la sociedad.1

Tras ver tanta desigualdad e injusticia, lo toman por loco al quejarse de ello en público visiblemente alterado, siendo así ingresado en el Hospital Real, pasando una estancia poco confortable cuanto menos. Esto es debido a que el trato recibido en dicho hospital era bastante pobre, y las técnicas utilizadas eran duras y sin base médica, además de que la intención del hospital no era atender al enfermo y mantenerlo cómodo.1

El Hospital Real en aquella época era una institución donde se atendían enfermos generales, pero sobre todo dementes y con sífilis.5 Estaba en el poder de la monarquía.5 Hoy día el Hospital Real es sede del Rectorado de la UGR y de la Biblioteca Universitaria. En la película podemos ver cómo realizaban prácticas cruentas y basadas en creencias no científicas, como expulsar demonios, o castigos para expiar culpas. También se hacían sangrías, y algunos procedimientos para eliminar los malos humores. Además, se torturaba a algunos pacientes como parte de esa expiación de los pecados. Realmente se observan imágenes perturbadoras.1,5

Es tras esa estancia en el Hospital Real, que Juan Ciudad decide ponerse a disposición de los necesitados, tratando por todos los medios a su alcance de buscar unas mejores condiciones para los ingresados en hospitales, mendigos que viven en la calle, pobres inocentes y enfermos, así como toda persona que necesitase ayuda y mejorar su vida, o simplemente cubrir sus necesidades básicas. No haría distinción además de sexo, edad, condición social, religión, etc.1

Justo en ese contexto mantiene conversaciones con Juan de Ávila, que en el papel de su mentor podría decirse, le ayuda a poder lograr el objetivo que se propone Juan Ciudad, ayudar a los necesitados, tener su propio hospital. Entonces es cuando recomendado por Juan de Ávila viaja para formarse en cuidados en el Monasterio de Guadalupe, volviendo a Granada ya con unos conocimientos de lo que podríamos asemejar a la profesión de enfermería.1

Es así que funda su primer hospital, donde recoge a pobres y enfermos, buscando ayuda de los más pudientes en todos los rincones, y ocupándose de tareas como dar de comer a los necesitados, hospedarlos, mantener su higiene, cuidarlos, curar sus heridas, consolarlos, enterrar a los muertos, y mantener toda esa actividad pidiendo todas las limosnas posibles1.Además, podemos ver en la película otras acciones que llevaba a cabo, como hablar con prostitutas para intentar sacarlas de esa vida.1

En la película se puede apreciar cómo tiene dificultades y oposiciones de todas las clases, intentos de cerrar su hospital, enfrentamientos con el “doctor” que operaba en el Hospital Real que se queja de su poca profesionalidad, cuando según él, a diferencia de Juan Ciudad, él sí podía curar a los enfermos porque sabía de medicina. Esto termina en la película en una escena tremenda también, en la que un paciente, originalmente de Juan Ciudad, termina muriendo a manos del otro Dr. Cabrales, con la testarudez de que iba a curarlo e iba a salir andando por su propio pie. Sin embargo, termina saliendo en brazos de Juan Ciudad para ser enterrado, lo había matado el supuesto doctor con su práctica.1

La película también refleja, entre otras muchas buenas obras de Juan Ciudad, su acto heroico en el incendio del Hospital Real, en el cual, jugándose su propia vida, rescata a muchos ingresados de las llamas1, además de ayudar a mitigar el fuego sacando muebles por las ventanas tras sacar a las personas, cosa que es útil para lidiar contra el fuego pero que entonces no se hacía como hoy día pueden hacerlo los bomberos (es el patrón de los bomberos en España). Finalmente se ve cómo recibe el apoyo de la Iglesia y conciudadanos.1

Destaca el hecho de que Juan Ciudad, más tarde santificado como San Juan de Dios, no solo fue fundador hospitalario e inspiró la Orden Hospitalaria que lleva su nombre (vigente actualmente en muchos lugares del mundo) con voto de hospitalidad,2 sino también y más importante, supuso un punto de inflexión para renovar la asistencia hospitalaria en España y por ende en todo el orbe católico. En este nuevo modelo de asistencia hospitalaria se dignifica al paciente, se le respeta y realmente se trata de cuidarlo y curarlo. Su dedicación incondicional no solo es un modelo a seguir, sino que supone un impacto en la sociedad, en la gestión de los hospitales, en la enfermería, supone un cambio de paradigma en la atención sanitaria.2 Es un claro ejemplo del humanismo por el que se sigue luchando día a día, para intentar lograr una mejor atención al paciente, más humana, más cercana y poniendo en valor y como centro a la persona, que sufre y que necesita ayuda, que necesita ser bien atendida en todos los sentidos. Por supuesto ya se ha avanzado muchísimo, pero todo ello es en parte gracias a ese germen que él sembró para una mejor calidad de vida del paciente, sus derechos, la gestión de los hospitales, en cuanto a profesionales su formación y la de los estudiantes, la higiene, la separación de enfermos, la enfermería y cuidados, cubrir las necesidades básicas del paciente, la actuación ética de los sanitarios.1,2,4

1. Picazo M. El hombre que supo amar [película]. España: General Films Corporation SA; 1978. Disponible en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=4-F2y-nq7wo.

2. Amezcua M. Cuidados y sociedad en la España Moderna. Granada: Fundación Index, 2019. https://ciberindex.com/c/proT/pt20192.

3. Pérez García P. Municipalización hospitalaria y reforma de la beneficencia en De subventione pauperum: una nota valenciana al programa vivesiano sobre la organización de la asistencia pública. Saitabi 1996; Extra 1: 115-139.

4. Girón Irueste FM. El hospital de San Juan de Dios y la medicina granadina del siglo XIX. Actual. Med. 2013; 98: (790). Supl. 22-24.

5. Valenzuela Candelario J. El Hospital Real y la medicina renacentista. Actual. Med. 2013; 98: (790). Supl. 19-21.

6. Amezcua, Manuel. Síntesis CAI (clasificar-analizar-interpretar). Gomeres [blog], 24/09/2015. Disponible en https://index-f.com/gomeres/?p=108.

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Esta entrada ha sido realizada por alumnado de 3º de Medicina de la Universidad de Granada en el marco de las prácticas de la asignatura “Historia de la Medicina”, curso 2023-24.

El hospital en llamas: cuando la ciencia resurge de la ceniza

Publicado por José Espinosa de los Monteros. Noosfera 25/11/2024.

 “Un hospital, un incendio, un enfermero. Génesis de una heroicidad” es el título de la ponencia presentada por Manuel Amezcua dentro de los actos conmemorativos del 125 aniversario del Colegio de Enfermería de Cádiz. El 21 de noviembre de 2024 y en el salón de actos de dicho colegio tuvo lugar la Mesa-Coloquio “Juan de Dios, patrón y reformador de la Enfermería”, con la participación del Dr. Francisco Ventosa Esquinaldo, director del Centro Universitario San Juan de Dios de Sevilla, que glosó la biografía del fundador hospitalario hasta su llegada a Granada, y del Dr. Manuel Amezcua, presidente de la Fundación Index y profesor de historia de la Ciencia de la Universidad de Granada, con la moderación de Manuel Cano Leal, Secretario de la institución convocante.

El prof. Amezcua se apoyó en relatos históricos de testigos para describir cómo el fuego comenzó en la cocina de los aposentos del capellán mayor del hospital, tras un convite celebrado en honor de una dama de alta alcurnia. Las llamas, avivadas por el calor de un asado desmedido, se propagaron rápidamente por las techumbres y artesonados de madera, convirtiendo el hospital en un infierno. La magnitud del desastre atrajo a gran parte de la población de Granada, que, impotente, observaba cómo el fuego arrasaba con todo.

Participantes en la Mesa-Coloquio “Juan de Dios, patrón y reformador de la Enfermería”

Fue entonces cuando Juan de Dios, un hombre ya conocido por su entrega a los más necesitados, se convirtió en el protagonista de una hazaña inolvidable. Ignorando el peligro, entró al hospital en llamas para rescatar a los enfermos más vulnerables. Sacó ropa, camas y personas y su determinación y valentía parecían desbordar los límites humanos. Testigos del momento narraron cómo desapareció entre las llamas y el humo, y cómo después emergió ileso, con solo las pestañas y cejas chamuscadas. Para muchos, su supervivencia fue poco menos que un milagro.

Para el Dr. Amezcua, la acción de Juan de Dios no solo salvó vidas aquella jornada, sino que demostró el poder del compromiso y la intuición en los momentos más críticos. Más allá de ser un acto heroico, su intervención representa un ejemplo para la enfermería ante las catástrofes: responder con rapidez ante la adversidad, con un conocimiento práctico fundamentado en la experiencia y guiado por el compromiso.

San Juan de Dios en el incendio del Hospital Real, de Manuel Gómez Moreno

El impacto del incendio fue múltiple. Para el Hospital Real supuso años de reconstrucción y una redefinición de su actividad, en adelante con dificultades para conciliar su función asistencial y limosnera y completar las obras del edificio. Para Juan de Dios, reafirmó su lugar como figura ejemplar, convirtiéndose en un símbolo de dedicación y sacrificio. Y también tuvo repercusión en la propia enfermería, de manera que orientó hacia un modelo de compromiso sustentado en el conocimiento. Su legado como fundador hospitalario continuó durante siglos, reflejándose en manuales y textos que instruían a los nuevos enfermeros, consolidando así el carisma de la hospitalidad en el núcleo de la formación enfermera.

Todavía en el siglo XIX, textos como el Arte de Enfermería de José Bueno y González continuaban innovando, adaptándose a los nuevos tiempos y reclamando por vez primera la enfermería como una ciencia particular, con principios claros y prácticas específicas. Fue el comienzo de una profesionalización que aún hoy se sigue construyendo. Para el prof. Amezcua, el mensaje de Juan de Dios resuena con fuerza a más de cuatro siglos del incendio: la capacidad de un solo individuo para cambiar el destino de muchos. Su gesta es un recordatorio de que la enfermería no solo es una profesión, sino una vocación que, cuando se ejerce con compromiso y conocimiento, tiene el poder de transformar vidas.

Granada conmemora este año el 475 aniversario de esta heroica intervención como parte de su rica historia, destacando el papel decisivo de la enfermería en la sociedad y recordándonos que, como sugirió Juan de Dios, la conjunción de la acción con la palabra es la base del conocimiento. Una ecuación que, en forma de teoría y práctica, sigue iluminando el camino de miles de enfermeras en todo el mundo.

A continuación puedes visualizar la mesa redonda completa.

¿Cómo pensaba Juan de Dios el cuidado de enfermería y qué practicas terapéuticas utilizaba?

Amezcua, Manuel. La noción de cuidado y prácticas terapéuticas de Juan de Dios: su influencia en el modelo de la hospitalidad. Almansor 2024; 3(6): 11-32.

En la historia de la enfermería, hay figuras cuyo legado trasciende generaciones. Es el caso de Juan de Dios, un hombre cuya dedicación y humanidad inspiraron el modelo de enfermería de la hospitalidad y el cuidado integral de los más necesitados en la España del Antiguo Régimen. Su obra no solo revolucionó la asistencia hospitalaria de su tiempo, sino que sus principios siguen vigentes hoy, como una inspiración para el cuidado en la enfermería de nuestro tiempo.

Este artículo recoge los resultados de un estudio que presenté un año antes en Montemor-o-Novo (Portugal), el pueblo natal de Juan de Dios, con motivo de un congreso de la Sociedad Portuguesa de Historia de la Enfermería dedicado a su figura, al que fui invitado. Ahora ve la luz en la revista de cultura del municipio, que ha autorizado su difusión.

Con este estudio me propuse explorar y analizar el impacto de Juan de Dios en el modelo de enfermería de la hospitalidad, que emergió en la España del Antiguo Régimen. A través de un análisis de fuentes primarias, como sus cartas, primera biografía y otros documentos históricos, intenté desentrañar cómo Juan de Dios concebía y practicaba el cuidado, no solo en su dimensión física, sino también en su aspecto espiritual, proporcionando una atención integral a los enfermos. Mi pretensión era reconstruir la génesis de la noción de hospitalidad, a la vez que identificar los recursos y procedimientos que utilizaba para procurar el cuidado. Y lo hacía desde el convencimiento de que el modelo de hospitalidad de juandediano hunde sus raíces en el humanismo cristiano.

Juan de Dios encontró en Granada el lugar donde podía expresar su vocación de ayuda a los más desfavorecidos. En sus cartas, dirigidas a colaboradores y amigos, expresaba sus preocupaciones por la falta de recursos y compartía reflexiones espirituales que alimentaban su misión. Estas cartas nos revelan su profunda espiritualidad y su inquebrantable compromiso con el bienestar de los demás.

Un doble análisis del texto, sintáctico y semántico, me permitió decodificar el marco conceptual del modelo de la hospitalidad tal como fue concebido por su inspirador, que más tarde ilustrarán con hechos concretos sus biógrafos y testigos de su buena fama.

Para Juan de Dios, la hospitalidad no era solo un acto de caridad, sino un principio fundamental que debía guiar toda labor de cuidado. Su visión no se limitaba a atender las necesidades físicas, también incluía la dimensión espiritual de cada persona. En su modelo de cuidado, los enfermos eran atendidos en cuerpo y alma, como un todo indivisible. La “salud del cuerpo y del alma” era su ideal, y alcanzar este equilibrio era, para él, una forma de restaurar la dignidad de aquellos que, por su situación de pobreza o enfermedad, eran socialmente vulnerables.

En su discurso, Juan de Dios trataba la necesidad como el núcleo de su idea de cuidado. Para él, la satisfacción de las necesidades físicas y espirituales era esencial para que la persona pudiera superar su fragilidad y vivir con dignidad. Al cuidar el cuerpo, veía el instrumento necesario para servir al otro; al cuidar el alma, ayudaba a las personas a encontrar paz y esperanza. Esta visión trascendía la simple atención a la enfermedad y se adentraba en la confortación espiritual, algo que para él era tan importante como el alivio del dolor físico.

El esquema del modelo de hospitalidad de Juan de Dios, que represento en la figura adjunta, sintetiza su enfoque de cuidado integral mediante tres grupos de virtudes que han de guiar la práctica hospitalaria:

Voluntad de servir: Este aspecto resalta el compromiso con el cuidado de los más desfavorecidos, expresado a través de virtudes como la alegría, la diligencia y la dedicación. Es una disposición a atender al otro con entusiasmo y esfuerzo genuino.

Buen hacer: Se refiere a la competencia y habilidad necesarias para ofrecer una ayuda efectiva y de calidad. Incluye valores como la generosidad, la paciencia, la previsión y la sabiduría, lo cual garantiza un cuidado bien ejecutado.

Honestidad: Este pilar subraya la actitud ética y desinteresada del cuidador, reflejada en virtudes como la humildad, el respeto y el compromiso ético. La honestidad permite que el cuidado sea auténtico y sin esperar recompensa.

Estas virtudes configuran un modelo de hospitalidad que enfatiza la dignidad y el respeto hacia el paciente, integrando la atención física y espiritual.

Los recursos terapéuticos

Juan de Dios abordaba el cuidado desde cuatro elementos fundamentales:

Su propio cuerpo: Muchas veces utilizaba su propio cuerpo para ayudar. En numerosas ocasiones, cargaba enfermos sobre sus hombros, llegando incluso a llevar dos a la vez. Este acto representaba no solo su fortaleza física, sino su voluntad de sacrificio y cercanía con los necesitados.

Objetos cotidianos: En un contexto de escasez, sus recursos terapéuticos se limitaban a lo que tenía a mano. Usaba desde aceite de candil hasta tierra, productos comunes que aplicaba con gran habilidad para curar heridas y aliviar dolencias.

La palabra: Juan de Dios era un orador apasionado. Sus palabras de consuelo, sus consejos y oraciones servían para aliviar el sufrimiento emocional de los pacientes y les ofrecían esperanza. Su discurso era también una herramienta de motivación para aquellos que ayudaban en su obra.

El hospital: Fundó su propio hospital en Granada, un espacio que reflejaba su visión de la hospitalidad. Allí, recibía a personas de todas las condiciones, sin importar la naturaleza de su enfermedad o su situación social. Para él, la igualdad en la atención era fundamental para devolver la dignidad a cada paciente.

El modelo de hospitalidad de Juan de Dios se convirtió en una referencia que trascendió su época. Fue reconocido como el fundador de una nueva forma de cuidar a los más vulnerables. Sus principios, centrados en el cuidado integral del cuerpo y el alma, perduraron durante siglos y aún hoy inspiran a la enfermería moderna a adoptar una perspectiva más humana y compasiva.

La historia y el legado de Juan de Dios nos recuerdan que el cuidado integral de las personas no es solo una cuestión de salud física, sino también de atención a sus necesidades emocionales y espirituales. En un mundo donde la tecnología avanza, este enfoque de hospitalidad sigue siendo esencial para lograr un cuidado verdaderamente humanizado.

Tras los pasos de Juan de Dios en su tierra natal

El VI Encontro Internacional de História da Enfermagem aborda los itinerarios reformadores del patrón de la Enfermería

La Fundación Index estuvo presente los días 9 y 10 de marzo de 2023 en el VI Encontro Internacional de História da Enfermagem, organizado por la Sociedade Portuguesa de História da Enfermagem (SPHE), en Montemor-o-Novo (Portugal), municipio de nacimiento de João Cibdade, que pasaría a los altares como San Juan de Dios. Por esta razón, los organizadores convocaron el encuentro bajo el lema “Entre Montemor-o-Novo e Granada: S. João de Deus, o reformador dos hospitais e patrono dos enfermeiros”. El evento tuvo lugar en el salón de actos de la Biblioteca Municipal Almeida Faria, que ocupa las dependencias del antiguo convento de San Juan de Dios, y en el marco de las conmemoraciones del Día del Municipio, el Día de San Juan de Dios y el Día Internacional de la Mujer.

La inauguración corrió a cargo de diversas autoridades representando al municipio, a la orden hospitalaria de San Juan de Dios en Portugal, a la Universidad y a las sociedades científicas. Por parte de la Fundación Index, tomó la palabra su presidente, que destacó la importancia del eje cultural entre Montemor y Granada, “que marcan el principio y el final de una personalidad única en la historia, el alfa y el omega de un itinerario que movió las conciencias en una sociedad opulenta que daba de lado a los sectores más frágiles, aquellos que Juan de Dios convirtió en objeto de cuidado”, afirmó el Dr. Amezcua.

El encuentro contó con la presencia de diferentes ponentes tanto nacionales como internacionales, que ilustraron sobre la importancia del personaje montemorense João de Deus para la historia de la enfermería y del cuidado del paciente más vulnerable. Entre otras temáticas, se trató sobre la asistencia en los hospitales militares de Portugal en la época moderna, sobre boticas y boticarios en el mismo periodo, sobre el Montemor de la época de Juan de Dios, sobre la asistencia espiritual en los hospitales y una mesa especial sobre fuentes documentales y representaciones artísticas sobre la asistencia en instituciones de San Juan de Dios. También se abordaron aspectos de mentalidades e ideologías que pudieron inspirar la obra reformadora de Juan de Dios, como la ponencia defendida por el prof. Manuel Amezcua, que profundizó en las cartas juandedianas y otras fuentes primarias para despejar los fundamentos ideológicos que inspiraron el modelo de la hospitalidad, sustentado en la satisfacción de las necesidades tanto corporales como espirituales de un amplio sector de población desfavorecida, trazando al hacerlo un guion de virtudes que dotaron al modelo de fuertes connotaciones éticas.

El programa de actividades también incorporó aspectos culturales, como fue la visita a los lugares patrimoniales joaninos (iglesia, cripta y salas del Convento de S. João de Deus) y una visita a la exposición temporal organizada por el Museo de S. João de Deus (Casa de Saúde do Telhal) y del Municipio de Montemor-o-Novo instalada en la Biblioteca Municipal hasta el 17 de marzo.

El sentido homenaje a un enfermero humanista

El Grupo Oseira de historia de la Enfermería reconoce la trayectoria investigadora de Cecilio Eseverri Chaverri

El 21 de octubre de 2022 tuvo lugar en Granada, en el salón de actos del Hospital Universitario San Rafael, el homenaje a uno de los enfermeros que más ha influido en la Enfermería en la última mitad de siglo. Se trata de Cecilio Eseverri Chaverri, enfermero, trabajador social y teólogo que, en su dilatada actividad profesional, ha alternado el cuidado a los pacientes con la administración de servicios de enfermería y una intensa actividad docente, incluso con la creación de una importante escuela de gerencia en Barcelona. En su trayectoria destaca la gran aportación que ha realizado a la historia de la Enfermería, siendo autor de numerosos artículos y varios libros que son de obligada lectura para conocer el verdadero pasado de nuestra profesión.

Como colofón del 2º Coloquio sobre San Juan de Dios y la reforma de la enfermería, organizado por el Colegio de Enfermería de Granada, el grupo Oseira de historia de la Enfermería, adscrito a la Fundación Index, en colaboración con el mencionado colegio, le tributaron un homenaje a su trayectoria como enfermero y como historiador de la Enfermería. Los conductores del acto fueron el Dr. Manuel Amezcua, Catedrático de la UCAM y presidente de Index, y la Dra. Laura Martínez Rodríguez, profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Lleida.

En el discurso de presentación del homenajeado, el prof. Amezcua glosó la trayectoria biográfica de Cecilio Eseverri, natural de la histórica ciudad de Sangüesa, en Navarra, de la que salió siendo joven para encaminar un itinerario intelectual, a medio camino entre su condición de hermano de la orden hospitalaria de San Juan de Dios, y como inquieto profesional de la enfermería y del trabajo social, entregado a la causa de los más desfavorecidos. Lo singular de Eseverri es que supo compaginar su actividad asistencial con la gestión hospitalaria, la enseñanza y una continuada actividad investigadora que llega hasta nuestros días. Es por ello que su presentador le catalogó como “el perfecto enfermero, pues aúna como nadie los cuatro puntos cardinales que las teóricas asignan al ejercicio de nuestra profesión: asistencia, administración, docencia e investigación”.

El presentador finalizó su glosa sobre el homenajeado destacando la prolífica actividad investigadora de Cecilio Eseverri en la historia de la Enfermería, condensada en decenas de libros y centenares de artículos, con los que ha reconstruido la historia profesional explorando con denuedo los archivos generales y locales, obteniendo evidencias históricas que cuestionaban un pasado profesional distorsionado por falsos mitos y falacias. Eseverri se inscribe como uno de los precursores de la nueva historia de la Enfermería, que se activó en la década de los 80, al tiempo de reformarse los estudios de Enfermería en España. Su “Historia de la Enfermería Española e Hispanoamericana”, con varias ediciones, es sin duda el texto más rompedor y clarificador de nuestro pasado profesional y fuente de referencia para historiadores y profesoras de la carrera.

La Dra. Laura Martínez Rodríguez, el homenajeado Cecilio Eseverri y el Dr. Manuel Amezcua

El acto culminó con la exposición de un videoclip realizado por la Dra. Laura Martínez Rodríguez, a partir de los testimonios de historiadores de la Enfermería en España que quisieron adherirse a este homenaje, que sin duda resultó el momento más emotivo para el homenajeado. Unas breves palabras de agradecimiento de Cecilio Eseverri, claramente emocionado, que recordó que cumpliría 92 años en los próximos días, pusieron el broche final a tan merecido reconocimiento.

Ver el discurso de presentación del homenaje AQUI
Ver el videoclip con los testimonios de historiadores de la Enfermería AQUI

Juan de Dios enfermero: entre la espiritualidad y la profesionalización

Estudiantes de enfermería muestran experiencias de innovación docente para comprender la historia de la profesión

Los días 20 y 21 de octubre de 2022 ha tenido lugar en el Hospital Universitario de San Rafael de Granada el II Coloquio sobre San Juan de Dios y la Reforma de la Enfermería, con la participación de diferentes especialistas en la figura y la obra del que está considerado el inspirador del modelo de enfermería de la hospitalidad. En torno a dos centenares de participantes, tanto presenciales como por vía digital, siguieron el coloquio, que ha sido organizado por el Colegio de Enfermería de Granada en colaboración con la Fundación Index, el Archivo-Museo Casa de los Pisa de Granada y la Facultad de Enfermería y Fisioterapia de la Universidad de Lleida.

Mesa redonda: Espiritualidad como camino para la profesionalización enfermera

El programa científico se abrió con la conferencia del Dr. Francisco Sánchez-Montes González, Catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Granada, que disertó sobre “La herencia hospitalaria de la Granada de Juan Ciudad”. Posteriormente, dos mesas redondas se ocuparon, respectivamente, de ahondar en la dimensión espiritual de Juan de Dios y su influencia en el proceso de profesionalización de la enfermería, mientras que una segunda mesa de expertas mostró diferentes visiones en los itinerarios actuales hacia la modelización del cuidado enfermero con influencias juandedianas.

Este segundo coloquio incorporó como novedad una mesa de comunicaciones en la que alumnos y alumnas de enfermería del Centro Universitario San Juan de Dios de Sevilla, de la Facultad de Ciencias de la Salud de Ceuta, de la Escuela de Enfermería Salus Infirmorum de Cádiz y de la Universidad de Lleida, mostraron diferentes propuestas de innovación docente que contribuyen a explicar de una forma creativa algunos de los reflejos de la vida y obra de San Juan de Dios, como patrono de la Enfermería.

El coloquio finalizó con la conferencia de clausura pronunciada por el historiador de la Enfermería, Cecilio Eseverri Chaverri, a cuyo término se le rindió un emotivo homenaje por su contribución a la investigación de la historia de la Enfermería y en general al desarrollo de la profesión en España.

Un amplio programa de actividades culturales complementó las actividades del coloquio, entre las que se incluyeron visitas guiadas a la basílica de San Juan de Dios y a la Granda de San Juan de Dios, incluyendo el Archivo-Museo Casa de los Pisa, lugar donde falleció este personaje de tanta importancia para la historia de la Enfermería. En este mismo emplazamiento tuvo lugar una velada cultural en la que, entre otras actividades, se estrenó la obra teatral Clemencia, de Fernando Almena, por el grupo de teatro del Colegio de Abogados de Granada, que recrea la vida de Juan de Dios a través del diálogo con sus más íntimos colaboradores, Pedro Velasco y Antón Martín, ambos seguidores de su obra hospitalaria.

Escena de la obra Clemencia, representada en la Casa de los Pisa

En palabras del presidente del Colegio de Enfermería de Granada, este II Coloquio sobre San Juan de Dios y la reforma de la Enfermería ha sido un éxito, tanto de participación como de contenidos: “creo que hemos conseguido el objetivo que nos habíamos propuesto de celebrar juntos unas jornadas destinadas a recuperar la figura de Juan de Dios -nuestro patrón y nuestro enfermero más universal- que fue un adelantado a su tiempo, un visionario, y que nos ha dejado como legado su magnífica contribución al concepto de Hospital y la primera gran reforma de la enfermería moderna”. La continuidad del Coloquio está garantizada, pues una delegación del Colegio de Enfermería de Sevilla, presentó la candidatura para realizar su tercera edición en la ciudad hispalense en 2023, con una intención claramente americanista, que permitirá explorar la expansión de la obra hospitalaria de San Juan de Dios por el mundo.

Necesitamos explicar a la sociedad el legado que las enfermeras entregamos a la humanidad

El presidente de Index explica a los estudiantes de Enfermería de la Universidad Central de Ecuador la importancia de la historia de la Enfermería

¿Por qué es necesario conocer la historia de la Enfermería? Esta es la pregunta orientadora con la que el Dr. Manuel Amezcua, Catedrático de la UCAM y presidente de la Fundación Index, impartió la lección con que se abría el pasado 24 de mayo de 2022 el curso para los nuevos matriculados en la carrera de Enfermería de la Universidad Central de Ecuador. Realizada mediante videoconferencia, el profesor llevó a los estudiantes por un recorrido histórico resaltando los dos itinerarios que han marcado la evolución de esta profesión: el de la conciencia y el de la ciencia.

Antes de celebrarse esta master class, el profesor había lanzado la misma pregunta a través de las redes sociales, con la idea de trasladar al estudiantado el estado de opinión sobre la importancia de la historia de la Enfermería. En pocos minutos se sucedieron argumentos como: imprescindible para construir la identidad profesional, genera curiosidad y nos ayuda a construir un futuro juntas/os, esencial para saber lo que queremos ser en un futuro, aumentar el capital cultural y crear sentimientos de pertenencia, hacer visible el intenso y extenso pasado profesional, verificar el impacto de la enfermería en los cuidados básicos,  cimenta la enfermería como ciencia y arte, aumenta la autoestima, descubrir la identidad de nuestros antecesores y su capacidad de lucha y entrega, etc.

A partir de una imagen actual de un entorno de simulación clínica, el profesor Amezcua inició una reflexión sobre los valores que hoy dominan el ejercicio enfermero, orientado hacia una atención integral de la persona, pero guiado por las tecnologías. A su vez, contraponiendo una miniatura tomada de Le Livre de Vie Active de l’Hotel Dieu (París, 1482), el manual medieval de las enfermeras agustinas, invitaba a confirmar cómo desde hace siglos el ejercicio de la enfermería ha sido guiado por principios y valores éticos, en este caso las virtudes cardinales (prudencia, templanza, fortaleza y justicia), que Platón asignaba al perfecto ciudadano.

Ilustración de Le Livre de Vie Active de l’Hotel Dieu (París, 1482)

Juan de Dios en Granada y Florence Nightingale en Londres, constituyen para el presidente de Index los paradigmas de liderazgos reformadores en la Enfermería universal. El primero inspirando un modelo de asistencia a los sectores más desfavorecidos de la sociedad, que bajo la denominación de hospitalidad y desde la reivindicación práctica de la dignidad humana y la igualdad de derechos ante la salud, dio como resultado la creación de redes hospitalarias que se extendieron durante el siglo de oro por todo el imperio español. Pero también tuvo como consecuencia la instauración de una profesión y una disciplina que sentaría las bases de la moderna enfermería hospitalaria. Tres siglos más tarde haría lo propio Florence Nightingale, estableciendo un abrazo entre la enfermería y la ciencia del que aún no nos hemos soltado. A ella debemos una profesión laica, femenina y remunerada. Y el comienzo de un desarrollo profesional dinámico, que ha colocado a la enfermería entre las profesiones socialmente más reconocidas.

El conferenciante finalizó su intervención felicitando a las recién llegadas a la academia por haber elegido una de las profesiones más que mayores desafíos y satisfacciones procura durante su ejercicio, si realmente la ejercemos con vocación y compromiso. Y les animó a que, a través del conocimiento de la historia, reflexionen sobre la gran capacidad de adaptación que esta profesión tiene para priorizar las necesidades de los ciudadanos sobre sus propias y legítimas aspiraciones de crecimiento profesional. «Aprovechen todas las ocasiones que se les presenten -afirmó el Dr. Amezcua-, para difundir el gran legado que las enfermeras entregamos a la humanidad: nuestro conocimiento. Eso en lo que ustedes van a invertir su tiempo durante los próximos años. Y que merece la pena que protejan para luego legarlo en las mejores condiciones a quienes les sucedan».

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Un grupo de investigadores sigue los pasos del enfermero Juan de Dios

Seis emplazamientos geográficos permiten conocer nuevos rasgos de la personalidad del inspirador de la Enfermería moderna

Vinculado a las celebraciones del Día Internacional de la Enfermera, tuvo lugar el 11 de mayo de 2022 el webinario “Paisajes y paisanajes del enfermero Juan de Dios. Los itinerarios geográficos que forjaron la personalidad de un reformador hospitalario”, que se ha hecho coincidir con el V Movamos el Conocimiento Enfermero, organizado conjuntamente por el Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA) y la Fundación Index. Es la segunda actividad del ciclo JD dignitas hominis, que tendrá continuidad en octubre de este año con la celebración en Granada los días 20 y 21 del II Coloquio sobre Juan de Dios y la reforma de la Enfermería, organizado por el Colegio de Enfermería de Granada.

Con una duración aproximada de dos horas, este webinar se planteó como un itinerario turístico e histórico rastreando los principales lugares por los que transitó en que es sin duda uno de los personajes más andariegos de su siglo. De nacimiento probablemente portugués, Juan Ciudad o Juan de Dios fue pastor en Oropesa, soldado en Fuenterrabía y en Viena, albañil en Ceuta, aprendiz de enfermero en Guadalupe, librero y fundador hospitalario en Granada, convirtió a esta ciudad en el epicentro de una reforma de la enfermería cuyos fundamentos explican en parte por qué las enfermeras de nuestro tiempo somos como somos. Juan de Dios no era un teórico, su personalidad arrolladora se expresaba a través de sus gestos. Por ello resulta tan atrayente seguir su huella en los lugares que transitó, porque aún están señalados con los reflejos de su edificante presencia.

El webinar estuvo moderado por el Dr. José Antonio Ávila, secretario del Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana, que introdujo la temática destacando la necesidad de continuar abordando la figura del que fue declarado patrón de la enfermería en España y cuya labor reformadora ha de ponerse en valor a través de encuentros como este. A continuación tomaron la palabras los ponentes invitados, que resumieron en unos minutos los principales contenidos del videoclip con su ponencia que había sido alojado unos días antes en la web del evento. Lo hicieron por este orden: el Dr. Carlos Louzada Lopes Subtil, de la Sociedade Portuguesa de História da Enfermagem, nos situó en las primeras noticias de Juan de Dios en su periodo portugués: “Montemor-o-Novo, el terreiro del menino João Cidade”; a continuación el prof. Dr. Manuel Amezcua, director de la Cátedra Internacional Index ICS, UCAM-Fundación Index habló sobre la infancia del personaje en Castilla: “La Oropesa que apacentó la personalidad de un renovador”; continuó la profesora María Abellaneda Millán, de la Universidad Católica de Murcia UCAM recreando la vertiente miliciana de Juan de Dios: “Fuenterrabía: el soldado en busca de un incierto destino”; mientras que la Dra. Mila Olmedo, profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud de Ceuta, habló sobre “Ceuta, un albañil construyendo solidaridad”; el Dr. Francisco Ventosa Esquinaldo, director del Centro Universitario San Juan de Dios de Sevilla, introdujo el tema “Guadalupe: el aprendizaje como enfermero de los pobres”; para finalizar D. Francisco Benavides, director del Archivo-Museo Casa de los Pisa de Granada que abordó la etapa granadina del personaje en “Granada será tu cruz y escenario de tu reforma hospitalaria”.

El coloquio se abrió relanzando las preguntas y comentarios que los participantes habían alojado en la web de los videoclips de los ponentes, complementándose con las que progresivamente fueron realizando a través del chat de la sesión en directo, discurriendo de una forma amena y participativa. La actividad registró un total de 174 inscripciones de profesionales del ámbito clínico, académicos y estudiantes de otras universidades. Se registraron un total de 12 países de procedencia, siendo los más numerosos España, México y Portugal.

En cuanto a la actividad desarrollada durante el periodo previo al desarrollo del coloquio relacionada con el consumo de los videoclips de las ponencias alojadas en la web, los participantes realizaron un total de 267 visualizaciones y 262 descargas de los mismos a través de la revista Temperamentvm, alojando un total de 112 comentarios. Mientras que la plataforma YouTube registró 262 visualizaciones. El seguimiento del coloquio ha registrado también una importante repercusión en Twitter, con 1423 personas alcanzadas y 55 reacciones y comentarios, así como en Facebook, con 875 impresiones y 15 interacciones.

La revisión de los itinerarios geográficos de Juan de Dios ha servido para mostrar aspectos no demasiado conocidos sobre la biografía del inspirador de la Enfermería moderna, algunos tan enigmáticos como su verdadero lugar de nacimiento o su origen converso, o el hecho de que fuera condenado a muerte en la campaña de Fuenterrabía, cuya salvación Lope de Vega atribuye al Duque de Alba. Otros episodios de su vida resultan especialmente sugerentes para conocer la vertiente enfermera del personaje, como fue su estancia en el monasterio extremeño de Guadalupe, en cuyo hospital y prestigiosa escuela de Medicina pudo iniciarse en las técnicas terapéuticas más adelantadas del momento. También resultan estremecedores algunos procedimientos que sus coetáneos oropesanos describen sobre la forma en que Juan de Dios utilizaba su propio cuerpo como agente terapéutico, como el hecho de lamer las heridas o succionar con su boca los materiales purulentos. Estas técnicas hoy resultan chocantes, pero en su tiempo estaban muy aceptadas, de hecho, eran muy populares curanderos como los saludadores que utilizaban su saliva para curar la rabia, siendo autorizados para ello por el protomedicato.

Finalmente, este segundo webinar sobre Juan de Dios ha servido para despertar el interés sobre la figura compleja del impulsor de una reforma de la Enfermería en el siglo de Oro que introdujo innovaciones importantes en el desarrollo de la enfermería hospitalaria y de las que hoy nos sentimos continuadores. También para mostrar el desafío que supone para los historiadores e historiadoras de la enfermería la necesidad de explorar nuevas fuentes que nos permitan conocer en mayor profundidad la vertiente enfermera de Juan de Dios y el modelo de la hospitalidad que logró extender por el mundo.

Tanto las intervenciones de los ponentes como el desarrollo del coloquio pueden accederse a través del número 18 de la revista Temperamentvm (https://ciberindex.com/index.php/t/issue/view/261).

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I Coloquio sobre Juan de Dios y la reforma de la Enfermería

El 21 de octubre de 2021 tuvo lugar en Cádiz el “I Coloquio sobre Juan de Dios y la reforma de la Enfermería”, dedicado a profundizar en la figura del que está considerado uno de los precursores de la enfermería moderna. La actividad fue organizada por el Grupo de Investigación de Historia de la Enfermería Gaditana, del Colegio de Enfermería de Cádiz, con la colaboración de la Fundación Index y de la Universidad de Cádiz.

Ponentes y autoridades en el Coloquio

Este primer Coloquio reunió a un equipo de investigadores expertos en la figura de Juan de Dios para recuperarlo en todo su esplendor, mostrando trabajos de investigación y análisis centrados en la labor desarrollada bajo el modelo de la hospitalidad, que supuso una verdadera reforma del sistema hospitalario y de la enfermería en la España renacentista. Las ponencias se desarrollaron en dos mesas redondas:

-Mesa Biográfica: “Reflejos de la personalidad de Juan de Dios”, moderada por la Dra. Isabel l. Lepiani Díaz, Directora de la Escuela de Enfermería “Salus Infirmorum» de Cádiz, que contó con la participación del Dr. D. Francisco Ventosa Esquinaldo (Director Centro Universitario de Enfermería “San Juan de Dios” de Sevilla), que habló sobre “Marco inicial sobre la biografía y obra de Juan de Dios” [pista 22:00]; D. Francisco Benavides Vázquez (Licenciado en Documentación y Director Archivo-Museo San Juan de Dios “Casa de los Pisa” de Granada), que abordó la temática “San Juan de Dios en la Iconografía” [pista 41:00]; finalmente Dª Mariana García González (Enfermera Hospital “San Carlos, antropóloga, del Grupo de Investigación de Historia del Colegio de Enfermería de Cádiz) trató sobre “Los Hermanos de la Orden Hospitalaria en la ciudad de Cádiz. Hospital de la Misericordia, vulgo de San Juan de Dios” [pista 1:10:55].

-Mesa sobre Enseñanzas y Legado de Juan de Dios, moderada por Dª Carmen Ruiz Barbosa, antropóloga y enfermera del Centro de Prevención de Riesgos laborales de Cádiz, que contó con la participación del Dr. Manuel Amezcua (Catedrático Investigación en Cuidados de Salud-UCAM y Presidente de la Fundación Index), que trató sobre “Dos itinerarios en la reforma de la Enfermería: de la conciencia a la ciencia” [pista 1:51:00]; seguidamente, D. Carmelo Gallardo Moraleda (Secretario del Colegio de Enfermería de Sevilla) habló sobre “Juan de Dios y la organización colegial española” [pista 2:18:22], finalizando D. Manuel Cano Leal (Secretario del Colegio de Cádiz, Enfermero Militar y componente del Grupo de Investigación de Historia del Colegio de Enfermería de Cádiz), que disertó sobre “La Orden de Juan de Dios y la Armada en Cádiz” [pista 2:47:20].

Juan de Dios, inspirador de la reforma de la Enfermería

La figura de Juan de Dios, es reconocida en el ámbito de la enfermería patrón de los enfermeros y enfermeras, siendo el día escogido para su celebración el 8 de marzo, fecha de su fallecimiento. En la actualidad coincide con el día Internacional de la Mujer, por lo que la profesión enfermera está doblemente representada. En la actualidad, la laicidad de las instituciones y de la propia sociedad en general y el vincular esta importante figura solo al aspecto religioso han hecho que su biografía sea desconocida.

La historia ha sido injusta con la figura de Juan de Dios, cuyo legado para la Enfermería no deberíamos permitir que quedara en el olvido. Considerado por algunos estudiosos como el inspirador de la reforma de la Enfermería Moderna y precursor de la que Florence Nightingale impulsara 300 años más tarde, Juan de Dios cambió el significado de los cuidados y revolucionó con sus acciones una nueva forma de tratar la salud y la enfermedad, principalmente con quienes más lo necesitaban.

La sanidad universal, la humanización de los cuidados, la especialización, la separación de los enfermos por patologías para paliar contagios, la higiene, la alimentación, el respeto y la dignidad de la persona en cuanto entraba en sus hospitales (elementos básicos del concepto de hospitalidad, fundamento de la Enfermería), forman parte de un modelo de cuidados basados en una visión holística de las personas enfermas.

Lo realizado por Juan de Dios fue una Declaración de los Derechos Humanos con la práctica diaria de la Hospitalidad, acogiendo a enfermos crónicos, ulcerados, mutilados o simplemente marginados por la sociedad de la época, así como tratando de reconstruir seres humanos para convertir a malhechores en cuidadores, mozos o arrieros y a prostitutas en cocineras, costureras, lavanderas, limpiadoras, asistentas o comadronas incipientes. Esa catarsis social funcionó, se multiplicó y tuvo el respaldo interesado de la Corte y buena parte de la nobleza, canalizando recursos para la renovación de edificios y el sostenimiento diario de los “hospitalitos”. La jerarquía eclesiástica, la ordinaria y la regular, también sorprendidas, ataban sin disimulos los pasos de aquellos primeros hermanos, con el control administrativo y religioso que llevó a tambalear su supervivencia en no pocos períodos.

¡Hagamos el bien, hermanos, por nosotros mismos!, no solo era el grito angustiado de Juan de Dios en sus rutas diarias por la ciudad de Granada. Es una consigna que sobrepasa preceptos religiosos o morales, para convertirse en filosofía de vida. Se trata de la formulación empírica de la dignitas hominis con la que se construye el ideal del humanismo renacentista, como exaltación de la dignidad del ser humano. El modelo juandediano, en la década de 1540-1550, en la ciudad de Granada, surgió de una manera imprevisible, desconcertando a todos. Se gestaba con ello la esencia de la comunidad, congregación y por fin Orden Hospitalaria que lleva su nombre y su filosofía asistencial. 

Una revisión histórica necesaria

El Coloquio sobre Juan de Dios se ha erigido como el marco donde se profundice en la figura del que está considerado el enfermero con proyección más universal, pero que sin embargo necesita ser comprendido y reivindicado como precursor de la profesión enfermera y de un modelo hospitalario que ha llegado hasta nuestro tiempo. La vida y la obra de Juan de Dios son portadoras de valores que aún están muy presentes en la enfermería de nuestro tiempo, como son la solidaridad, la igualdad de derechos o la dignidad de la persona con independencia de su nacimiento, su raza, su credo o su posición social. De ahí surge la idea de celebrar este tipo de coloquios, que se pondrán en circulación en los próximos años por toda la geografía nacional, y que favorecerán un conocimiento más cercano por parte de las enfermeras y estudiantes de enfermería del que sin duda ha de considerarse un referente histórico irrepetible.

Al finalizar el acto, el presidente del Colegio de Enfermería de Granada, expuso a través de un videoclip la candidatura para celebrar el Coloquio de 2022 en la ciudad de Granada, aprovechando que se cumplen 450 años del reconocimiento de la hermandad hospitalaria de San Juan de Dios, que tuvo su origen en esta ciudad andaluza.

Entre el resplandor y la oscuridad, las reformas de la Enfermería

El avance de la profesión se ha producido por el doble itinerario de la ciencia y de la conciencia

Ver RESEÑA DE LA ACADEMIA

NOOSFERA. El Presidente de la Fundación Index, Dr. Manuel Amezcua, pronunció el pasado 2 de junio de 2021 una conferencia en la Academia de Enfermería de la Comunidad Valenciana con el título «Entre el resplandor y la oscuridad: las reformas de la Enfermería en la historia», en la que defendió las relaciones de continuidad entre los dos grandes episodios que han marcado la evolución de la Enfermería en occidente: la reforma de la hospitalidad en la España contrarreformista y la reforma Nightingale en la Inglaterra victoriana. Con el formato webinar, la conferencia está disponible en el canal YouTube de la Fundación Index:

La presentación del conferenciante corrió a cargo del Dr. José Antonio Ávila Olivares, Presidente de la Academia, quien destacó la importancia de conocer los grandes hitos que explican la realidad actual de la Enfermería, poniendo énfasis en la labor que realizaron líderes enfermeros como Juan de Dios o Bernardino de Obregón, cuyo reconocimiento universal de la Enfermería es una de las asignaturas pendientes en nuestro tiempo.

El prof. Amezcua, Catedrático de la UCAM, donde imparte clases de Historia de la Enfermería, expuso los momentos reformadores a través de sus principales líderes, en este caso Juan de Dios y Florence Nightingale: «Juan de Dios lo hizo por la vía de la conciencia, posicionándose de forma comprometida ante la desigualdad y reclamando el principio cristiano de la redención a través de las buenas obras, Nightingale hizo lo propio tres siglos más tarde, restaurando el principio hipocrático de que solo la naturaleza cura, demostrando científicamente que el cuidado integral de la persona en su entorno previene la enfermedad y produce resultados efectivos en el restablecimiento de la salud».

Para el presidente de la Fundación Index, la reforma de la Hospitalidad dio lugar a la llamada Época Áurea de la Enfermería, que se inicia con la fundación del hospital de San Juan de Dios de Granada en el siglo XVI, extendiéndose por Europa y la América Católica, y que estuvo vigente hasta las desamortizaciones del los bienes de la Iglesia en las primeras décadas del siglo XIX, que conllevó  la supresión de las órdenes hospitalarias y la expropiación de sus hospitales.

La reforma de la hospitalidad modelizó una nueva concepción de hospital, orientado a la curación más que a la reclusión, como dominaba en tiempos medievales, con una gobernanza profesionalizada, en manos de enfermeros mayores, que introdujeron innovaciones como la separación de enfermos en salas diferenciadas, además de incorporar escuelas de enfermeros que se convirtieron en el motor de cambio de una enfermería profesionalizada.

El Dr. Amezcua reivindicó la memoria de autores como Andrés Fernández, Agustín de Victoria, Simón López o José Bueno González, ya que escribieron y publicaron los primeros manuales de enfermería. Gracias a ellos, en la época áurea, se concretó el saber enfermero y por tanto se inicia la Enfermería como disciplina enseñada por principios y unos contenidos que constituyen el precedente de lo que hoy se enseña en la Universidad.

Con Florence Nightingale, con su dedicación al cuidado de los soldados heridos, con la reforma de la asistencia y con sus estudios epidemiológicos en el hospital de Scutari (Turquía), la enfermería se abraza a la ciencia para no soltarse más, dando paso a su posterior inclusión en la Universidad. Según el conferenciante, el modelo salubrista instaurado por la enfermera británica supondrá otro impulso definitivo al avance de la enfermería, que a partir de entonces se tendrá por profesión laica, desempeñada por mujeres formadas y remuneradas. Desde Nightingale, desde la creación de la Escuela de Enfermería con su nombre hasta la más reciente formulación de los perfiles de Enfermería de Práctica Avanzada por el CIE, cada dos décadas, se puede identificar un nuevo hito en el desarrollo de la enfermería como profesión y como ciencia del cuidado.

Según argumentó el prof. Amezcua, las enfermeras de nuestro tiempo no podemos dejar de reconocernos en esos matices o tendencias que nos caracterizan al enfocar el cuidado y que responden a las influencias de estos modelos que nos precedieron. Si Nightingale nos dejó una impronta de corte racionalista, que hoy aboga por categorizar los procesos de cuidado, por adoptar lenguajes estandarizados y normalizar procedimientos en aras de una mayor seguridad clínica del paciente, los principios juandedianos de la hospitalidad aparecen en nuestra mirada constructivista, que nos orienta a reconocer en cada persona su componente biológico, psicológico, cultural, social y espiritual, que expresamos a través de la ética y la humanización del cuidado.

El pasado año se conmemoró el bicenterario del nacimiento de la que está considerada como la fundadora de la enfermería contemporánea, habiendo sido homenajeada en todo el mundo, siendo esta actividad parte de esa campaña. Por ello, ya en el coloquio, el Dr. Ávila invitó a los participantes, en su mayor parte del ámbito iberoamericano, a que, a partir de ahora, incrementemos el reconocimiento a Juan de Dios para equipararlo a Nightingale, ya que ambos merecen por igual ocupar un lugar preferente entre quienes han impulsado el desarrollo de la enfermería como profesión.

El webinar fue de acceso libre y registró un total de 309 inscripciones procedentes de 16 países, en su mayor parte de Iberoamérica, lo que pone de manifiesto el interés creciente por la historia de la Enfermería. Especialmente en el ámbito docente, de hecho un grupo de 50 alumnos de la Universidad de Milagro (Ecuador) siguieron la conferencia, mientras que otros profesores asistentes se interesaron por la grabación de la misma para utilizarla con sus alumnos.