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Itinerario pedagógico 2-3: tras los pasos de Juan de Dios y hospitales de Patronato

Situación y punto de encuentro

Ver el listado de alumnos confirmados y suplentes en el Tablón de Docencia.

Próxima visita: 15 de diciembre de 2015

Punto de encuentro: zaguán de entrada del Hospital de San Juan de Dios (calle San Juan de Dios) (ver mapa más abajo)
Hora: 15:30 h
Debemos llevar: papel, bolígrafo, algo para tomar fotos, y mucha curiosidad y ganas de aprender

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hsjdEste itinerario se realiza al Hospital de San Juan de Dios, al que añadimos la contemplación de algunos de los hospitales llamados de Patronato, por haber sido financiados por particulares o entidades piadosas. La influencia de la que se ha dado en llamar la Escuela Juandediana o Granadina en la historia de la Enfermería ha sido determinante debido a la gran expansión que la orden hospitalaria tuvo por el mundo. Los esquemas arquitectónicos del Hospital de San Juan de Dios de Granada han sido reproducidos reiteradamente a lo largo de la historia y el modelo de cuidados de enfermería ha pervivido hasta nuestros días. El itinerario didáctico se complementa con la visita al Archivo Interprovincial de la Orden de San Juan de Dios, que se encuentra en la Casa-Museo de los Pisa.

Fuentes documentales

Benavidez Vázquez, Francisco. Granada, la ciudad que cautivó a Juan de Dios. Guía del viajero hospitalario. Granada: Archivo-Museo San Juan de Dios «Casa de los Pisa», 2009.

Cambil Hernández, Mª Encarnación. Los Hospitales de Granada (siglos XVI-XXI). Tipología, catálogo e historia. Granada: Editorial Universidad de Granada, 2010.

De Mina Salvador, Matías. Visitar la Granada de San Juan de Dios. Granada: Comares, 1994.

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Ver galería elaborada por Mª Luz Gijón, 1º B (2014/15) DESCARGAR

Nuestra visita a la Biblioteca Universitaria del Hospital Real

Autora: Alicia Guirado Iruela 1º B (2015/16)

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El Hospital Real fue fundado por los Reyes Católicos en 1504, años después a la toma de Granada, aunque la portada no se concluyó hasta el siglo XVII. Se trata de una obra en la que se mezclan elementos góticos, renacentistas o mudéjares.  Se encuentra localizado en la calle Cuesta del Hospicio y actualmente se trata de la sede del Rectorado de la Universidad de Granada y la Biblioteca Universitaria.

Este hospital se caracteriza porque siempre tuvo una mala organización, es decir, nunca funcionó bien, debido a que dependía de varias administraciones (la Iglesia, la ciudad).
En un principio estaba destinado para enfermos de sífilis también conocido como mal francés, pero después fue ocupado por locos. A estos últimos se les conocía también como inocentes, ya que no eran conscientes de lo que hacían. Fue en 1971 cuando pasó a ser parte del patrimonio universitario.

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El edificio cuenta con dos plantas. En la planta baja encontramos varios patios:
-Patio de los mármoles
-Patio de la Capilla
-Patio de los inocentes
-Patio del Archivo

En la segunda planta encontramos la Biblioteca Universitaria, en donde hay libros antiquísimos de todas las áreas.

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Entre la colección de libros de la Biblioteca Universitaria destaca el famoso Codex Granatensis. Es un documento que se encuentra en la caja fuerte de esta Biblioteca debido al gran valor que tiene. Se trata de un tipo de enciclopedia en la que se incluyen temas como: monstruos de agua, cuadrúpedos, insectos… hreall3

En el Codex Granatensis se hace una descripción de ellos y además son representados en dibujos realizados con pinturas naturales y muchos de estos dibujos llevan pan de oro.
En el Codex Granatensis también hay escritas algunas historias, de las cuales algunas no están completamente terminadas.

Dentro de la Biblioteca Universitaria encontramos otra sala en la que se encuentra la colección de libros de Emilio Orozco. En esta sala encontramos también una representación de la celda de San Juan de Dios, quien estuvo interno en este hospital.

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Berta Wilhelmi y el sanatorio antituberculoso de la Alfaguara

Cómo citar esta entrada

Martínez Quesada, Carlos . Berta Wilhelmi y el sanatorio antituberculoso de la Alfaguara. Gomeres: salud, historia, cultura y pensamiento [blog]. 6/12/2015. Disponible en https://index-f.com/gomeres/?p=1228

Biografía

Berta Wilhelmi de Dávila nació en Heilbronn (Alemania) en 1858. Fue a la edad de los 12 años cuando junto con su familia, formada  por su padre D. Fernando Wilhelmi, su madre Dña. Carolina Henrich, y su hermanastro Fernando, hijo del primer matrimonio de D. Fernando, llega a Granada. Entre uno de los motivos, si es que no fue el único, de su llegada a esta ciudad fue la construcción de una fábrica de papel tras haberse incendiado la que poseían en su ciudad de origen (1). Su mentalidad la podemos englobar dentro del Feminismo. Es muy probable que parte de culpa de esta la tenga el ambiente familiar liberal y laico y la cultura germánica de los que recibió influencia (2).

Poco más se sabe sobre su época juvenil. Nos tenemos que remontar hasta una fecha desconocida en la que se produjo las primeras nupcias con D. Fernando Dávila Zea, perteneciente a la noble familia granadina de Ponce de León. De este matrimonio surgieron sus dos hijos: Luis y Berta. Años más tarde se produjo la separación de este primer enlace ya que posteriormente se volvería a casar, en esta ocasión, con D. Eduardo Domínguez, trabajador de la Fábrica de papel, aunque esta relación también finalizó.
Como anteriormente hemos mencionado, su espíritu feminista se fue confirmando con sucesivos hechos. En 1892 se inauguró en Madrid el 13 de octubre (3), enmarcado en las conmemoraciones del Cuarto Centenario del descubrimiento de América, el Congreso Pedagógico Hispano-Portugués-Americano (4,5), donde la Señora Wilhelmi expuso una ponencia sobre «La aptitud de la Mujer para todas las profesiones» (6).

Otro hecho que corrobora tal espíritu se corresponde al círculo social del que se rodea, destacando de entre todos sus amigos el nombre de Fernando de los Ríos, el cual se comprometió más adelante con el Partido Socialista. Tal fue la fuerte amistad que les unió que Fernando, a su llegada a Granada en 1911, se hospedó en la casa que Berta habitaba en el Paseo de la Bomba, aunque no fue hasta octubre de 1912 cuando se estableció en esta ciudad (7).

Un tercer hecho, que se pueda constatar, es su contacto con la Institución Libre de Enseñanza, la cual se hizo patente por medio de la Primera Colonia Escolar (8), aunque la idea de esta emanase de la Sociedad Económica de Amigos del País de Granada (9) y del Museo Pedagógico. Esta Colonia fue posible gracias a la organización de esta por Berta junto a D. Cayetano del Castillo, así como las dotaciones económicas procedentes de la propia Sociedad Económica, Diputación, Ayuntamiento de Granada, Ayuntamiento de Almuñécar y de personas particulares. Tanto la Memoria de la 1ª Colonia como las sucesivas fueron publicadas en el Boletín del Instituto Libre de Enseñanza (B.I.L.E.) (10,11).

El lugar que Berta escogió para establecer las Colonias fue Almuñécar, zona idónea para llevar a cabo actividades al aire libre, excursiones y ejercicio físico así como para reforzar las ideas de descanso, alimentación, aseo corporal como componentes educativos básicos tan defendidas por ella. Entre 1912 y 1913 construyó en Pinos Genil, con dinero propio, una escuela mixta y una biblioteca con una dotación de unos 600 volúmenes, y en 1913 quedaron inauguradas ambas. En la actualidad, el ayuntamiento de Pinos Genil está construido sobre el solar donde se ubicó el colegio (12). De la Biblioteca no queda nada.

Continuó con su labor filantrópica y educadora en sus años posteriores, en concreto, hasta el 1931, cuando sufrió un derrame cerebral que la obligaría a dejar su actividad social. Se mantuvo así hasta el 29 de julio de 1934, fecha de su defunción. Se enterró, sin lápida, en el Cementerio de Granada. Su familia llevó a cabo su última voluntad que consistió en donar a los pobres todos los gastos que ocasionaba un entierro. Fue tal su labor que su huella se quedó grabada en la mente de todas aquellas personas que la conocieron, inclusive, recibiendo reconocimiento de importantes representantes de instituciones como el Defensor de Granada, así como, del alcalde de la ciudad.

Lucha contra la Tuberculosis

Antes de tratar una parte muy importante de su labor filantrópica como fue la lucha contra la Tuberculosis, quisiera aportar algunos datos sobre esta enfermedad en España de principios del siglo XX.

Según la OMS “la tuberculosis es causada por Mycobacterium tuberculosis, una bacteria bacilo que casi siempre afecta a los pulmones”, ya que puede afectar a otros órganos propagándose así a columna, vejiga, cerebro, pericardio, articulaciones, riñón, órganos reproductores, cavidad abdominal (13). Antes de continuar con la descripción clínica, vamos a conocer unos cuantos datos históricos acontecidos en España sin antes olvidarnos mencionar al descubridor del bacilo causante de la Tuberculosis como fue el premio Nobel y bacteriólogo alemán Robert Koch, en concreto, en el año 1882 (14).
Aunque es cierto que la Tisis tuvo gran incidencia entre finales del siglo XIX, conocida como la Peste Blanca (15), y la primera mitad del siglo XX, no hay que obviar su carácter arcaico ya que es una de las enfermedades más antiguas de la que se tenga constancia. Tanto es así que se llegaron a descubrir indicios de lesiones tuberculosas en esqueletos de la Edad de Piedra y del Antiguo Imperio Egipcio (16).

En España, la industrialización facilitó la difusión de dicha enfermedad al coincidir varios factores precipitantes tales como la aglomeración de la clase obrera en barrios periféricos insanos, jornadas laborales extenuantes desarrolladas en condiciones antihigiénicas, la   escasa cobertura sanitaria facilitada por el Estado y una alimentación deficiente. Todo esto llevó a considerarla como enfermedad social. Así como esta realidad era patente, surgieron, hasta 1936, Asociaciones y Organizaciones en la lucha antituberculosa, emanando así, en 1903, la primera asociación: la Asociación Antituberculosa Española (AAE) (17).

A medida que fueron pasando los meses durante la Guerra Civil fue empeorando la de por sí negativa situación creada por esta lacra, sobre todo, en las zonas rebeldes. La guerra trajo consigo además de miseria y muerte la facilitación de la transmisión de la tuberculosis (17). Como dato de interés, destacar una tesis doctoral realizada en el Laboratorio de Antropología de la Universidad de Granada. Dicha tesis analizó las defunciones producidas en Granada y las principales causas (la tuberculosis y bronquitis) de fallecimiento en el siglo XX, destacando un dato curioso: las horas más frecuentes para morirse fueron entre las 12 y las 18 horas (18).

Descripción clínica. El modo de propagación es de persona a persona a través del aire, ya sea por tos, estornudo o esputo. La Tuberculosis tiende a ser latente; es decir, una persona puede estar infectada por el bacilo sin estar enferma ni transmitir la infección. Cuando esta se presenta, los síntomas (tos, fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso, dolores torácicos, debilidad, etc.) pueden ser leves por muchos meses. Esto hace que los enfermos antes de encontrar atención médica hayan transmitido la bacteria a otras personas. Entre los grupos de riesgo los adultos jóvenes son los que tienen mayor probabilidad de padecerla. También tienen altas posibilidades aquellas que están infectadas por el VIH y aquellas que tienen el sistema inmunitario deteriorado (19).

Diagnóstico. El primer paso para dar un posible diagnóstico de tuberculosis es la realización de  una radiografía de tórax, la cual se presenta como anormal ya que la enfermedad se manifiesta como zonas blancas irregulares. También se realiza la prueba cutánea de la tuberculina (mantoux) y el examen de esputo, en el que se busca Mycobacterium tuberculosis. Aunque la prueba de la tuberculina sea una de las más fiables, solo señala que en algún lugar del organismo hay bacterias tuberculosas vivas.
Para corroborar de forma segura la presencia de esta enfermedad y la determinación del bacilo es necesaria la obtención de una muestra de esputo, líquido infectado o tejido para analizarla en el laboratorio (13).

Tratamiento. La tuberculosis es una enfermedad que se puede tratar y curar mediante la combinación y administración de cuatro antibióticos diferentes durante seis meses junto con información, supervisión y apoyo del paciente por un agente sanitario (19).

Sanatorio de tuberculosos de la Alfaguara    

De entre una de las actividades filantrópicas de Berta Wilhelmi destacamos el Sanatorio de tuberculosos de la Alfaguara. No dudamos en absoluto de la voluntad de Berta por luchar contra esta enfermedad sino que muy posiblemente tuviera mucho que ver el haber perdido a su hermano Luis, a la edad de doce años, por esta enfermedad. Fue el primer paso para llevar a cabo este proyecto (20). Dejando a un lado esta suposición, hay que ser rigurosos a la hora de establecer el origen exacto de este proyecto. Para encontrarlo nos tenemos que remontar al verano de 1919 y al lugar geográfico de El Purche (1.500 m. sobre el nivel del mar), donde se construyó una casita llamada «Las Acacias», en el que se albergó a ocho enfermas. Fue allí, donde, en 1920, surgió la idea del Patronato Antituberculoso de la Alfaguara, trampolín último para la creación, en mayo de 1923, del Sanatorio y dispensario de la Alfaguara (1) en la zona Haza del Pinar a (1.400 m. sobre el nivel del mar).

Fue tal la expectación que asistieron personalidades, tales como el gobernador militar, el gobernador civil, el arzobispo, catedráticos, médicos, decanos y representantes  del Ayuntamiento de Granada y de Alfacar, además de un numerosísimo público.

El sanatorio estaba formado por dos plantas y veinticuatro camas, doce para hombres y doce para mujeres. Los muebles fueron donados por la reina Victoria Eugenia, presidenta de la Cruz Roja de Damas. La mayoría de las plazas que se ofrecían eran gratis y otras a media pensión costaban 3 pesetas. Las instalaciones disponían de salas de consultas, salas de cura, de cirugía general, de otorrinolaringología, terraza, galería de reposo, calefacción a vapor, pararrayos, agua corriente, cocinas y cuartos de baño.

Tardó bastante en llegar el reconocimiento a toda su labor altruista, siendo en Noviembre de 1923 cuando se le otorgó a Berta Wilhelmi la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia (20).

En 1926 tuvieron lugar dos acontecimientos, por un lado, la inauguración el 16 de mayo, en el parque del Sanatorio, del Pabellón «Luis Dávila» para niños que llevará el nombre de su hijo fallecido en marzo de 1925 en un accidente de aviación; y por otro, la creación de  la Junta Provincial de la lucha antituberculosa en Granada (1).

El Sanatorio funcionó hasta la Guerra Civil y la postguerra bajo la dirección de Helene Bickman Alterhoff (20). Debido a que a unos 1.000 metros de la zona donde se ubicó el edificio tuvo lugar uno de los frentes de la Guerra, este terminó abandonado y prácticamente derruido (21).

Bibliografía

1. Ballarín Domingo, Pilar. «Feminismo, educación y filantropía en la Granada de entre siglos: Berta Wilhelmi» En: Ballarín, P.; Ortiz, T. (eds.). I Encuentro Interdisciplinar de Estudios de la Mujer: la mujer en Andalucía. Granada: Universidad de Granada, 1990. (Feminae; 3). pág. 342. Disponible en https://hdl.handle.net/10481/34728.
2. Ballarín Domingo, Pilar. «Bertha Wilhelmi y su defensa de la aptitud de la mujer para todas las profesiones». Arenal. Revista de historia de las mujeres. 1998; 5(1): 192. Disponible en https://hdl.handle.net/10481/22263
3. Fernández Poza, Milagros. «El debate educativo de finales del ochocientos y el Congreso Pedagógico Hispano-Portugués-Americano». Cuadernos de Historia Contemporánea 2007, vol. Extraordinario, 81-92: 84. Disponible en https://www.juntadeandalucia.es/educacion/vscripts/wginer/w/rec/3268.pdf
4. «La Institución Libre de Enseñanza y su aportación a la educación de la mujer española», apartado 1.2.2.2. El Congreso Hispano-Portugués-Americano de 1892. Disponible en https://goo.gl/LaF8AH.
5. Jagoe, Catherine; Blanco, Alda; Enríquez de Salamanca, Cristina. «La mujer en los discursos de género: textos y contextos en el siglo XIX», Ed. Icaria, 1998, p. 197. Disponible en https://goo.gl/lf8jGA.
6. Wilhelmi de Dávila, Bertha. «Aptitud de la mujer para todas las profesiones» Madrid: [s.n.], 1893 (Fortanet). Disponible en https://hdl.handle.net/10481/28089.
7. Fundación Fernando de los Ríos. Biografía. Disponible en https://goo.gl/zIHucl.
8. Wilhelmi De Dávila, Bertha. «La Primera Colonia Escolar Granadina: memoria presentada por su directora Bertha Wilhelmi de Dávila á la Real Sociedad Económica de Amigo del País: Septiembre de 1890». Ed. Granada: [s.n.]. 1891 Disponible en https://hdl.handle.net/10481/22396.
9. «Fondo de la Sociedad Económica de Amigos del País de Granada». 1775-1934      Disponible en https://archivo.ugr.es/pages/fondos/fondo_soceconomica.
10. Jiménez-Landi Martínez, Antonio. «La Institución de libre Enseñanza y su Ambiente». Tomo III. Periodo Escolar (1881-1907) pág. 110 Disponible en https://goo.gl/VRrrlG.
11. Martínez Medrano, Eulalia. «El Boletin de La Institución de Libre de Enseñanza (B.I.L.E.)» [https://www.juntadeandalucia.es/educacion/vscripts/wginer/w/rec/3044.pdf].
12. Garzón Cardenete, José Luis; Granados Palacios, Alberto. “Cien años del colegio Berta Wilhelmi de Pinos Genil”. Ideal.es (blog), 25 marzo, 2013. Disponible en https://granadablogs.com/granadarecuerdasuscosas/tag/colegio-publico-berta-wilhelmi/.
13. Sin autor. Tuberculosis. MSDsalud. S/a. Disponible en https://www.msdsalud.es/manual-msd-hogar/seccion-1/tuberculosis.html.
14. Sin autor. “Robert Koch y la bacteriología moderna”. La Medicina en la historia. Unidad 2: El proceso histórico de las ciencias de la salud. S/a. Disponible en https://www.juntadeandalucia.es/averroes/~29701428/salud/koch.htm.
15. Berlanga Gómez, Antonio. «Incursión a lo desconocido» Editorial: S.L. Punto Rojo Libros, 25/04/2014. Disponible en https://goo.gl/rMrreo.
16. Vidal, Pilar. «La peste blanca, una asesina ancestral» Periódico “La Opinión A Coruña”, 29/03/2013. Disponible en https://goo.gl/qqaqnA.
17. Palao Ibáñez, María del Carmen. «Una perspectiva social de la tuberculosis en España: 1900-1939» pág. 2,4 Universidad Complutense de Madrid. Disponible en https://goo.gl/pf8TaI.
18. Canal UGR. Recursos de información y comunicación. Fuente: Redacción Periódico Granada Digital, 12/03/2009. Disponible en https://goo.gl/ygPrDP.
19. OMS. “Tuberculosis”. Organización Mundial de la Salud, Nota descriptiva N°104, Octubre de 2015. Disponible en https://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs104/es/.
20. Puertas Única, María Belén. «Remembranzas de la Alfaguara»,         [blogdebelenpuertas.blogspot.com.es] 26/05/2010 Disponible en https://goo.gl/Wx0RRK.
21. Hospitales y sanatorios abandonados (España) [laexuberanciadehades.wordpress.com] Disponible en https://goo.gl/D6SgRg.

MATERIALES AUDIOVISUALES

Podcast Berta Wilhelmi: [https://www.bibliotecavirtualdeandalucia.es/opencms/valor-escuchar/08-con_voz_propia/026-berta_wilhelmi.HTML]

Vídeo Hospital de Berta 1: [https://www.youtube.com/watch?v=JH0B54ulW5w]
Vídeo Hospital de Berta 2: [https://www.youtube.com/watch?v=Shfk-6lT2QA]


Esta entrada ha sido realizada por alumnado de 1º de Enfermería de la Universidad de Granada en el marco de la asignatura “Evolución Histórica de los Cuidados. Teorías y Modelos”, curso 2015-16.

El Hospital del Cardenal Salazar en la Judería de Córdoba

Autora: Ana María Serrano Moya, 1º A (2014/15)

En estas vacaciones de navidad nos hemos reencontrado los amigos que estamos estudiando fuera de nuestra ciudad, Linares, Jaén. Y hablando de cómo nos habíamos adaptado, de lo que cada uno hacíamos en la carrera, salió el tema de hacer trabajos y yo hablé de lo que hacemos en esta asignatura. Entonces, una de mis amigas que está estudiando en Córdoba, me comentó una leyenda de su facultad, que me gustaría compartir.

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Ella está estudiando en la Facultad de Filosofía y Letras de Córdoba, un edificio antiguo que todavía guarda algunas reliquias de la época en la que se fundó y de la antigua actividad que se desarrollaba en él. En la antigua capilla que ahora es el aula V se hacían operaciones médicas y las contraventanas de la parte superior están marcadas con los nombres de los enfermos, algo que llama la atención y que algunos alumnos se plantean el porqué. Cuestión a la que los profesores contestan con una leyenda de que todavía se encuentran en esta Facultad los espíritus de los pacientes que residían en lo que antes era un Hospital.

Esta anécdota me resultó interesante y he estado buscando información sobre ella para averiguar si se trataba realmente de un antiguo hospital. Esta es la información que he podido encontrar y algunas imágenes reales del edificio.

El edificio del que he hablado, actual Facultad de Filosofía y Letras se encuentra en la plaza del Cardenal Salazar, antigua del Hospital del Cardenal Salazar, también llamado Hospital de Agudos, situado en el corazón del barrio de la Judería y muy cercano a la Catedral, es uno de los ejemplos más interesantes de la arquitectura civil del siglo XVIII en la ciudad. Dentro de recinto de la facultad también se encuentra la Capilla de San Bartolomé, de estilo gótico-mudéjar.

Los estudios que se cursan en esta Facultad son: Filología Hispánica, Filología Inglesa, Historia, Historia del Arte, Humanidades, Traducción e Interpretación.

Aunque desempeñó durante siglos las funciones de Hospital, la idea original de su fundador no fue esa, sino la de levantar en ese espacio un Colegio para los acólitos y niños de Coro de la Catedral. Con este motivo el promotor de la obra, el Cardenal fray Pedro de Salazar y Toledo, perteneciente a la Orden de la Merced, compró en 1701 la casa solariega de don Antonio Carlos del Corral, situada frente al Convento de San Pedro de Alcántara. El proyecto para esta obra se encargó al arquitecto Francisco Hurtado Izquierdo, quien por entonces desempeñaba el cargo de Maestro Mayor de la Catedral.

Los trabajos se iniciaron con gran celeridad, sin embargo, en 1704 Córdoba se vio asolada por una terrible epidemia de peste y ello puso de manifiesto la escasez de centros asistenciales que tenía la ciudad, lo que impulsó a los dos Cabildos -municipal y eclesiástico- a solicitar del Prelado que desistiera de su primitiva idea y convirtiese su primer proyecto en un hospital que sirviera para remediar la precaria situación sanitaria de la ciudad, idea que el Cardenal, por entonces Obispo de Córdoba, aceptó de buen grado, dotando a la nueva fundación de rentas cuantiosas.

Con la muerte del Cardenal Salazar y Toledo y la sucesión del señorío al Deán de la Catedral, don Pedro Salazar y Góngora, se hicieron entonces algunos añadidos al proyecto original, buscando la mejor adecuación a sus nuevas funciones, inaugurándose finalmente el hospital en 1724. En sus salas tienen acogida al principio, además de los enfermos pobres, los presos y dementes e incluso transitoriamente, es hospital militar durante la Guerra de Independencia.

Cuando en 1837 se produce la fusión de los múltiples hospitales que en Córdoba existían, siguiendo lo ordenado en el Reglamento General de Beneficencia Pública de 1836 que dispone la separación de los orates en hospitales adecuados, así como la ubicación de los enfermos crónicos en departamentos diferentes a los agudos, el Hospital del Cardenal es destinado precisamente para este último tipo de enfermos, de cuya coyuntura tomará el nombre con el que se le conocía hasta su extinción en 1969: Hospital de Agudos.

Desde 1853, durante su época como Hospital, la asistencia directa de los enfermos corrió a cargo de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Entre 1871 y 1874 fue sede de la Facultad de Medicina de la Universidad Libre de Córdoba, ya que era el único de los existentes en su época que reunía todas las características necesarias para hacer compatible la docencia teórica con la práctica y con la labor asistencial.

En las contraventanas del segundo cuerpo del patio principal pueden verse todavía nombres y fechas de pacientes que allí estuvieron ingresados. Algunas de ellas se remontan al siglo XVIII, pudiendo apreciarse tipo de grafía, distinto al actual. Existe la creencia de que hay fantasmas que se pasean de noche por los pasillos de la actual facultad, espíritus de enfermos que murieron allí. Destaca el hecho de que, todavía a principios del siglo XXI, las limpiadoras que entraban a primera hora al edificio, lo hicieran por parejas, no dejando pasar a los estudiantes que iban llegando hasta que las luces estaban encendidas.

Páginas en las que se puede ampliar información y donde podemos ver que incluso se utiliza como lugar turístico cultura al cual se hacen visitas.

https://viejospapeles.blogspot.com.es/2012/10/una-muerte-en-el-hospital-de-agudos.html

https://www.cordobamisteriosa.es/rutas/especial-sanatorio/

Bibliografía

-Jurado Marín, Lucas. Una muerte en el Hospital de Agudos. Hechos curiosos y reseñables delmundo de la investigación (blog). 1 de octubre de 2012. VER

-Sin autor. Facultad de Filosofía y Letras. Córdobapedia. VER

-Sin autor. Hospital del Cardenal Salazar. Wikipedia. VER

-Sin autor. Hospital del Cardenal Salazar. Córdobapedia. VER

Nuevo paseo por la Granada hospitalaria de Juan de Dios

Autoras: Mª Trinidad Rodríguez Pérez y Aida Toro Ruiz, 1º A (2014/15)

La visita estuvo dirigida y diríamos que amenizada por el profesor D. Manuel Amezcua, ya que no solo nos relata la historia sino que además nos ameniza el recorrido con anécdotas de la época. Comenzamos en el zaguán y los patios del Hospital de S. Juan de Dios (S. J. de D.), que aunque aún sigue funcionando se encuentra en un estado deplorable. En las paredes se vislumbra que en otros tiempos habría bellas pinturas, ahora están todas retiradas para su restauración, solo se aprecia la parte de abajo en la cual aún se conservan bien los azulejos.

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El hospital contaba con tres patios, aunque ahora solo se pueden visitar dos ya que el tercero está habilitado para almacén y garaje.

Aunque al principio S. J. de D. comenzó su labor humanitaria llevando a los enfermos a las casas de sus bienhechores, pronto consiguió limosnas suficientes para poder alquilar una casa en la calle Lucena y montar allí su primer hospital.

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Crece su obra y en diez años más crea su segundo hospital en la cuesta de Gomérez.  Para llegar allí Juan de Dios ha de acarrear con los enfermos y superar grandes vicisitudes (el río, una gran cuesta).

Aprendimos que Juan de Dios era muy persuasivo, y que un día ante una persona que encontró muerta en la calle pidió ayuda a una autoridad y esta se la negó y él ni corto ni perezoso cogió el muerto y se lo dejó a la entrada de su casa y ante esta situación lo llamaron y consiguió el dinero del entierro y un poco más para su obra.

El recorrido está bañado de curiosidades. La torre de nuestra catedral está habitada por una familia de personas muy mayores. Originariamente eran los campaneros. Ahora las campanas se tocan pulsando un botón, pero aun así ellos continúan viviendo allí. Una enfermera va a hacer las visitas domiciliarias y ha de subir a lo alto sin ascensor, por tanto ha de subir muchísimas escaleras.

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La catedral es tan majestuosa porque en un principio fue concebida como panteón para que fuera enterrado el emperador Carlos I, pues este quería estar junto a la capilla de los Reyes católicos y sus hijos,  pero  cuando su hijo Felipe II construyo El Escorial  se lo  pensó y decidió que reposaría allí.

En cada rincón de Granada se podrían contar muchas historias de Juan de Dios pero llegado al Palacio Arzobispal, nos recreó las imágenes de Juan cuando después de haber estado en la prédica de Juan de Ávila y quedar transformado se vino a la Iglesia del Sagrario, que entonces era la mezquita transformada en catedral, y pasó tres días dentro y a partir de ahí empezó a hacer las cosas raras que ya le caracterizaron. El haciendo esas cosas y alentado por las voces de los  niños, que le dirían algo así: “tírate al agua, Juan tírate al agua”  y él cedía revolcándose en el charco, que veíamos frente a la Iglesia del Sagrario.

Aprendimos cómo algunos que no le querían se quejaron al Arzobispo Guerrero y éste le recriminó que iba a echar a perder su obra por acoger entre otros a prostitutas y Juan de Dios se puso de rodillas y le contestó que si eso era así, el primero que se tenía que ir era él. Porque él era el más indecente, y afirmó que para Dios no había clases, todo el mundo era igual (Juan de Dios se sentía el más indigno). Con estas palabras desarmó al Arzobispo y éste le dijo que continuara con su obra.

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La plaza de las Pasiegas en el siglo XIX (las pasiegas aparecen entre tenderetes ofreciendo su leche)

Nos explicó el porqué se llama la Plaza de las Pasiegas: vinieron unas mujeres del valle del Pas, de Cantabria, las pasiegas, que se las contrataban como amas de leche. Se dedicaban a dar leche a los niños de las familias ricas. Y también ofrecían sus servicios de forma mercenaria (cobrando dinero) a otras clases sociales, para ello se ponían en esta plaza, sentadas al sol y venían mujeres a requerir sus servicios. Le pagaban el dinero y las pasiegas les daban teta a los niños.

En la plaza Bib-Rambla Juan de Dios se ponía a vender haces de leña. Entonces era una plaza estilo castellano con soportales, en donde se celebraban, entre otras cosas, corridas de toros. En los pisos de arriba vivía gente pero tenían un trato con el ayuntamiento (tenían que ceder sus balcones para que se pudiera ver desde allí los toros. Esos sitios costaban un dinero que el ayuntamiento se encargaba de cobrar).

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Aprendimos el origen del nombre de la calle “Arco de las orejas”, Zacatín, Tundidores, y muchas más. En la calle Tundidores había una señora ya mayor y bien entrada en carnes  que tenía una tienda de ropa usada. Allí iba Juan de Dios con los niños “de 20 en 20” para vestirlos.

Pasamos por la entrada de la cuesta de Gomérez y nos explica que al final hay una puerta que se llama de las Granadas y un poquito antes una calle estrecha que es dónde estuvo situado el segundo hospital de Juan de Dios, y el esfuerzo tan grande que tenía que hacer para llevar a hombros los enfermos por la cuesta, hasta llegar al hospital.

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Terminamos la visita en la casa de los Pisa, que es el Museo de San Juan de Dios, en donde Don Manuel se encarga de buscarnos al mejor conocedor del edificio para que nos lo explique, que es su director Francisco Benavides.  Allí muere San Juan de Dios el 8 de marzo de 1550. La casa era propiedad de Doña Ana de Osorio, señores de Pisa. Cuando cae enfermo la señora Osorio se lo lleva a su casa para cuidarlo. La casa está llena de objetos que rebosan de historias. Don Francisco nos cuenta un poco sobre la institución de San Juan de Dios y sobre los tesoros que allí se guardan. Una institución que no está muerta sino que está en continua transformación por todas las partes del mundo. Nos muestra un documento, que Roma otorga al primer grupo de hermanos de San Juan de Dios en 1571.

Esto nos indica que su expansión fue muy rápida a pesar de que no contaba con mucho dinero. El éxito de la institución se debió a que en aquel momento la Iglesia se dedicaba a pensar en las cosas de arriba y apenas había nadie que estuviera por resolver problemas terrenales. La institución aportó una visión social pero desde dentro de la iglesia. Esto se refleja en una carta de que escribió y decía “Si supieras cuán grande es la misericordia de Dios, no dejaríais de hacer el bien”. Y a eso se dedicó durante lo que le quedó de vida.
Nos muestra el documento en el que San Juan de Dios fue nombrado patrón de los enfermos, por el Papa Pio XI, en Roma a 28 de agosto de 1930. También es patrón de los enfermeros y bomberos y se celebra el 8 de marzo.

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Vimos el libro que un hermano de San Juan de Dios, José Bueno y González, escribió y publicó en 1833 con el nombre de “Arte de la enfermería, para la asistencia teórico-práctica de los pobres enfermos que se acogen en los hospitales de la sagrada religión de nuestro padre San Juan de Dios”. Nos cuenta que se editaron dos volúmenes al mismo tiempo. El otro libro se refería a cuestiones espirituales. Esos libros los tenían guardados en los bolsillos y aunque tenían muchísimo trabajo los estudiaban entre tarea y tarea.

Y por último nos muestra la joya de la corona, el libro de registro de enfermos más antiguo que se conserva del hospital de S. Juan de Dios, “el tercer libro de registro de enfermos que se hizo en el hospital de S. J. de D. de 1566. Este libro se encuentra en la casa de los Pisa porque cuando los hermanos de S.J. de D. en la desamortización de Mendizábal salen del hospital, y el hospital se queda funcionando con personas laicas, todos sus documentos los guardaban en el edificio, en sus archivos. Hasta que se crearon los archivos históricos en las diputaciones y se llevaron allí todos los documentos. No hay constancia de porqué se llevó a la casa de Pisa pero allí está. Nos relata que en el libro se registra de los enfermos, el nombre, la fecha, las pertenencias (capa, calzas), el oficio (tundidores, espaderos, sombrerero), y si fallece le ponen una cruz. Las mujeres no se les menciona el oficio, todas son mujer de… La mujer era en esa época totalmente dependiente del hombre. También había esclavos de piel morena, aunque ya estaba abolida la esclavitud, ellos continuaron en la ciudad sirviendo a sus señores. Como curiosidad indicar que la media de edad de los enfermos era de 42 años y que de 702 enfermos solo aparecen 2 con 72 años. No aparecen los datos de su enfermedad porque no hay en esa época concepto de diagnóstico. Lo importante de este libro además de para la enfermería es que nos habla de la historia social de Granada.

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Visitamos la casa, que estaba llena de joyas tanto literarias como pictóricas, muebles de época, etc. La excursión fue inolvidable. No nos queda más que decir que darle las gracias al profesor D. Manuel Amezcua por haber dedicado la tarde del viernes a acompañarnos y hacernos revivir la historia de San Juan de Dios en Granada.

Recomendamos

Para conocer algo más sobre el origen de la Plaza de las Pasiegas VER

Andando los pasos de San Juan de Dios en Granada: algunas reflexiones

Autor: Lauro Quesada Jiménez, 1ºB (2014/15)

En la fría tarde del jueves 28 de noviembre un grupo de alumnos nos disponíamos a las tres de la tarde  a emprender un recorrido que nos llevaría tras los pasos de una de las figuras más importantes que en cuanto a avances en el campo de salud se dieron hace ya más de quinientos años. Una de las figuras más importantes y a la vez de las más desconocidas. ¿Por qué? Tal vez sea alguno de esos caprichos que la historia nos “regala” de vez en cuando, o cualquier otra razón ni mucho menos justificada, más cuando indagamos un poco en la vida y el legado de este hombre.

El mejor método para saber por qué somos hoy lo que somos es la memoria, volver la vista siglos atrás y en un alarde de imaginación intentar comprender como seríamos hoy si aquello tan lejano en el tiempo (que no en el espacio) no hubiese sucedido.

De todos modos nosotros, estudiantes de primero de Enfermería que estrenábamos una facultad absolutamente moderna e innovadora (incompleta también, todo hay que decirlo) hace pocas semanas, aquel viernes gris acompañados por nuestro profesor, Don Manuel Amezcua nos disponíamos a introducirnos en las entrañas de aquella Granada vieja, medieval, que despertaba poco a poco de ese sueño largo del que nunca pareciera que iba a despertar mirando al futuro, con los ojos puestos en una modernidad que llevaba años llamando a la puerta.

Juan ciudad Duarte fue una de esas llamadas y las puertas de aquella Granada con ganas de progresar se abrieron para recibir a aquel hombre nacido en Portugal, que fue un trotamundos hasta que recaló en esta tierra, donde ejerce de vendedor de libros religiosos hasta que es encarcelado en el Hospital Real, al ser tratado de loco. Al salir del reclutamiento, su vocación le lleva a dedicar su vida a los más pobres: pide limosna, atiende los enfermos…

Con el tiempo se le van uniendo algunos compañeros y se comienza a gestar una orden hospitalaria que llega hasta nuestros días, que nació en Granada y tuvo y tiene su centro en esta tierra: la orden de San Juan de Dios. Juan de Dios muere el ocho de Marzo de 1550, víctima de una pulmonía tras intentar rescatar a un niño que se estaba ahogando en el rio Genil.

Pues bien, nuestro recorrido será guiado por los pasos de este hombre, llevándonos a conocer los lugares más emblemáticos de la Granada de San Juan de Dios, comenzando por el hospital que lleva su nombre, un proyecto que San Juan de Dios no llegó a ver terminado y que sería el culmen de su obra en la ciudad que  “sería su cruz”. Es una pena que un edificio tan importante se encuentre es las condiciones que pudimos verlo, dejado de la mano de Dios por las instituciones.

Nada más entrar pasamos a un gran patio de estilo renacentista con una fuente ricamente ornamentada en el centro a través del cual se distribuía todo el hospital. Después pasamos a otro patio de menores dimensiones y con una decoración más pobre y de un estilo más cercano al barroco. Este patio fue construido para ampliar el hospital que se estaba quedando pequeño. Cabe destacar la importancia de este edificio, tanto en su función como en su influencia, ya que el hospital de San Juan de Dios ha estado operativo durante siglos y su influencia a lo largo del tiempo ha sido enorme, tomándolo como modelo para construir hospitales por todo el mundo.

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Pero antes de construirse el hospital de San Juan de Dios, Juan Ciudad se dio cuenta de la necesidad de tener un lugar fijo donde poder atender de forma digna a sus enfermos. Por ello, antes de iniciarse este gran proyecto, San Juan de Dios no atendería a los pobres en la calle, sino que su vocación le llevaría a alquilar diversos locales por Granada como en la plaza de Bibarrambla, el local de la calle Lucena y el de la cuesta de Gomeres.  Sus pasos nos llevarían por las citadas calle Lucena y plaza de Bibarrambla hasta llegar a Plaza Nueva donde pudimos ver la cuesta de Gomeres (y casi imaginarnos a Juan Ciudad vestido con su sotana cargando enfermos a cuestas, subiendo por esa empinada calle que llega a los pies de la Alhambra).

Llegamos por ultimo al lugar donde murió San Juan de Dios, la casa de los Pisa. Y aquí sí, nada más entrar a este lugar se respira que estás entrando a un lugar especial. Aquí el alarde de imaginación al que hacíamos referencia antes se hace más llevadero ya que en el momento en el que cruzamos esa pequeña puerta de madera, pudimos notar como el paso de los siglos allí no había hecho tanta mella. Notábamos que estábamos en un lugar especial y lo confirmamos en el momento en que empezamos a descubrirlo, a desentrañarlo. El edificio estaba de nuevo articulado por un patio central a través del cual se distribuían todas las estancias.

Tuvimos el placer de descubrir un lugar donde se respiraba historia, un lugar que conservaba algunas obras de arte únicas y documentos que han resistido el paso de los años para llegar a nosotros y contarnos como era la vida hace quinientos años. Pudimos ver uno de esos documentos, recientemente restaurado: el  libro 3º de Registro de Hombres y Mujeres, de 1566-1567, en el que aparecían los nombres, apellidos, dirección  y pertenencías de todos los enfermos que eran atendidos.

Por último vimos la capacha con la que San Juan de Dios pedía limosna (por lo que a su grupo de seguidores se les conoció en los primeros años como los hermanos de la capacha), su primera pintura, su bastón y la habitación donde murió, de rodillas con un crucifijo entre las manos.

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Cuando tenemos la oportunidad de tener un contacto tan directo con estas obras de arte y estos documentos me vienen a la mente dos cosas: en primer lugar, el hecho extraordinario de que un libro débil, de papel apenas resistente, que parece que se rompe con solo dirigirle la mirada pueda sobrevivir quinientos años y “dejar tiradas por el camino” a decenas y decenas de generaciones; y en segundo lugar, me viene a la mente la necesidad de dejarle esas obras que nos hablan de como éramos  y de por qué somos lo que somos a las generaciones venideras en mejores condiciones de como los encontramos, para que ellos también puedan aprender y descubrir su propia identidad a través de la historia.

 

 

Noticias históricas del Hospital Noble de Málaga

Autora: Mirella Patricia García Gómez, 1ºB (2014/15)

Se trata de un antiguo hospital auxiliar construido entre 1866 y 1870, situado en el barrio de la Malagueta en Málaga. Llevado a cabo por las herederas del doctor Joseph Noble, un médico natural Frisby, Inglaterra. Era doctor en Medicina por la Universidad de Cambridge. Estando delicado de salud vino a la ciudad de Málaga para restablecerse pero se encontró la muerte el 6 de enero de 1861 por el cólera, ya que tuvo que atender a un paciente afectado por la enfermedad.

La finalidad de este hospital en un principio era atender tanto a los malagueños como a los numerosos extranjeros que arribaban en el puerto de Málaga, principalmente como hospital de urgencia. El terreno fue cedido gratuitamente por los herederos del Dr. Noble para su construcción, pero con la condición de que se entregara a la Beneficencia. Si no se seguía este mandato el terreno volvería a sus herederos.

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El proceso de creación fue largo, durando cinco años. Comenzando en el año 1866 y llevada a cabo por el arquitecto municipal Cirio Salinas Pérez. Pero la capilla del hospital fue inaugurada cinco años después. El edificio se enmarca dentro del estilo neogótico. Su estructura es simple, siguiendo la tipología de naves. Poseía una nave longitudinal con un pasillo central que daba acceso a las distintas dependencias, a la que se adosan de forma transversal dos cuerpos laterales y uno central, que sobresalen en planta y altura.

En 1875, el hospital se cedió a una Junta de Damas, la cual operaba con las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul. Se determinó que la mitad de las camas fueran de pago, pero la otra mitad era para la Beneficencia y extranjeros necesitados. Con el tiempo el edificio pasó a formar parte de la Comisión Municipal de Beneficencia.

El 16 de diciembre de 1900 ocurrió en la costa malagueña un naufragio de la fragata alemana “Gneisenau”, a lo que el hospital prestó numerosos servicios. A lo que el cónsul de Alemania compensó con la donación de numeroso material al hospital, además de un puente metálico conocido comúnmente como “El puente de los alemanes”, ya que el que había de madera sufrió graves daños por una inundación.

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Puente de los Alemanes, Málaga

En el siglo XX, la vida en el hospital fue muy difícil debido a la escasez de enfermos y medios. Por lo que en 1923, fue cedido a la Cruz Roja, siendo incautado en 1931 durante la II República española, aunque en 1937 fue devuelto a sus originales donantes, realizando actividades sanitarias hasta los años 80. Pero en 1970 las instalaciones hospitalarias sufrieron una gran ampliación que modificaron el interior del edificio y su fachada trasera original.

hnoble3Más tarde fue dedicado como laboratorio de Bromatología, para análisis de alimentos y aguas. Aunque cada vez fue adquiriendo un carácter de edificio administrativo del Ayuntamiento. A los malagueños no les gustó en absoluto, publicando incluso sus opiniones en la prensa local. En la actualidad, sigue siendo lo que fue a finales del siglo XX, un edificio que alberga oficinas municipales.

Fuentes

-Hospital Noble. Wikipedia. Disponible en https://es.wikipedia.org/wiki/Hospital_Noble
-Lara García,  María Pepa. Historia del Hospital Noble de Málaga (1865-2004).  Isla de Arriarán: revista cultural y científica, 2005; 25: 189-216. Disponible en  https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2042733.pdf

Impresiones y noticias históricas en el Itinerario «Tras los pasos de Juan de Dios en Granada»

Autora: Irene Roldán Cubillas, 1ºA (2014/15)

En la fría tarde del 28 de Noviembre de 2014, nos dispusimos a conocer un poco más acerca de la vida de Juan Ciudad, más conocido como San Juan de Dios, y para ello seguimos sus pasos por Granada.

Empezamos narrando su vida

Nacido en Montemor-O-Novo, Portugal en 1495 ejerció como pastor. Juan entró en la milicia y participó en varias batallas de Carlos V. En una de las campañas le pusieron a cuidar un depósito y, como el enemigo logró saquearlo, le condenaron a la horca. Juan se encomendó a la Virgen María y le perdonaron la vida. Dejó la vida militar pero en ella aprendió a ser disciplinado y sufrido.

Se dedicó entonces a vendedor ambulante de libros y estampas religiosas. Abre una pequeña librería en la Puerta de Elvira. La librería le permite entrar en contacto con la literatura de tipo devocional y religioso. En una ocasión, con su cargamento de libros, llegó a un ameno lugar de la ciudad donde había una fuente, y pudo ver al Niño Jesús que sostenía una granada en la mano, coronada de una cruz, quien le dijo antes de desaparecer: «Juan Ciudad, Granada será tu cruz». Esta leyenda cuenta el origen del escudo de la Orden de San Juan de Dios.

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Azulejo sevillano en el patio principal del Hospital San Juan de Dios

Es aquí en Granada donde una fresca mañana de enero de 1539, se encuentra predicando el maestro Juan de Ávila, apóstol de Andalucía, a donde acude Juan, que empieza a proferir gritos desaforados, pidiendo perdón a Dios, da volteretas, llora… la gente se burla de él y lo tachan de loco. Tras esto, lo llevan como un loco, a que ingrese en el Hospital Real a la sección de psiquiatría, que tras un tiempo muestra cordura, sensatez y buen juicio.

Siendo como era gran observador, su talento natural lo llevó a descubrir allí mismo el inmenso mundo de la enfermedad y su entorno. Pero, ¿qué le ocurrió en este drama? Las palabras de Juan de Ávila empujaron a que descubriera de un modo súbito y emocional, lo mucho que Dios lo había amado y tener 44 años y no haberlo descubierto antes. El pobre era su vocación, y lloraba de dolor y de amor.

A partir de esta experiencia de gracia y sufrimiento, Juan Ciudad se prometió a sí mismo fundar su propio hospital donde poder tratar a los enfermos con el respeto y cariño que se merecen. Se dirige en peregrinación al santuario de la Virgen de Guadalupe en Extremadura. Allí madura su propósito y a los pies de la Virgen promete entregarse a los pobres, a los enfermos y a todos los desfavorecidos del mundo.

Ya en Granada, comprendió que no era suficiente cuidar a los enfermos en la intemperie, sino acogerlos en lugares cerrados. Y así empezó alquilando pequeños pisos en la plaza de Bibarrambla, y es cuando alquila un local en la calle Lucena, que pudiera ya considerarse como su primer albergue/hospital.

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Fachada en la C/Lucena, del primer hospital de San Juan De Dios

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Pintura de López Vázquez de la misma fachada

Más tarde se desplaza hacia la cuesta de Gomérez, siendo un hospital más evolucionado. Sus obras se multiplican y crece el número de sus discípulos -entre los cuales destaca Antón Martín, creador del Hospital de la Orden en Madrid llamado de Nuestra Señora del Amor de Dios- y se sientan las bases de su obra a través del tiempo. Pronto crece su fama por Granada, y el obispo le pone el nombre de Juan de Dios.

Que San Juan de Dios años más tarde se convirtiera en patrono de los Bomberos, se remonta al incendio del Hospital Real, el día 3 de Julio de 1549, a las 11 de la mañana, en el que parecía un ser incombustible, un ser ‘ileso entre las llamas’. Y es que con mucho afán, cerciorándose de que no quedaba ningún enfermo entre las llamas, socorrió a todos ellos. Un hombre que ardió en amor divino ‘para que nadie en torno suyo pereciera de frío’.

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Manuel Gómez-Moreno González (1880). Museo de Bellas Artes de Granada

Por su obra también se le adjudicó ser patrono de todos los Hospitales y de todos los Enfermos, de todas las Enfermeras, Personal Sanitario y Asociaciones.

A últimos de febrero de 1550, con los deshielos de Sierra Nevada, le dijeron a Juan de Dios que el Río Genil bajaba imponente, lleno de troncos. El joven que le acompañaba para recoger los troncos, no se sabe cómo, cayó al agua. Juan se arrojó rápidamente para salvarlo. Hizo todo lo que pudo. Llegó al hospital chorreando, no se sabía si eran lágrimas o agua…

Una bienhechora, Ana Osorio, esposa de García de Pisa, lo trasladó a su casa, la casa de los Pisa. Pocos días después, Juan se levantó de la cama donde guardaba reposo, se puso el hábito, tomó el crucifijo con las manos, se arrodilló, y expiró. Era la madrugada del 8 de Marzo de 1555.

El Hospital

No llegó a ver terminado el hospital que tanto tenía pensado para dar cobijo a más enfermos si cabe. Cuando Juan Ciudad muere ya se habían construido “dos cuartos” y parte del tercero del edificio. Años después, se realiza el traslado de los enfermos desde el hospital de la Cuesta de Gomérez.

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Segundo Claustro

Durante siglos, el hospital se dedicó a dar acogida a pobres y enfermos, además de servir como lugar de formación de centenares de hermanos hospitalarios. En el siglo XVI, el edificio contaba con 6 salas de enfermería y 25 camas, era atendido por 25 religiosos y el Superior, y la ayuda de una treintena de colaboradores.

El valor arquitectónico más relevante del edificio se sitúa simétrico al eje que marca la escalera principal o de carroza, cubierta por una armadura policromada de estilo mudéjar. El claustro principal está formado por 30 columnas de mármol gris. El centro está ocupado por una fuente con un pilar poligonal y dos tazas de mármol blanco sobre el que aparece el emblema de la Orden, es decir, la granada coronada por la cruz.

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Primer clausto

El segundo claustro, proyectado en el siglo XVIII, consta de 25 pilares y su centro está presidido por una fuente más sencilla y también coronado por el emblema de la Orden en hierro forjado.

En 1835, los religiosos de San Juan de Dios se ven obligados a abandonar el Hospital como consecuencia de la Desamortización de Mendizábal, que ordena la supresión de los conventos religiosos, por lo que la Orden quedó prácticamente extinguida en España. Tras la vuelta de la Orden a España no se han dejado de hacer gestiones para recuperar este importante patrimonio cultural, asistencial y religioso, para lo cual han contado con la ayuda de la Asociación de Amigos de San Juan de Dios, con el fin exclusivo de realizar actividades encaminadas a la devolución o cesión del Hospital a la Orden.

Casa-Museo de los Pisa

La Casa de los Pisa, donde murió, nos deja ver lo que permanece de Juan de Dios, algunos de sus objetos y los objetos más relevantes de su Orden. Entre ellos se encuentra la capacha con la que podemos pensar que iba y venía para ayudar a sus enfermos, o con la que cogía leña para calentarlos.

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Y también el libro 3º de Registro de Hombres y Mujeres, de 1566-1567, que ingresaban en el Hospital San Juan de Dios, con los nombres, apellidos y oficios, y las mujeres con los apellidos de sus maridos.

Magnífico itinerario el de ayer al que invito a mis compañeros a asistir y conocer más de la vida de San Juan de Dios.

Fuentes

-Casa de los Pisa. Archivo-Museo de San Juan de Dios. Web oficial https://www.museosanjuandedios.es/
-Hospital San Juan de Dios (Granada). Disponible en https://www.sanjuandedios-oh.es/?q=hospital-san-juan-de-dios-granada
-Novella, Braulio (O.H.). S. Juan de Dios, testigo de amor a los más pobres. Folleto divulgativo editado por la O.H. de San Juan de Dios. S/l, s/a.

 

Un hospital de Sangre en Granada: el hotel Alhambra Palace

Autora: Lucía Vallejo Sánchez, 1º A (2014/15)

El hotel Alhambra Palace de Granada fue utilizado como hospital de sangre durante la Guerra Civil española. Los propietarios cedieron a las fuerzas nacionales el establecimiento, que fue convertido en hospital de sangre. Durante el conflicto bélico, las monjas y mujeres que en él vivieron le pintaron enormes cruces rojas para que se supiera que ahí solo había heridos de guerra y civiles enfermos. De esta manera, las fuerzas militares no bombardearon la zona, lo que preservó intacto el legado histórico y arquitectónico del inmueble.

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Ignacio Durán, actual director comercial cuyo padre fue médico del hotel, piensa que el hotel pudo salvarse de los bombardeos gracias a esas cruces. En los largos y amplios pasillos del hotel se dispusieron las camas para los heridos.

enfermera 1936 Hospital de Sangre __ _800x600_¿Qué era un hospital de sangre? Era el lugar que durante la guerra civil se destinaba para hacer las primeras curas, después de los bombardeos a la población civil en la retaguardia. Mujeres ayudaban en las ambulancias y en los servicios sanitarios, aunque su trabajo no era reconocido por la sociedad y mucho menos remunerado, además sus condiciones de trabajo eran penosas.

Bibliografía

-García Nadal, Rufi. Enfermería. Trajes en la Historia.  Enfermera Española 1936 Hospital de Sangre. Disponible en https://www.rufigarcianadal.es/pintura/main.php?g2_itemId=482
-Redacción. Alhambra Palace, historia viva de Granada y patrimonio de Andalucía. Revista del Viajero, 12/09/2012. Disponible en

Alhambra Palace, historia viva de Granada y patrimonio de Andalucía

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Noticias históricas del Hospital de la Reina de Alhama de Granada

Autora: Marta Villarraso Gómez, 1º C /2014/15)

El Hospital de la Reina es un hospital eclesiástico que se encuentra en Alhama de Granada, creado por los Reyes Católicos en el año 1485 para los heridos de la Guerra de Granada, llevaba a cabo un procedimiento por el cual primero el cura le limpiaba el alma al herido y posteriormente el médico intervenía.

El deseo de Isabel y Fernando era mejorar la sanidad y modernizar el Reino de Granada que se había quedado atrasado con la decadencia de los últimos reyes musulmanes. Una vez terminada la Reconquista, fue adaptado para atender enfermos de todo tipo, pero no solo se limitó a ayudar a enfermos sino que también actuaba como refugio de peregrinos y como casa cuna. Posteriormente aparecieron las Hermanas Mercedarias, las cuales se hicieron cargo del cuidado de enfermos, además de dedicar parte del Hospital a la enseñanza de niños y adultos.

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Tras la creación en 1956 de la residencia San Jerónimo las monjas se trasladaron allí, dejando inutilizado el hospital, por tanto, se llevaron a cabo unas reformas destinadas a rehabilitar al edificio, con la consiguiente utilización del mismo para diferentes actividades, la planta de arriba fue destinada como biblioteca, mientras que la planta baja se utilizó como oficina de turismo. Actualmente el Hospital de la Reina es sede de la asociación de Termalismo de Andalucía.

Desde aquí os animo a visitarlo, además tiene muebles pertenecientes a la época.