El Grupo Oseira de historia de la Enfermería reconoce la trayectoria investigadora de Cecilio Eseverri Chaverri
El 21 de octubre de 2022 tuvo lugar en Granada, en el salón de actos del Hospital Universitario San Rafael, el homenaje a uno de los enfermeros que más ha influido en la Enfermería en la última mitad de siglo. Se trata de Cecilio Eseverri Chaverri, enfermero, trabajador social y teólogo que, en su dilatada actividad profesional, ha alternado el cuidado a los pacientes con la administración de servicios de enfermería y una intensa actividad docente, incluso con la creación de una importante escuela de gerencia en Barcelona. En su trayectoria destaca la gran aportación que ha realizado a la historia de la Enfermería, siendo autor de numerosos artículos y varios libros que son de obligada lectura para conocer el verdadero pasado de nuestra profesión.
Como colofón del 2º Coloquio sobre San Juan de Dios y la reforma de la enfermería, organizado por el Colegio de Enfermería de Granada, el grupo Oseira de historia de la Enfermería, adscrito a la Fundación Index, en colaboración con el mencionado colegio, le tributaron un homenaje a su trayectoria como enfermero y como historiador de la Enfermería. Los conductores del acto fueron el Dr. Manuel Amezcua, Catedrático de la UCAM y presidente de Index, y la Dra. Laura Martínez Rodríguez, profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Lleida.
En el discurso de presentación del homenajeado, el prof. Amezcua glosó la trayectoria biográfica de Cecilio Eseverri, natural de la histórica ciudad de Sangüesa, en Navarra, de la que salió siendo joven para encaminar un itinerario intelectual, a medio camino entre su condición de hermano de la orden hospitalaria de San Juan de Dios, y como inquieto profesional de la enfermería y del trabajo social, entregado a la causa de los más desfavorecidos. Lo singular de Eseverri es que supo compaginar su actividad asistencial con la gestión hospitalaria, la enseñanza y una continuada actividad investigadora que llega hasta nuestros días. Es por ello que su presentador le catalogó como “el perfecto enfermero, pues aúna como nadie los cuatro puntos cardinales que las teóricas asignan al ejercicio de nuestra profesión: asistencia, administración, docencia e investigación”.
El presentador finalizó su glosa sobre el homenajeado destacando la prolífica actividad investigadora de Cecilio Eseverri en la historia de la Enfermería, condensada en decenas de libros y centenares de artículos, con los que ha reconstruido la historia profesional explorando con denuedo los archivos generales y locales, obteniendo evidencias históricas que cuestionaban un pasado profesional distorsionado por falsos mitos y falacias. Eseverri se inscribe como uno de los precursores de la nueva historia de la Enfermería, que se activó en la década de los 80, al tiempo de reformarse los estudios de Enfermería en España. Su “Historia de la Enfermería Española e Hispanoamericana”, con varias ediciones, es sin duda el texto más rompedor y clarificador de nuestro pasado profesional y fuente de referencia para historiadores y profesoras de la carrera.
La Dra. Laura Martínez Rodríguez, el homenajeado Cecilio Eseverri y el Dr. Manuel Amezcua
El acto culminó con la exposición de un videoclip realizado por la Dra. Laura Martínez Rodríguez, a partir de los testimonios de historiadores de la Enfermería en España que quisieron adherirse a este homenaje, que sin duda resultó el momento más emotivo para el homenajeado. Unas breves palabras de agradecimiento de Cecilio Eseverri, claramente emocionado, que recordó que cumpliría 92 años en los próximos días, pusieron el broche final a tan merecido reconocimiento.
Ver el discurso de presentación del homenaje AQUI Ver el videoclip con los testimonios de historiadores de la Enfermería AQUI
Estudiantes de enfermería muestran experiencias de innovación docente para comprender la historia de la profesión
Los días 20 y 21 de octubre de 2022 ha tenido lugar en el Hospital Universitario de San Rafael de Granada el II Coloquio sobre San Juan de Dios y la Reforma de la Enfermería, con la participación de diferentes especialistas en la figura y la obra del que está considerado el inspirador del modelo de enfermería de la hospitalidad. En torno a dos centenares de participantes, tanto presenciales como por vía digital, siguieron el coloquio, que ha sido organizado por el Colegio de Enfermería de Granada en colaboración con la Fundación Index, el Archivo-Museo Casa de los Pisa de Granada y la Facultad de Enfermería y Fisioterapia de la Universidad de Lleida.
Mesa redonda: Espiritualidad como camino para la profesionalización enfermera
El programa científico se abrió con la conferencia del Dr. Francisco Sánchez-Montes González, Catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Granada, que disertó sobre “La herencia hospitalaria de la Granada de Juan Ciudad”. Posteriormente, dos mesas redondas se ocuparon, respectivamente, de ahondar en la dimensión espiritual de Juan de Dios y su influencia en el proceso de profesionalización de la enfermería, mientras que una segunda mesa de expertas mostró diferentes visiones en los itinerarios actuales hacia la modelización del cuidado enfermero con influencias juandedianas.
Este segundo coloquio incorporó como novedad una mesa de comunicaciones en la que alumnos y alumnas de enfermería del Centro Universitario San Juan de Dios de Sevilla, de la Facultad de Ciencias de la Salud de Ceuta, de la Escuela de Enfermería Salus Infirmorum de Cádiz y de la Universidad de Lleida, mostraron diferentes propuestas de innovación docente que contribuyen a explicar de una forma creativa algunos de los reflejos de la vida y obra de San Juan de Dios, como patrono de la Enfermería.
El coloquio finalizó con la conferencia de clausura pronunciada por el historiador de la Enfermería, Cecilio Eseverri Chaverri, a cuyo término se le rindió un emotivo homenaje por su contribución a la investigación de la historia de la Enfermería y en general al desarrollo de la profesión en España.
Un amplio programa de actividades culturales complementó las actividades del coloquio, entre las que se incluyeron visitas guiadas a la basílica de San Juan de Dios y a la Granda de San Juan de Dios, incluyendo el Archivo-Museo Casa de los Pisa, lugar donde falleció este personaje de tanta importancia para la historia de la Enfermería. En este mismo emplazamiento tuvo lugar una velada cultural en la que, entre otras actividades, se estrenó la obra teatral Clemencia, de Fernando Almena, por el grupo de teatro del Colegio de Abogados de Granada, que recrea la vida de Juan de Dios a través del diálogo con sus más íntimos colaboradores, Pedro Velasco y Antón Martín, ambos seguidores de su obra hospitalaria.
Escena de la obra Clemencia, representada en la Casa de los Pisa
En palabras del presidente del Colegio de Enfermería de Granada, este II Coloquio sobre San Juan de Dios y la reforma de la Enfermería ha sido un éxito, tanto de participación como de contenidos: “creo que hemos conseguido el objetivo que nos habíamos propuesto de celebrar juntos unas jornadas destinadas a recuperar la figura de Juan de Dios -nuestro patrón y nuestro enfermero más universal- que fue un adelantado a su tiempo, un visionario, y que nos ha dejado como legado su magnífica contribución al concepto de Hospital y la primera gran reforma de la enfermería moderna”. La continuidad del Coloquio está garantizada, pues una delegación del Colegio de Enfermería de Sevilla, presentó la candidatura para realizar su tercera edición en la ciudad hispalense en 2023, con una intención claramente americanista, que permitirá explorar la expansión de la obra hospitalaria de San Juan de Dios por el mundo.
Primera enfermera de la historia en misión internacional
Isabel Zendal fue una enfermera, mujer y transgresora, pero también olvidada por la historia. Aunque no ha sido reconocida por la historia de la Enfermería en España, realizó la hazaña de llevar la vacuna de la viruela a América en el año 1803. ¿Sabéis cómo lo hizo?
En 1803 zarpa del puerto de A Coruña la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna para frenar el avance de la viruela en América. Entre el personal sanitario, una joven enfermera se encarga de la tarea más difícil: mantener viva la cadena de vacunación entre los 22 niños expósitos. Su nombre: Isabel Zendal. Conozcamos su historia a través del siguiente video. VER
Javier Moro escribió una novela sobre los acontecimientos que llevaron a la gesta realizada por Isabel Zendal, su título A flor de Piel, puedes visualizar una amplia entrevista con el autor
Otra aproximación a Isabel Zendal desde la novela histórica es «Ángeles custodios», de Almudena de Arteaga. Ver vista previa del libro.
En 2016, Miguel Bardem con guión de Alicia Luna dirigió la película 22 ángeles, basada en la expedición filantrópica que llevó la vacuna de la viruela a las Américas a comienzos del siglo XIX, donde Isabel Zendal (María Castro) aparece como protagonista de la historia junto a los niños que portaban ‘brazo a brazo’ la linfa de la vacuna.
Isabel Zendal: la desconocida heroína de la expedición de la vacuna
Isabel Zendal fue enfermera y rectora del Orfanato de la Caridad de La Coruña. En 1803, participó en la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, cuidando de los veintidós niños de la coruñesa Casa de Expósitos que viajaron a América y de los veintiséis que fueron a Filipinas. La Organización Mundial de la Salud la reconoció como la primera enfermera de la historia en una misión internacional. Su actividad profesional en la expedición filantrópica se prolongó durante los diez años que duró para llevar la vacuna de la viruela a los territorios españoles de ultramar.
El Círculo de Orellana, en colaboración con el Instituto Cervantes, le rindió un homenaje con esta primera conferencia de la tercera edición del ciclo «Españolas por descubrir». La actividad corrió a cargo del escritor Javier Moro, formado en Antropología e Historia en París; y el periodista Antonio López Mariño, que fue quien descubrió los primeros documentos que mencionan a Isabel Zendal de manera oficial, precisamente cuando Javier Moro estaba empezando su libro «A flor de piel» sobre la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna.
Hasta Los Lunnis se han hecho eco de la importancia de Isabel Zendal
Merece la pena conocer la obra gráfica «Nuevo Mundo. Isabel Zendal en la Expedición de la Vacuna» MÁS INFORMACION
El blog Mujeres con Ciencia nos ofrece otras entradas sobre Isabel Zendal:
Autoras: Aurora Cano Pereay Marta Garzón Navarro-Pelayo, 1ºB (2015/16)
Biografía
Victoria Eugenia Julia Ena de Battemberg, reina consorte de España entre el año 1906 y 1931, nació el 24 de octubre de 1887 en el Castillo de Balmoral en Escocia. Nieta de la reina Victoria I, e hija del Príncipe Enrique de Battemberg y de la Princesa Beatriz de Inglaterra. Era la bisabuela paterna del actual monarca español Felipe VI.
Se casó con Alfonso XIII de Borbón, hijo de la segunda mujer de Alfonso XII, el cual la conoció en la primavera de 1905 en Londres, a los 18 años de edad, ya que la princesa asistió a una fiesta organizada por su tío Eduardo VII en honor a Alfonso XIII de España. El monarca cortejó a la joven a pesar de la oposición que existía, y también a pesar de que su madre, la reina María Cristina, no era partidaria de este enlace, debido a los oscuros orígenes de la línea Battemberg.
A los pocos meses, concretamente el 9 de marzo de 1906, se proclamó el enlace, que tuvo lugar el 31 de mayo de 1906 en la iglesia madrileña de San Jerónimo Real en Madrid.
La Reina era portadora del gen de la hemofilia, algo que Alfonso XIII sabía, sin embargo, cuando varios de los hijos salieron hemofílicos, el amor del rey acabó y le retiró la herencia a la reina. El matrimonio tuvo cinco varones y dos mujeres.
A esta reina se le conocía como la “Reina Enfermera”. La Historia de la Cruz Roja está muy ligada a la historia de las enfermeras y a la historia de la reina Victoria Eugenia como enfermera, la cual vistió durante un tiempo el uniforme de las Damas Enfermeras de la Cruz Roja Española.
Victoria Eugenia de Battenberg muere en 1985, siendo sus restos trasladados desde Lausana y depositados en el pudridero de reyes, donde permanecerán largo tiempo, hasta que, una vez reducidos, puedan ser depositados en la tumba que tiene asignada, junto a la de su esposo, Alfonso XIII.
La Reina Enfermera y la Cruz Roja
Hasta finales del siglo XIX las bases de la enfermería, en el mundo católico, eran la religión y la caridad y no tanto el conocimiento científico. Pero en la Europa protestante, Florence Nightingale trataba de integrar la Enfermería de forma independiente permitiéndole la elaboración en un futuro y dentro de los limites científicos una síntesis doctrinal. Esto fue posible gracias a la fundación y expansión de las Escuelas de Enfermería de las que ella fue pionera.
La serie de Nueva Gales conmemora el Jubileo de la Reina Victoria de Inglaterra, la cual promovió en la Enfermería una cuestación popular, con ocasión de su Jubileo e inició con su propia aportación, instando al gobierno que el resultado de la cuestación se destinase para la construcción de una Escuela para Enfermeras en el Hospital Antituberculoso.
La Cruz Roja fue fundada en 1863 por el masón Henry Dunant con el nombre de Comité Internacional de Socorros a los Militares Heridos, e inspirada por Florence Nightingale y su labor en la Guerra de Crimea. Concebía una organización internacional con un cuerpo de enfermeras voluntarias para ayudar a los heridos durante los conflictos bélicos. La creación de la Cruz Roja Española tardó en llevarse a cabo a causa de los cuidados de enfermería en España, ya que estaban asignados a comunidades religiosas, hasta 1915 cuando oficialmente nace la figura de la enfermera.
Además, la Cruz Roja Española se extiende en España por iniciativa de la reina Victoria Eugenia, un cuerpo de enfermeras a semejanza de otros países de Europa, con la finalidad de desarrollar funciones de voluntariado sociosanitario: el Cuerpo de Damas Enfermeras. El periodo de existencia del Cuerpo de Damas Enfermeras abarca desde la impartición de las primeras “conferencias” formativas, en 1914, hasta 1985, cuando es sustituido por el colectivo mixto: Cuerpo de Auxiliares Sanitarios Voluntarios.
Las Damas Enfermeras nacen al estallar la Primera Guerra Mundial, donde la reina destaca por su importante papel dentro de la enfermería española. Consiguió despertar y animar en las damas de la alta jerarquía social española el anhelo de ayudar a los enfermos con el trabajo personal junto con las limosnas.
Con el Real Decreto del 16 de enero de 1916, que aprobaba las bases para la reorganización de la Cruz Roja en España, se establecieron dos secciones, la de Caballeros y la de Señoras, presidida esta última por la Reina Victoria Eugenia. Ejercía además la Autoridad Suprema por autorización del Rey Alfonso XIII. El Real Decreto de 29 de junio de 1916 aprobó el reglamento de la Asamblea Central de Señoras.
-La labor de las Damas Enfermeras se desarrolla en hospitales, aunque también colaboran en otros servicios de diferentes centros (dispensarios antituberculosos, ambulancias…
-Se dedican a la promoción de la salud pública y colaboran en situaciones de emergencia como accidentes, catástrofes o desastres naturales y en situaciones de peligro epidemiológico.
-Intervienen en tiempo de guerra, como en el conflicto de África, en el que tienen un importante papel, en la Guerra civil, atendiendo heridos en los hospitales de la Institución. Como bien se ha dicho anteriormente.
Mas Espejo M, Siles González J, Pulido Mendoza R. ¿Qué sabemos de las Damas Enfermeras de la Cruz Roja Española? Rev Metas de Enfermería 2015; 18(8): 12-19.
Stanisława Leszczyńska (Sierva de Dios, es decir una persona considerada especialmente pía en su fe) nació el 8 de mayo en el año 1896 en Lodz (Polonia), en uno de los barrios más pobres de la ciudad. Cuando Stanislawa tenía cinco años de edad, su padre fue reclutado por el ejército ruso, y durante cinco años sirvió en Turquestán. La carga de mantener a la familia cayó por completo en Henryka, que trabajó duro en una fábrica durante catorce horas al día. En tal situación, Stanislawa tomó sobre sus hombros la responsabilidad de cuidar a sus hermanos y realizar muchas tareas de la casa. Al cumplir siete años Stanislawa asistió a una escuela privada, donde las clases se impartían en polaco; lo que no es tan obvio dado que durante este periodo la ciudad de Lodz se encontraba bajo la influencia rusa (en el 1795 las estructuras gubernamentales de Rusia, Prusia y Austria llevaron a la eventual desaparición del país. Polonia recobró su independencia tras la Primera Guerra Mundial, en el 1918).
En el 1908 para ganarse la vida su familia emigró a Brasil donde residía una familiar de su madre. Ahí Stanisława asistió a una escuela de Río de Janeiro, en la que las clases se impartían en portugués y alemán. El conocimiento de este último resultó extremadamente importante durante la Segunda Guerra Mundial. Después de dos años, junto con su familia regresó a Polonia.
Durante la Primera Guerra Mundial durante los años 1914-1916 trabajó en el Comité para la Ayuda a los Pobres. En el año 1916 se casó con un impresor, Bronislaw Leszczynski, y tuvieron cuatro hijos. Ya estando casada realizó sus estudios en la Escuela Nacional de Maternidad en Varsovia, que terminó con Matrícula de Honor. Tras graduarse comenzó el trabajo de partera; ese trabajo trató más bien como una vocación y ministerio que como una profesión. En el periodo de entreguerras Stanislawa asistía a partos en casas particulares – en ese tiempo el dar a luz en casa fue algo natural. Durante los 38 años de su trabajo como partera no murió ni un solo niño que nació, y ni una sola madre que dio a luz.
Durante la Segunda Guerra Mundial frecuentemente ayudaba a los judíos y las personas amenazadas por la Gestapo (la policía secreta oficial de la Alemania nazi): proporcionaba alimentos y documentos falsos producidos en secreto por su marido en su imprenta. En 1943 fue arrestada y llevada al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. Recibió el número 41335.
Partera de Auschwitz Birkenau
En Auschwitz Birkenau, Stanisława Leszczyńska trabajó de partera hasta la liberación del campo por el Ejército Rojo el 27 de enero del año 1945. Las autoridades nazis (entre otros el famoso médico Dr. Mengele, quien realizó investigaciones genéticas con humanos) exigían que Stanislawa practicase la eutanasia de los recién nacidos: a los niños judíos después del nacimiento no había que cortar el cordón umbilical, sino con la placenta tirarlos a la basura. Ella nunca cumplió esa orden. Leszczyńska no mató ni a un solo niño, y siempre que fuera posible, intentaba envolverlos en retazos de tela o papel y ponerlos bajo las mantas ásperas de la madre.
Las condiciones que predominaron en el campamento estaban lejos de la esterilidad. Para acentuarlo hay que mencionar que por 1200 pacientes al día había solo unas pastillas de aspirina. Partos de las madres agotadas, hambrientas, asustadas fueron recibidos en condiciones inhumanas, en la tierra, en el frío, entre diferentes insectos y enfermedades. A pesar de eso, Stanislawa Leszczynska se hizo famosa gracias al hecho de que las mujeres, a las que acompañó durante el nacimiento del parto, a pesar de la extrema falta de higiene nunca tuvieron infección o complicación alguna.
El equipamiento inseparable de esta matrona polaca, en sustitución de los apósitos, fue un rosario. Trabajaba con una oración en sus labios. Lo que es más, bautizó a todos los niños. Asistió a alrededor de 3.000 partos. Unos 2.500 recién nacidos murieron, unos pocos cientos con los ojos azules fueron enviados a Alemania para ser germanizados, unos treinta salieron del campo por su propia fuerza.
Fuentes y Bibliografía
-Gnacikowska W, Podolska J. Przybądź w jednym pantofelku. Gazeta Wyborcza Łódź. 2010. (artículo disponible solo en polaco).
– Sin autor. Stanisława Leszczyńska. Wikipedia. Disponible en: https://pl.wikipedia.org/wiki/Stanis%C5%82awa_Leszczy%C5%84ska
-Sin autor. Stanisława Leszczyńska 1896–1974. Wirtualnym Muzeum Pielęgniarstwa Polskiego (Museo de la Enfermería en Polonia, página en polaco). Disponible en http://www.wmpp.org.pl/pl/pielegniarki-na-frontach/ii-wojna-%C5%9Bwiatowa/stanis%C5%82awa-leszczy%C5%84ska.html
-Szkudelska I. Stanisława Leszczyńska. Głos Ojca Pio [revista], 65/5/2010. Disponible en: http://glosojcapio.pl/index.php?option=com_content&task=view&id=2433&Itemid=75
Sor Josefina Castro Vizoso (Córdoba, 1927) es la Presidenta de Honor de la Asociación de Pacientes Cardiacos de Granada y Provincia (ASPACGRAP), la fundadora de la Escuela de Enfermería de Granada y la precursora de la Rehabilitación Cardiaca en el Hospital Clínico San Cecilio de Granada. Es una enfermera con gran vocación, con una admirable dedicación a sus pacientes a lo largo de toda su vida, y que ha realizado sus labores tanto en asistencia sanitaria, como en docencia, investigación, administración y producción escrita.
Formación propia y de enfermeros
Es Hija de la Caridad de San Vicente de Paul oficialmente desde los veinte años, aunque ya tenía clara su vocación a la edad de quince. Durante los próximos años se ocupó de su formación como enfermera y trabajadora social. Tenía voto de servicio a los pobres, y creía que “la enfermedad es la mayor pobreza”. Tras obtener los títulos de Asistente Social y Enfermera, en 1950 viajó a Estados Unidos, donde aprendió la organización de las escuelas de enfermeras durante un año.
Más tarde, la destinaron a fundar la primera escuela oficial de enfermería a Carabanchel (Madrid). En 1953 fundó la Escuela de Enfermeras de Granada, adscrita al Hospital Clínico y a la Universidad de Granada. Dedicó dieciocho años a la formación de enfermeras, con dura disciplina tanto teórica como práctica. Consiguió elevar el prestigio nacional e internacional de la Escuela de Granada, las enfermeras se cotizaron mucho.
2009. Diploma al Mérito de la ciudad de Granada
Labor clínica y voluntaria
Posteriormente comenzó a trabajar en el Hospital Clínico de Granada. Fue supervisora de la primera unidad de cuidados intensivos quirúrgicos, trabajó en la Unidad Coronaria y en la UVI, e inició su labor investigadora con el fin de mejorar en los cuidados y elevar la calidad de vida del paciente. En 1990 asistió al Congreso Nacional de Cardiología donde mostró los escandalosos resultados de un estudio sobre la calidad de vida de los pacientes coronarios con información recogida durante la hospitalización.
Sor Josefina se jubiló en 1997, pero continuó como voluntaria y se implicó en un proyecto para crear un programa de rehabilitación de pacientes coronarios. Sin embargo, la Administración obstaculizaba sus objetivos y decidieron buscar los medios necesarios por su propia cuenta. Al principio tenían pocos recursos y contaron con 20 enfermos, así se formó la Asociación de Pacientes Coronarios de Granada (ahora la Asociación de Pacientes Cardiacos de Granada y su Provincia) en 1999. Sor Josefina fue nombrada Presidenta de Honor Vitalicia el 5 de marzo de 2004. Actualmente, la ASPACGRAP es una entidad sin ánimo de lucro, con personalidad jurídica propia y plena capacidad de obrar para proporcionar acciones de ayuda mutua entre los pacientes cardiacos, que refuercen el necesario apoyo social, realizando la tercera fase de rehabilitación cardiaca.
Otras labores destacables
Sor Josefina domina tres idiomas: inglés, alemán y francés. Escribió dos obras sobre técnicas de enfermería, realizó un estudio histórico sobre la profesión, colaborando con numerosos artículos científicos. También participa en el comité editorial de la revista de la Asociación. Cabe destacar que tradujo por primera vez al español la obra más universal y divulgativa de Florence Nightingale (1820-1910) «Notas sobre enfermería: qué es y qué no es», la única traducida al castellano. Sor Josefina se identificó con el pensamiento de Nightingale e intentó inculcar sus valores a sus alumnos. Así, se desmarcaba del absoluto tecnicismo propio de las escuelas de ATS de mitad de siglo, término que considera “nefasto”.
Para conocer en mayor profundidad la labor de esta gran enfermera, es recomendable leer el relato biográfico publicado por Manuel Amezcua y Antonia Carricondo Guirao (referenciado en la bibliografía), del cual me fascinaron las siguientes frases de Sor Josefina:
-Con respecto a la vocación: “no estoy de acuerdo con el sistema de selección de alumnos que realiza la Universidad hace unos años, ni de que terminen la carrera todos los alumnos y alumnas que empiezan: para ser enfermera se necesita algo más importante que un alto expediente académico.”
-Con respecto a la herramienta enfermera: “¿La principal herramienta?, primero el corazón, sin sensibilidad no se puede cuidar enfermos, y después las manos. Por supuesto, el corazón va unido a la palabra. Y debían de hablar mucho, sobre todo escuchar mucho, el escuchar es una ciencia (de las más) hermosas y se practica poco.”
Trinidad Gallego nació en el barrio de Salamanca de Madrid, en el seno de una familia trabajadora compuesta exclusivamente por mujeres: su abuela, portera de un edificio, su tía que servía en la primera planta del mismo y su madre, costurera. Nunca llegó a conocer a su padre, pues las abandonó antes de nacer.
Fue criada en gran medida por su abuela, ya que su madre en invierno tenía una larga jornada de trabajo y durante el verano se iba con los señores a los que servía. Ella le enseñó a realizar las tareas del hogar y fue la responsable de que, desde muy pequeña, fuera al colegio para favorecer que su nieta tuviera un futuro mejor.
A los 14 años ingresó en la Academia del Ayuntamiento para aprender taquigrafía (arte de escribir tan deprisa como se habla), mecanografía y francés. Al poco tiempo, visitó un piso del edificio en el que trabajaba su abuela el Ministro de la Cámara de Comercio inglesa, quien le ofreció su primer puesto laboral. Este lo compaginó con otro empleo en un salón de té.
Posteriormente hizo el primer curso de Enfermería, se convirtió en matrona. En 1935 se afilió al partido Comunista y fundó el comité de Enfermeras Laicas para denunciar el monopolio de las plazas hospitalarias por parte de las órdenes religiosas femeninas. Con el estallido de la guerra un año después, su partido le recomendó que trabajase en el hospital San Carlos y que en él formase un comité que propiciase la organización y asistencia sanitaria. Fue nombrada enfermera jefe, cuya misión era buscar y organizar los suministros.
Cuando acabó el conflicto bélico, uno de sus vecinos falangista la denunció, siendo encarceladas con ella su madre y su abuela durante 30 años. Fue trasladada al poco tiempo a una prisión maternal para que además de cumplir condena, ayudara como matrona. Salió en 1941. Su abuela y madre se quedaron en Madrid. Ella consiguió en Valencia trabajar en una clínica hasta febrero de 1942 cuando la volvieron a detener y encarcelar durante dos años y medio.
Al salir encontró trabajo en la clínica de un cirujano al que conocía en Córdoba, el cual abusaba de ella. Tres años después consiguió colegiarse en Jaén y fue destinada a un pequeño pueblo rural. Se le volvió a encarcelar por “auxiliar a bandoleros”. En 1949 consiguió de nuevo la libertad con un estado de salud bastante precario.
Se trasladó a Barcelona para comenzar una nueva vida. Hasta 1969 no se le reconocieron oficialmente sus títulos de enfermera y comadrona. Finalmente falleció el 15 de Noviembre de 2011, recibiendo múltiples homenajes, entre ellos por parte de sus compañeros del PSUC.
Cabe destacar que:
-En 1996 la librería de Mujeres de Madrid celebró el 65 aniversario de la Segunda República y homenajeó a todas las mujeres que con un papel importante en este tiempo convulso, entre las cuales se encontraba Trinidad.
-Formó parte de Associació Dones del 36 con el objetivo de recordar que los avances políticos de los que gozan las mujeres no llegaron con el periodo de la transición en 1975, sino en la Segunda República.
-Su testimonio ha sido recogido en numerosos libros: “Testimonios de mujeres en las cárceles franquistas” de Tomasa Cuevas; “Nosotras perdimos la paz”, de Llum Quiñonero; o “Nou dones i una guerra” de Isabel Olesti.
Mercedes Milá Nolla fue una gran enfermera en el siglo XX, nacida en Barcelona el 22 de Septiembre de 1895. Por circunstancias familiares se trasladó a vivir a Madrid y fue allí donde estudió Enfermería en la Cruz Roja Española. Su padre era Comandante de la Marina y le inculcó la disciplina, la entereza y la fortaleza para avanzar en su trabajo como enfermera. Realizó en Londres un curso universitario de Directoras de Escuelas y Hospitales. A partir de ahí su padre muere y ella se queda sola en Madrid pues su madre vuelve a Barcelona. Se hace Visitadora Sanitaria realizando numerosos viajes de estudios y visitando escuelas de enfermería de diferentes países. Llegó a ser Presidenta de la Asociación Profesional de Visitadoras Sanitarias y más tarde la nombraron Inspectora Secretaria de la Escuela de Instructoras de Sanidad. Su carrera era imparable y su trabajo quedó reflejado en una revista que ella misma fundó “La Visitadora Sanitaria”.
Hacia 1935 se creó la Escuela de Enfermeras Sanitarias, de la Dirección General de Sanidad donde ella fue profesora. Unos años después se inicia la Guerra Civil y ella se encargó de hacer del Hotel Ritz un hospital para ayudar a los heridos. Durante esta época fue perseguida y decidió huir junto a su madre. Trabajó en Suiza y en Francia hasta regresar de nuevo a España en donde Francisco Franco la hizo directora de la enfermería de los hospitales. Su trabajo fue ejemplar y la nombraron Inspectora General de los Servicios Femeninos de Hospitales, se hizo cargo de miles de sanitarios y de cerca de nueve mil enfermeras, esta función la desempeñó durante toda la Guerra.
Posteriormente le mandaron crear el Cuerpo de Damas Auxiliares de Sanidad Militar que fue fundado en 1941. Estas Damas fueron las primeras mujeres que entraron en el ejército, voluntariamente, sin esperar nada a cambio y con un único fin: “servir”. Mercedes Milá dedicó muchos años a este cuerpo, creó el boletín Cruz de Malta, colaboró en algún libro, asistió a congresos en varios países, recibió premios y condecoraciones hasta morir en Madrid el 13 de diciembre de 1990.
Mercedes Milá Nolla fue un gran ejemplo de lo que es el entusiasmo por la Enfermería tanto en situaciones de paz como en la guerra, nada le frenaba, ni el hecho de que la quisieran matar. Impulsó, controló y coordinó la proyección sanitaria de la mujer española; luchó por sacar adelante un incipiente cuerpo de enfermeras. Fue una gran enfermera y un ejemplo a seguir.
Martínez Quesada, Carlos . Berta Wilhelmi y el sanatorio antituberculoso de la Alfaguara. Gomeres: salud, historia, cultura y pensamiento [blog]. 6/12/2015. Disponible en http://index-f.com/gomeres/?p=1228
Biografía
Berta Wilhelmi de Dávila nació en Heilbronn (Alemania) en 1858. Fue a la edad de los 12 años cuando junto con su familia, formada por su padre D. Fernando Wilhelmi, su madre Dña. Carolina Henrich, y su hermanastro Fernando, hijo del primer matrimonio de D. Fernando, llega a Granada. Entre uno de los motivos, si es que no fue el único, de su llegada a esta ciudad fue la construcción de una fábrica de papel tras haberse incendiado la que poseían en su ciudad de origen (1). Su mentalidad la podemos englobar dentro del Feminismo. Es muy probable que parte de culpa de esta la tenga el ambiente familiar liberal y laico y la cultura germánica de los que recibió influencia (2).
Poco más se sabe sobre su época juvenil. Nos tenemos que remontar hasta una fecha desconocida en la que se produjo las primeras nupcias con D. Fernando Dávila Zea, perteneciente a la noble familia granadina de Ponce de León. De este matrimonio surgieron sus dos hijos: Luis y Berta. Años más tarde se produjo la separación de este primer enlace ya que posteriormente se volvería a casar, en esta ocasión, con D. Eduardo Domínguez, trabajador de la Fábrica de papel, aunque esta relación también finalizó.
Como anteriormente hemos mencionado, su espíritu feminista se fue confirmando con sucesivos hechos. En 1892 se inauguró en Madrid el 13 de octubre (3), enmarcado en las conmemoraciones del Cuarto Centenario del descubrimiento de América, el Congreso Pedagógico Hispano-Portugués-Americano (4,5), donde la Señora Wilhelmi expuso una ponencia sobre «La aptitud de la Mujer para todas las profesiones» (6).
Otro hecho que corrobora tal espíritu se corresponde al círculo social del que se rodea, destacando de entre todos sus amigos el nombre de Fernando de los Ríos, el cual se comprometió más adelante con el Partido Socialista. Tal fue la fuerte amistad que les unió que Fernando, a su llegada a Granada en 1911, se hospedó en la casa que Berta habitaba en el Paseo de la Bomba, aunque no fue hasta octubre de 1912 cuando se estableció en esta ciudad (7).
Un tercer hecho, que se pueda constatar, es su contacto con la Institución Libre de Enseñanza, la cual se hizo patente por medio de la Primera Colonia Escolar (8), aunque la idea de esta emanase de la Sociedad Económica de Amigos del País de Granada (9) y del Museo Pedagógico. Esta Colonia fue posible gracias a la organización de esta por Berta junto a D. Cayetano del Castillo, así como las dotaciones económicas procedentes de la propia Sociedad Económica, Diputación, Ayuntamiento de Granada, Ayuntamiento de Almuñécar y de personas particulares. Tanto la Memoria de la 1ª Colonia como las sucesivas fueron publicadas en el Boletín del Instituto Libre de Enseñanza (B.I.L.E.) (10,11).
El lugar que Berta escogió para establecer las Colonias fue Almuñécar, zona idónea para llevar a cabo actividades al aire libre, excursiones y ejercicio físico así como para reforzar las ideas de descanso, alimentación, aseo corporal como componentes educativos básicos tan defendidas por ella. Entre 1912 y 1913 construyó en Pinos Genil, con dinero propio, una escuela mixta y una biblioteca con una dotación de unos 600 volúmenes, y en 1913 quedaron inauguradas ambas. En la actualidad, el ayuntamiento de Pinos Genil está construido sobre el solar donde se ubicó el colegio (12). De la Biblioteca no queda nada.
Continuó con su labor filantrópica y educadora en sus años posteriores, en concreto, hasta el 1931, cuando sufrió un derrame cerebral que la obligaría a dejar su actividad social. Se mantuvo así hasta el 29 de julio de 1934, fecha de su defunción. Se enterró, sin lápida, en el Cementerio de Granada. Su familia llevó a cabo su última voluntad que consistió en donar a los pobres todos los gastos que ocasionaba un entierro. Fue tal su labor que su huella se quedó grabada en la mente de todas aquellas personas que la conocieron, inclusive, recibiendo reconocimiento de importantes representantes de instituciones como el Defensor de Granada, así como, del alcalde de la ciudad.
Lucha contra la Tuberculosis
Antes de tratar una parte muy importante de su labor filantrópica como fue la lucha contra la Tuberculosis, quisiera aportar algunos datos sobre esta enfermedad en España de principios del siglo XX.
Según la OMS “la tuberculosis es causada por Mycobacterium tuberculosis, una bacteria bacilo que casi siempre afecta a los pulmones”, ya que puede afectar a otros órganos propagándose así a columna, vejiga, cerebro, pericardio, articulaciones, riñón, órganos reproductores, cavidad abdominal (13). Antes de continuar con la descripción clínica, vamos a conocer unos cuantos datos históricos acontecidos en España sin antes olvidarnos mencionar al descubridor del bacilo causante de la Tuberculosis como fue el premio Nobel y bacteriólogo alemán Robert Koch, en concreto, en el año 1882 (14).
Aunque es cierto que la Tisis tuvo gran incidencia entre finales del siglo XIX, conocida como la Peste Blanca (15), y la primera mitad del siglo XX, no hay que obviar su carácter arcaico ya que es una de las enfermedades más antiguas de la que se tenga constancia. Tanto es así que se llegaron a descubrir indicios de lesiones tuberculosas en esqueletos de la Edad de Piedra y del Antiguo Imperio Egipcio (16).
En España, la industrialización facilitó la difusión de dicha enfermedad al coincidir varios factores precipitantes tales como la aglomeración de la clase obrera en barrios periféricos insanos, jornadas laborales extenuantes desarrolladas en condiciones antihigiénicas, la escasa cobertura sanitaria facilitada por el Estado y una alimentación deficiente. Todo esto llevó a considerarla como enfermedad social. Así como esta realidad era patente, surgieron, hasta 1936, Asociaciones y Organizaciones en la lucha antituberculosa, emanando así, en 1903, la primera asociación: la Asociación Antituberculosa Española (AAE) (17).
A medida que fueron pasando los meses durante la Guerra Civil fue empeorando la de por sí negativa situación creada por esta lacra, sobre todo, en las zonas rebeldes. La guerra trajo consigo además de miseria y muerte la facilitación de la transmisión de la tuberculosis (17). Como dato de interés, destacar una tesis doctoral realizada en el Laboratorio de Antropología de la Universidad de Granada. Dicha tesis analizó las defunciones producidas en Granada y las principales causas (la tuberculosis y bronquitis) de fallecimiento en el siglo XX, destacando un dato curioso: las horas más frecuentes para morirse fueron entre las 12 y las 18 horas (18).
Descripción clínica. El modo de propagación es de persona a persona a través del aire, ya sea por tos, estornudo o esputo. La Tuberculosis tiende a ser latente; es decir, una persona puede estar infectada por el bacilo sin estar enferma ni transmitir la infección. Cuando esta se presenta, los síntomas (tos, fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso, dolores torácicos, debilidad, etc.) pueden ser leves por muchos meses. Esto hace que los enfermos antes de encontrar atención médica hayan transmitido la bacteria a otras personas. Entre los grupos de riesgo los adultos jóvenes son los que tienen mayor probabilidad de padecerla. También tienen altas posibilidades aquellas que están infectadas por el VIH y aquellas que tienen el sistema inmunitario deteriorado (19).
Diagnóstico. El primer paso para dar un posible diagnóstico de tuberculosis es la realización de una radiografía de tórax, la cual se presenta como anormal ya que la enfermedad se manifiesta como zonas blancas irregulares. También se realiza la prueba cutánea de la tuberculina (mantoux) y el examen de esputo, en el que se busca Mycobacterium tuberculosis. Aunque la prueba de la tuberculina sea una de las más fiables, solo señala que en algún lugar del organismo hay bacterias tuberculosas vivas.
Para corroborar de forma segura la presencia de esta enfermedad y la determinación del bacilo es necesaria la obtención de una muestra de esputo, líquido infectado o tejido para analizarla en el laboratorio (13).
Tratamiento. La tuberculosis es una enfermedad que se puede tratar y curar mediante la combinación y administración de cuatro antibióticos diferentes durante seis meses junto con información, supervisión y apoyo del paciente por un agente sanitario (19).
Sanatorio de tuberculosos de la Alfaguara
De entre una de las actividades filantrópicas de Berta Wilhelmi destacamos el Sanatorio de tuberculosos de la Alfaguara. No dudamos en absoluto de la voluntad de Berta por luchar contra esta enfermedad sino que muy posiblemente tuviera mucho que ver el haber perdido a su hermano Luis, a la edad de doce años, por esta enfermedad. Fue el primer paso para llevar a cabo este proyecto (20). Dejando a un lado esta suposición, hay que ser rigurosos a la hora de establecer el origen exacto de este proyecto. Para encontrarlo nos tenemos que remontar al verano de 1919 y al lugar geográfico de El Purche (1.500 m. sobre el nivel del mar), donde se construyó una casita llamada «Las Acacias», en el que se albergó a ocho enfermas. Fue allí, donde, en 1920, surgió la idea del Patronato Antituberculoso de la Alfaguara, trampolín último para la creación, en mayo de 1923, del Sanatorio y dispensario de la Alfaguara (1) en la zona Haza del Pinar a (1.400 m. sobre el nivel del mar).
Fue tal la expectación que asistieron personalidades, tales como el gobernador militar, el gobernador civil, el arzobispo, catedráticos, médicos, decanos y representantes del Ayuntamiento de Granada y de Alfacar, además de un numerosísimo público.
El sanatorio estaba formado por dos plantas y veinticuatro camas, doce para hombres y doce para mujeres. Los muebles fueron donados por la reina Victoria Eugenia, presidenta de la Cruz Roja de Damas. La mayoría de las plazas que se ofrecían eran gratis y otras a media pensión costaban 3 pesetas. Las instalaciones disponían de salas de consultas, salas de cura, de cirugía general, de otorrinolaringología, terraza, galería de reposo, calefacción a vapor, pararrayos, agua corriente, cocinas y cuartos de baño.
Tardó bastante en llegar el reconocimiento a toda su labor altruista, siendo en Noviembre de 1923 cuando se le otorgó a Berta Wilhelmi la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia (20).
En 1926 tuvieron lugar dos acontecimientos, por un lado, la inauguración el 16 de mayo, en el parque del Sanatorio, del Pabellón «Luis Dávila» para niños que llevará el nombre de su hijo fallecido en marzo de 1925 en un accidente de aviación; y por otro, la creación de la Junta Provincial de la lucha antituberculosa en Granada (1).
El Sanatorio funcionó hasta la Guerra Civil y la postguerra bajo la dirección de Helene Bickman Alterhoff (20). Debido a que a unos 1.000 metros de la zona donde se ubicó el edificio tuvo lugar uno de los frentes de la Guerra, este terminó abandonado y prácticamente derruido (21).
Bibliografía
1. Ballarín Domingo, Pilar. «Feminismo, educación y filantropía en la Granada de entre siglos: Berta Wilhelmi» En: Ballarín, P.; Ortiz, T. (eds.). I Encuentro Interdisciplinar de Estudios de la Mujer: la mujer en Andalucía. Granada: Universidad de Granada, 1990. (Feminae; 3). pág. 342. Disponible en http://hdl.handle.net/10481/34728.
2. Ballarín Domingo, Pilar. «Bertha Wilhelmi y su defensa de la aptitud de la mujer para todas las profesiones». Arenal. Revista de historia de las mujeres. 1998; 5(1): 192. Disponible en http://hdl.handle.net/10481/22263
3. Fernández Poza, Milagros. «El debate educativo de finales del ochocientos y el Congreso Pedagógico Hispano-Portugués-Americano». Cuadernos de Historia Contemporánea 2007, vol. Extraordinario, 81-92: 84. Disponible en http://www.juntadeandalucia.es/educacion/vscripts/wginer/w/rec/3268.pdf
4. «La Institución Libre de Enseñanza y su aportación a la educación de la mujer española», apartado 1.2.2.2. El Congreso Hispano-Portugués-Americano de 1892. Disponible en http://goo.gl/LaF8AH.
5. Jagoe, Catherine; Blanco, Alda; Enríquez de Salamanca, Cristina. «La mujer en los discursos de género: textos y contextos en el siglo XIX», Ed. Icaria, 1998, p. 197. Disponible en https://goo.gl/lf8jGA.
6. Wilhelmi de Dávila, Bertha. «Aptitud de la mujer para todas las profesiones» Madrid: [s.n.], 1893 (Fortanet). Disponible en http://hdl.handle.net/10481/28089.
7. Fundación Fernando de los Ríos. Biografía. Disponible en http://goo.gl/zIHucl.
8. Wilhelmi De Dávila, Bertha. «La Primera Colonia Escolar Granadina: memoria presentada por su directora Bertha Wilhelmi de Dávila á la Real Sociedad Económica de Amigo del País: Septiembre de 1890». Ed. Granada: [s.n.]. 1891 Disponible en http://hdl.handle.net/10481/22396.
9. «Fondo de la Sociedad Económica de Amigos del País de Granada». 1775-1934 Disponible en http://archivo.ugr.es/pages/fondos/fondo_soceconomica.
10. Jiménez-Landi Martínez, Antonio. «La Institución de libre Enseñanza y su Ambiente». Tomo III. Periodo Escolar (1881-1907) pág. 110 Disponible en https://goo.gl/VRrrlG.
11. Martínez Medrano, Eulalia. «El Boletin de La Institución de Libre de Enseñanza (B.I.L.E.)» [http://www.juntadeandalucia.es/educacion/vscripts/wginer/w/rec/3044.pdf].
12. Garzón Cardenete, José Luis; Granados Palacios, Alberto. “Cien años del colegio Berta Wilhelmi de Pinos Genil”. Ideal.es (blog), 25 marzo, 2013. Disponible en http://granadablogs.com/granadarecuerdasuscosas/tag/colegio-publico-berta-wilhelmi/.
13. Sin autor. Tuberculosis. MSDsalud. S/a. Disponible en https://www.msdsalud.es/manual-msd-hogar/seccion-1/tuberculosis.html.
14. Sin autor. “Robert Koch y la bacteriología moderna”. La Medicina en la historia. Unidad 2: El proceso histórico de las ciencias de la salud. S/a. Disponible en http://www.juntadeandalucia.es/averroes/~29701428/salud/koch.htm.
15. Berlanga Gómez, Antonio. «Incursión a lo desconocido» Editorial: S.L. Punto Rojo Libros, 25/04/2014. Disponible en https://goo.gl/rMrreo.
16. Vidal, Pilar. «La peste blanca, una asesina ancestral» Periódico “La Opinión A Coruña”, 29/03/2013. Disponible en http://goo.gl/qqaqnA.
17. Palao Ibáñez, María del Carmen. «Una perspectiva social de la tuberculosis en España: 1900-1939» pág. 2,4 Universidad Complutense de Madrid. Disponible en https://goo.gl/pf8TaI.
18. Canal UGR. Recursos de información y comunicación. Fuente: Redacción Periódico Granada Digital, 12/03/2009. Disponible en http://goo.gl/ygPrDP.
19. OMS. “Tuberculosis”. Organización Mundial de la Salud, Nota descriptiva N°104, Octubre de 2015. Disponible en http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs104/es/.
20. Puertas Única, María Belén. «Remembranzas de la Alfaguara», [blogdebelenpuertas.blogspot.com.es] 26/05/2010 Disponible en http://goo.gl/Wx0RRK.
21. Hospitales y sanatorios abandonados (España) [laexuberanciadehades.wordpress.com] Disponible en https://goo.gl/D6SgRg.
Esta entrada ha sido realizada por alumnado de 1º de Enfermería de la Universidad de Granada en el marco de la asignatura “Evolución Histórica de los Cuidados. Teorías y Modelos”, curso 2015-16.