Autora: Ainara García del Paso, 1ºC (2014/15)
Ethel Bedford Fenwick, escocesa, vivió de 1857 a 1947. Durante sus 90 años de vida tuvo un notable impacto en los círculos de la enfermería británica, teniendo una gran influencia en el cuidado del paciente en Enfermería.
Desde comienzo de 1920 tuvo una baja actividad como enfermera clínica pero hasta su muerte siempre influenció a hombres y mujeres, con los aspectos de la contratación de enfermería especialmente.
Trayectoria
Ethel Gordon Manson nació en Moratshire, Escocia, en 1857. Su padre, doctor de medicina retirado, quien decidió vivir en una gran granja, moría antes de que ella cumpliera su primer año de vida. Su madre, la señora Harriete, de fuerte personalidad, indudablemente influyó en la vida de Mason. Al volver Harriete a casarse con un hombre adinerado del parlamento, ella y su familia se trasladaron a Inglaterra; lo que permitió a Manson crecer en un medio de la clase alta con una buena educación y sin preocupaciones por el empleo.
Probablemente Manson escogió Enfermería debido al hecho de ser hija de un médico y por su visión idealista de la vida, pues en su juventud fue influenciada por su contemporánea Florence. A los dos años ingresa al Nottingham Childrem´s Hospital como una “Practicante Pagada”. Manson, con la ya adquirida experiencia en el Nottingham Childrem´s Hospital, se trasladó a la Enfermería real en Manchester. Durante este tiempo fue requerida como Dama Superintendente de la División de la Enfermería Real del Barner Convalescente Hospital.
Con las experiencias ganadas se trasladó, en 1879, a la capital donde trabajó en el London Hospital. Después de un año en el London se preparó y aplicó para el cargo de Matrona en el Richmand Hospital, pero fue rechazada. Al cabo de unos meses se traslada al Sant Bartholomew´s Hospital. Durante la primavera del 81 a los 24 años fue elegida Matrona de dicha institución.
Desempeñando el cargo de Matrona vio la necesidad de establecer los estándares de enfermería en el Hospital; pensó que se requerían cambios en el método de entrenamiento de dos años, desarrolló entonces una forma sistematizada de entrenamiento que ayuda a proveer una instrucción didáctica. Luego solicita a la Junta de Gobernadores del estado que se hicieran algunas previsiones para financiar el programa de Graduados a fin de pagar y asegurar en ese hospital un equipo de enfermeras, práctica que era inusual en ese tiempo.
En 1884 Ethel empezó a aceptar algunas “Practicantes pagadas” dentro del Programa de entrenamiento, estas estudiantes eran requeridas para proveer cuidados en casa de pacientes que no regresaban a los hospitales. En el año siguiente inició su trabajo sobre los derechos de las enfermeras que operaban bajo supervisión del hospital.
A lo largo de sus experiencias con este programa, y visualizando las condiciones degradantes en las cuales los estudiantes bajo su cargo trabajaban, consideró que todo debía mejorarse. Sus hallazgos la llevaron a dos convicciones que mantuvo el resto de su vida. La primera era que solo las mujeres entrenadas podían considerarse a sí mismas “Enfermeras”, la segunda era que los administradores hospitalarios y los médicos, antagonistas a la idea, buscaban explotar a las enfermeras.
La visión de Manson del entrenamiento de las enfermeras comprendía tres grandes aspectos:
-Las enfermeras que asumían el entrenamiento necesitan tener un cierto nivel de educación.
-El entrenamiento debía ser estandarizado en cada programa.
-Las enfermeras que se graduaban en estos programas debían tener Licencia del Estado.
En 1887 decide casarse con el médico Bedford Fenwick, quien trabajó junto con su esposa en los asuntos del entrenamiento y del registro. Obligada a renunciar al cargo de Matrona por su matrimonio, la señora Fenwick contó con el mayor tiempo para dedicarse a su proyecto “La causa de las Enfermeras”.
Un trabajo arduo
Con el trabajo de Fenwick, los avances de la ciencia y la nueva visión del rol de mujer, la Enfermería tuvo un cambio. Ella pensaba que el registro realizado en cada estado debía ser obligado por el Parlamento, la educación estandarizada debía ser exigida a las enfermeras que deseaban estar registradas y de esta manera eliminar a las mujeres sin entrenamiento que se denominaban a si mismas “enfermeras”.
Al año siguiente de su matrimonio, y de su salida de Bart`s, ella y otras Matronas consiguieron una posición en la Oficina de la Asociación de Hospitales. El comité seccional después de largas deliberaciones llegó a la conclusión que las enfermeras deberían ser registradas cuando tuvieran al menos tres años de entrenamiento o de lo contrario no. El consejo de la Asociación de Hospitales desconoció la opinión del comité, considerando que el requisito de un año de entrenamiento o menos sería más que suficiente. Las Matronas renunciaron a la Asociación de Hospitales, rechazando rotundamente lo ocurrido.
Como una reacción a la inflexibilidad de la Asociación de Hospitales, Fenwick se hizo a si misma más inflexible. A finales de 1887 creó su propia coalición, la Asociación de Enfermeras Británicas (BNA). La BNA fue la primera organización “profesional de Enfermeras” que existió. La meta de la BNA era asegurar un estatus legal y un reconocimiento estatal de las enfermeras. Sus acciones en la BNA predicaban su creencia en que las enfermeras debían tener su propio cuerpo de conocimientos antes de ser enteramente enfermeras, que el entrenamiento de estas mujeres debía estandarizarse a través de todo el país y para asegurar las mejores calidades estas enfermeras debían someterse a exámenes o pruebas periódicas para completar su entrenamiento.
Siempre como aguda observadora, Fenwick puso en práctica lo que había aprendido de sus padrinos políticos y usó la publicidad y la propaganda a su ventaja. A comienzos de 1888 invitó a la hija de la Reina Victoria, Alice, como presidenta de la Asociación Británica de Enfermeras, Fenwick se convirtió en su secretaria y su esposo fue nombrado tesorero. El objetivo de la BNA era abrirse a las enfermeras calificadas y a los médicos. Tuvo oposición de esas mujeres que no conocían el estándar de tres años de entrenamiento y que creían que el registro no era importante. Tuvo también resistencia de los médicos y administradores hospitalarios que consideraban que estas mujeres con entrenamiento disminuirían su autoridad y podrían ser rivales potenciales en lo económico.
Bibliografia
Sin autor. Siglo XIX – Ethel Gordon Manson. Mujeres que hacen la historia – breves biografías (blog), 22/05/2009. VER
Zambrano Plata, Gloria Esperanza. Ethel Fenwick una mujer del siglo XXI en el siglo XIX. Investigación en Enfermería: Imagen y Desarrollo 2003. 5(1-2): 79-85. VER
Podríamos casi afirmar que Ethel Bedford es una de las primeras enfermeras que exige que se reconozca el trabajo de las mismas formando la BNA y su marido podría ser el comienzo del fin de las rivalidades entre médicos y enfermeras. Gran labor la de esta mujer con la creación de esta asociación.
Su trabajo también determinó el comienzo de la administración en los centros hospitalarios, lo que suponía un gran avance puesto que así se podrían estudiar mejor dichas enfermedades o estudiar mejor a los pacientes para curarles.
Gran trabajo el de esta mujer y valiente por su parte, puesto que en la sociedad en la que vivía se atrevió a formar la primera organización de enfermeras del mundo.