T4: Los cuidados de Enfermería en la Edad Moderna

Cómo citar esta entrada

Amezcua, Manuel. Los cuidados de Enfermería en la Edad Moderna. Gomeres: salud, historia, cultura y pensamiento [blog]. 16/10/2015. Disponible en https://index-f.com/gomeres/?p=458.

Diapositivas del profesor 

NOTA Los alumnos del CUESJD y de la UCAM deben descargar su propia versión de diapositivas desde el campus virtual del centro)

En este tema nos vamos a adentrar en la Época Áurea de la Enfermería, un periodo esplendoroso de la historia de nuestra profesión que se inicia tras el Concilio de Trento y que va a durar hasta la época de las desamortizaciones de los bienes de la Iglesia en las primeras décadas del siglo XIX. En este periodo se asentaron las bases de lo que hoy constituye la Enfermería como profesión, en dos vertientes: el ejercicio enfermero institucional instrumentalizado a través de las órdenes religiosas del cuarto voto de hospitalidad, y el arte de la enfermería a través de diferentes ejercicios liberales (cirujanos sangradores, comadronas, etc.) que estuvieron bajo el control del Protomedicato. Sin duda es una etapa no demasiado conocida, en cierto modo intencionadamente oscurecida, que pone de manifiesto hasta dónde puede llegar el cuidado enfermero cuando este se realiza con plena autonomía.

Comenzamos nuestro paseo por el pensamiento y la ciencia en la Edad Moderna

SANGRADORES FLEBOTOMIANOS ¿Te gustaría saber cómo eran estos profesionales en la Edad Moderna en Granada? Ver 1997-cc-sandradores

BIBIOTECAS Si los libros han sido siempre un objeto imprescindible para la transmisión del conocimiento y la cultura, con la llegada de la imprenta, se van a convertir en objeto de uso común entre la gente, atesorándose en magníficas bibliotecas como la Biblioteca Joanina, que aún se conserva en Coimbra (Portugal).

Gracias a las bibliotecas y los archivos de muchos hospitales y centros asistenciales, podemos conocer detalles muy precisos sobre cómo era la vida hospitalaria en tiempos pretéritos, sobre el mundo cotidiano de los enfermos y de los enfermeros. En el siguiente reportaje podemos adentrarnos en el tratamiento de los libros y documentos antiguos para que podamos utilizarlos en nuestros días con fines investigadores o divulgativos.


¿Te gustaría conocer un hospital de la Edad Moderna? Mira este que ha llegado a nuestros días en todo su esplendor, el Hotel-Dieu des Hospices de Beaune, Burgundy, France

Y ahora vamos a visitar uno de los hospitales barrocos más importantes de nuestro país, el Hospital de la Caridad de Sevilla, en un paseo interactivo en 3D.

SAN JUAN DE DIOS

Sin duda la figura más representativa del movimiento contrarreformista orientado a la asistencia del enfermo es Juan Ciudad Duarte, que fue elevado a los altares como San Juan de Dios. Su interés para la historia de la Enfermería hace que le prestemos un trato especial en este tema. Comencemos por conocer algunos rasgos de la vida del personaje:

Juan de Dios fue una figura muy popular en su época debido a su vida novelesca, dando lugar a algunas piezas literarias, tanto coetáneas como en épocas posteriores. También dio lugar a una película de Miguel Picazo, «El hombre que supo amar», estrenada en 1978, que tuvo una gran aceptación en su época. Si tienes tiempo, te recomiendo que la veas:

Si nos da tiempo, vamos a visualizar en clase un pasaje de este film, el que recoge el momento en que Juan Ciudad plantea a su protector y consejero Juan de Avila, su intención de formar un hospital y dedicarse al cuidado de los enfermos. VER

Interesante documental de TVE sobre El legado de Juan Ciudad

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San Juan de Dios, o la pasión por los enfermos

Una visita al pueblo natal de San Juan de Dios en Portugal

Nuevo paseo por la Granada hospitalaria de Juan de Dios

Andando los pasos de San Juan de Dios en Granada: algunas reflexiones

San Juan de Dios y su celda en el Hospital Real

Impresiones y noticias históricas en el Itinerario “Tras los pasos de Juan de Dios en Granada”

INSTITUCIONES Y PROFESIONALES

En la modernidad van a desarrollarse importantes instituciones relacionadas con la salud y sus profesionales, una de las que más impacto tuvieron fue el Real Protomedicato, encargado entre otros asuntos de examinar a los profesionales liberales para autorizar su ejercicio asistencial. Aquí encontraréis información muy completa sobre esta institución:

Campos Díez, María Soledad.El Real Tribunal del protomedicato castellano, siglos XIV-XIX. Univ de Castilla La Mancha, 1999 (Google eBook, VER).

Los barberos sangradores y los sangradores flebotomianos fueron quizá los profesionales más característicos de la práctica empírica de la medicina en la España Moderna. Su ejercicio estuvo asociado a la vigencia de una técnica delegada de la medicina, la sangría, que diera lugar a sesudos enfrentamientos entre partidarios y detractores de sus indicaciones y eficacia terapéutica. Los sangradores alcanzaron un cierto reconocimiento social, pero su práctica siempre estuvo condicionada por su posición ambigua entre los profesionales titulados (médicos y cirujanos latinos) y otros empíricos sin formación cuyos métodos traspasaban a menudo los límites de la superstición. Aquí tenéis un trabajo sobre los sangradores de Granada en nuestro periodo de estudio:

Amezcua M. “Barberos y Sangradores Flebotomianos en Granada: norma y sociedad en los siglos XVII y XVIII”. Cultura de los Cuidados (Alicante), 1997, I(1):31-36. (VER 1997-sangradores)

MANUALES ENFERMEROS

Sin duda la contribución más importante de la Enfermería moderna va a ser la publicación de una serie de manuales dirigidos a la formación de enfermeros y de otros profesionales liberales como matronas, cirujanos sangradores, etc. A continuación enlazamos algunas ediciones facsimilares de algunos de los más influyentes en su tiempo:

Instrucción de enfermeros para aplicar los remedios a todo género de enfermedades y acudir a muchos accidentes que sebrevienen en ausencia de médicos. Congregación de Bernardino de Obregón (Madrid), Andrés Fernández, Madrid: Imprenta Real, 1625. (VER)
Constituciones y Regla de la Mínima Congregación de los Hermanos Enfermeros Pobres. Bernardino de Obregón (Congregación de Bernardino de Obregón, Madrid). Madrid, 1689. (VER)
Nuevo thesoro de medicina y cirugía sacado de los aforismos de la caridad, según la práctica de muchos enfermeros capuchinos, assi españoles, como italianos, con varios y diversos secretos assi de medicina como de cirugía. En este segundo tomo. Por Fr. Gil de Villalon, religioso capuchino lego. Enfermero que ha sido en el Real Convento del Santísimo Cristo de la Paciencia y al presente en el de San Antonio de Capuchinos del Prado. Madrid, 1735. (VER)

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Baza 1488-1489. Primer Hospital Militar fijo español

Noticias sobre el antiguo Hospital de Pobres de Illora (Granada)

Sobre el origen de Hermandades y Cofradías

La Sífilis

Sanguijuelas curativas, historia y usos actuales

Las Indulgencias

¿Quién se atreve a realizar una entrada sobre El Concilio de Trento y los enfermos, Bernardino de Obregón y los enfermeros de los pobres, Luisa de Marillac y las Hijas de la Caridad, Sangrías, u otro asunto relacionado con esta unidad temática?

8 comentarios en “T4: Los cuidados de Enfermería en la Edad Moderna

  1. Hola, Aida Toro. He leido varias veces lo de la bula al Cristo de Piedra pero nadie sabe darme referencia de esa bula ni documental ni gráfica. ¿existe algun documento real que apoye esa bula? Gracias

  2. HOSPITAL SAN JUAN DE DIOS, EL PUERTO DE SANTA MARÍA

    Ya que hemos hablado hoy en clase de la orden de San Juan Dios me gustaría mencionar el hospital con dicho nombre que se encuentra en la ciudad de donde provengo: El Puerto de Santa María, Cádiz.
    En la provincia de Cádiz se vivió, al igual que su entorno, un importante auge constructivo durante el siglo XVIII. Dicho desarrollo incurrió en la creación de nuevos edificios y en la innovación o ampliación de otros. El incremento de las necesidades asistenciales y la presencia desde el siglo anterior de la Orden de San Juan de Dios en la ciudad, condujo a la imprescindible ampliación del primitivo Hospital de la Misericordia concediéndole e nuevas dependencias.
    Desde 1492 se comienza a tener noticias en El Puerto de Santa María de la Cofradía de la Santa Caridad, denominada por aquel entonces de la Misericordia y finalmente, a partir de 1668, de la Santa Caridad.

    La hermandad portuense se propuso tener un hospital propio para asistir a los enfermos. Para ello le fue concedida, en primer lugar, la Capilla de San Andrés en 1675, pero debido a lo reducido de sus dependencias solicitó en 1679 otro lugar, en esta ocasión, junto a la ribera del Guadalete frente a la Aduana Ducal. Su construcción se inicia en 1679, aunque hasta bien entrado el siglo XVIII, no se remataría el segundo cuerpo con sus magníficas enfermerías, escalera y oficinas conventuales, convertidas en la actualidad en dependencias municipales sin uso. Pero las estructuras fundamentales, es decir, la iglesia, el claustro y la escalera, son realizaciones del último tercio del siglo XVII. Según la historiografía tradicional, el edificio fue inaugurado en 1700.

    Bibliografía

    https://revistas.uca.es/index.php/trocadero/article/view/570

    https://sites.google.com/site/lascosasdelpuerto/home/arquitectura/monumentos-historicos/hospital-san-juan-de-dios

    https://www.turismoelpuerto.com/index.php?section=blog&cmd=detailsmonumentos&id=4

  3. BERNARDINO DE OBREGÓN
    Nació el martes 20 de mayo de 1540 en las Huelgas de Burgos, de padres de noble y antiguo linaje.Queda de muy niño, huérfano, por lo que pasa a vivir con un tío suyo, pero éste fallece al poco, dejándolo bajo la protección del Obispo de Sigüenza, Fernando Nuño de Guevara.
    Había comenzado estudios eclesiásticos, más al morir asimismo el Obispo, su protector, se vuelve a encontrar sin medios de fortuna y entonces se ve obligado a ingresar en el ejercito, refugio en ocasiones, de nobles sin Mayorazgo o fortuna. Se alista en la Compañía del Capitán Juan Delgado, de Italia pasa a Flandes por mar; sirve en la campaña de Flandes, asiste con éste al cerco y toma de San Quintín, siendo de los primeros en el asalto a la plaza; finalizada la guerra, alcanza fama de valeroso y esforzado campeón y como tal, el favor del Rey Felipe II, que le distinguió con el hábito de Santiago y con su real favor, que más tarde continuaría, hasta el mismo lecho de muerte del monarca, en donde le asistió en sus últimos días.

    La vida de Bernardito cambia por un hecho fortuito: « Paseando un día del año 1566, por la madrileña calle de Postas, muy aseado y galán como era su costumbre juntando la gallardía del soldado, en ocasión de que estaban limpiando el barro de dicha calle, un menestral encargado de la operación, cometió la involuntaria torpeza de mancharle la ropa. Bernardino, encolerizado, levanto la mano y asesto al hombre tan colosal bofetada en el rostro, que dio con él en tierra.
    A la ira del caballero, respondió la humildad heroica del sufrido menestral, que se puso de rodillas a sus plantas, en demanda de perdón, por la ofensa al mancharle. Pasmado y absorto se quedó nuestro caballero, al ver el ejemplo tan grande de humildad y queriendo satisfacerle le pidió a su vez perdón, corrido y avergonzado de haber encontrado a alguien con tal paciencia.

    Decidió pues, que si había ofendido a Dios en un pobre, se debía dar, por desempeño al mismo Señor, al servicio de muchos pobres.
    Y en efecto trueca sus elegantes trajes por tosco sayal, se deshace de cuando le pertenece en favor de los necesitados y se constituye en estado de total pobreza para consagrarse exclusivamente al socorro y asistencia de los pobres y a purificar su alma por la penitencia y la oración ». Llevó a cabo sus propósitos dichos, entrando en el año de 1567 a servir a los pobres enfermos en el Hospital de Corte; muchos siguen su ejemplo y en 1568 forma con ellos una Congregación aprobada por el Nuncio, llamada de Hermanos Mínimos siervos de los pobres enfermos, que son conocidos como Hermanos Obregones, que se extendió por provincias y a la cual se le dieron en 1587 las Reglas de la Orden Tercera de San Francisco de Paula, con votos de pobreza, castidad y obediencia y a la que S.S. el Papa Paulo V autorizó a llevar sobre el hábito gris una cruz morada en el lado izquierdo.
    En 1579, por encargo del Rey Felipe II y con el auxilio de personas piadosas, pudo fundar el Hospital de Santa Ana, que estuvo en la calle hoy llamada de San Bernardo y allí perfecciona aun más su obra. Con los Hermanos Mínimos de su Congregación extiende su solicitud al sufragio de las almas de los que allí fallecían y establece para ello la Cofradía de Animas, adquiriendo limosnas para este fin y caso insólito hasta entonces, saliendo el mismo en persona a pedirlas por las noches por las calles de Madrid.
    Inmediatamente después, instituye también el venerable Bernardino la Archicofradía del Santísimo Sacramento, uniéndole e incorporándole a la Cofradía de Animas. Queda así construida, con las debidas licencias eclesiásticas, en el año 1579 la Archicofradía del Santísimo Sacramento y Animas de los Pobres que mueren en el Hospital, la cual es a su vez incorporada a la Archicofradía del Santísimo Sacramento de Santa Maria sobre Minerva, de Roma.
    Las misiones principales del instituto que inculca el venerable Padre Obregón en los cofrades son: primero, venerar el Santísimo Sacramento y después, recaudar limosna para entierro de los cuerpos y sufragio de las almas, de los pobres fallecidos en los Hospitales.
    En 1587, el rey Felipe II reunió en uno solo, todos los hospitales, para lo cual obtuvo la bula del Papa Paulo V y el 24 de julio de dicho año se inaugura en el Hospital General de la Carrera de San Jerónimo, situándolo en el convento de Dominicas de Santa Catalina de Siena.
    Es enviado posteriormente nuestro venerable fundador a Lisboa y después a Valencia a reorganizar hospitales. Los reorganiza, funda asilos para niños huérfanos, etc. El 8 de septiembre de 1596, se establece próximo a la Puerta de Atocha el Hospital General de Nuestra Señora de la Anunciación y San Roque y a él se traslada el de la Carrera de San Jerónimo y con él, el Padre Obregón, a seguir sus santas obras, lo que prosiguió hasta 1599.
    Tan piadoso varón, modelo de caridad, humildad y pobreza, entrega su alma a Dios el día 6 de agosto de 1599, rodeado de sus hermanos de Congregación e individuos de la Archicofradía. Su muerte fue muy sentida y llorada por todos los que habían tenido la suerte de conocerle y apreciar sus virtudes.
    Se dispuso que estuviese el cuerpo manifiesto por tres días y que la veneración pudiera admirar su incorruptibilidad y tomar reliquias y es de admirar que asolando Madrid una terrible epidemia de peste y siendo en agosto, ninguno de estos factores ahuyentaran al pueblo que se apresuro a tomar reliquias, lo que hizo preciso que se renovase el habito, hasta tres veces, antes de ser inhumado.
    Se verificó su entierro , honrándole con su presencia el Rey Felipe III, la Nobleza, Clero y notables de la Corte.
    BIBLIOGRAFÍA
    https://www.bernardinodeobregon.es/biografia_vida.html

  4. Al despertar mi interés sobre Luisa de Marillac, de la cual se habló el otro día en clase, he encontrado esta información que subo para que los demás también tengan la oportunidad de saber quién fue Luisa de Marillac y la labor tan digna de reconocer que llevó a cabo.
    Luisa nació en París, de una familia noble de Auvernia, hija de Louis I de Marillac. No conoció a su madre y su padre murió cuando ella tenía quince años. Pensó ingresar en alguna congregación e hizo voto de servir a Dios y al prójimo.
    Luisa dio el gran paso hacia el matrimonio en 1613, la pareja tuvo su único niño en el primer año de matrimonio. Poco después del nacimiento de su hijo, su marido, contrajo una enfermedad crónica y finalmente muere con lo cual Luisa quedó libre para cumplir su deseo de consagrarse a la religión. Escribió sus propias «Reglas de Vida en el Mundo.
    Fundación de las Hijas de la Caridad. En el siglo XVII en Francia el cuidado caritativo de los pobres estaba completamente desorganizado. Muchas personas poco privilegiadas eran víctimas de la inexistencia de cuidados o de las malas condiciones en el hospital. Las «Señoras de la Caridad», fundadas por Vicente de Paúl muchos años antes, proporcionaban algún cuidado y recursos monetarios. Al comienzo de 1633, Luisa asumió la tarea de poner orden en ese caos. De acuerdo con Vicente reunió en su casa para formar a las mujeres del pueblo jóvenes humildes, les enseño a que se preocuparan por los necesitados y también a desarrollar una vida profunda espiritual «Amar a los pobres y honrarlos como honrarían al propio Cristo». El trabajo de Luisa con estas mujeres jóvenes desarrolló un sistema de atención en el Hôtel-Dieu. Luisa promovió la colaboración entre los doctores, enfermeras y otros para formar un equipo completo.Su servicio se extendió hasta incluir hospitales, orfelinatos, instituciones para ancianos y enfermos mentales, prisiones, escuelas y el campo de batalla. En poco tiempo, Luisa de Marillac fundó nuevas comunidades en treinta ciudades de Francia y Polonia y continuó su trabajo con las Hijas de la Caridad hasta casi los setenta años.
    Luisa de Marillac murió el 15 de marzo de 1660, seis meses antes de la muerte de su gran amigo y guía Vicente de Paúl. Fue canonizada en 1934 por Pío XI y es la santa patrona de los trabajadores sociales y cuidadores, proclamada por el papa Juan XXIII en 1960.
    Las reliquias de su cuerpo se encuentran al lado izquierdo del Altar Mayor en la Capilla de la Casa-Madre de las Hijas de la Caridad, 140 rue du Bac, París.
    Información obtenida de https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Lima_Miraflores_Cathedral_Stained_Glass_Santa_Luisa.jpg https://hijascaridad.org/portal/c_pastoral/staluisa/

  5. Después de ver la historia de Juan de Dios, me hago varias reflexiones. La primera, que un hombre que está muy convencido de algo es capaz de mover montañas para conseguir el fin propuesto. En este caso, un hombre que no tiene los estudios necesarios para dedicarse a curar es capaz de conseguir un hospital. El amor al prójimo fue el que guió su camino. Seguro que muchas veces tendría que luchar contra la adversidad, pero su objetivo era claro, ayudar a los demás. No buscó ni riqueza ni reconocimiento personal. En contraposición le construyen una iglesia-basílica llena de adornos hasta la saciedad “Joya del barroco” que aunque arquitectónicamente es una maravilla no guarda relación “al menos a mi parecer” con el estilo de vida de San Juan de Dios. En nuestros días existe en mi pueblo un hombre que al igual que San Juan de Dios, se dedica a cuidar de personas, el en su caso toxicómanos y lo hace en la sierra, tiene una historia muy particular, de policía pasa a ser ermitaño y ya siendo ermitaño se hace sacerdote. Él ha construido un templo allá en la sierra y pide siempre que puede alguien que pueda continuar con su obra, porque los años no le van a permitir seguir en esas condiciones muchos años más. Ese sacerdote se llama Manuel Vílchez, y que este texto sea un homenaje a su labor desinteresada y amorosa.
    Mª Trini Rodríguez Pérez 1º A

  6. Al comentarlo en clase, he buscado un poco sobre este hospital y sobre la hermandad de la caridad.
    El Hospital de la Caridad de Sevilla, enclavado la calle Temprado en el barrio del Arenal muy próximo a La Maestranza, acoge la sede de la Hermandad del mismo nombre, constituye un conjunto arquitectónico y artístico cumbre del arte barroco español.
    Historia: La Hermandad de la Santa Caridad, fundada en Sevilla a mediados del siglo XV, tenía entre sus funciones la asistencia a enfermos abandonados y el enterramiento de ajusticiados y ahogados, así como elevar sufragios por sus almas. Tuvo su sede en una capilla, dedicada a San Jorge, construida en una de las Atarazanas Reales.
    Hospital:
    -Patio:Destaca el patio de acceso dividido en dos por un pasadizo volado sobre columnas y decorados con paneles de azulejos del siglo XVII que representan escenas del Antiguo y Nuevo Testamento. En cada espacio hay una fuente de mármol con grupos escultóricos de la Misericordia y la Caridad, respectivamente.
    -Fachada de la iglesia: obra representativa del barroco sevillano, está decorada con azulejos que representan a sus patronos San Jorge y Santiago y a las tres virtudes teologales, La Fe, La Esperanza y La Caridad.
    -Decoración interior: De entre todo el conjunto destaca la iglesia, de una sola nave, cubierta con bóveda de cañón y una pequeña cúpula en el espacio anterior al presbiterio.
    La decoración interior de esta Iglesia fue realizada por artistas tan prestigiosos como Murillo, Valdés Leal, Pedro Roldán y Bernardo Simón de Pineda que plasmaron en ella la inspiración de Miguel Mañara.
    Entre las numerosas obras de Valdés Leal destacan sus dos obras maestras, que contienen una profunda meditación sobre la Muerte y los acontecimientos espirituales que la suceden.
    informacion obtenida:
    https://sevillapedia.wikanda.es/wiki/Hospital_de_la_Caridad_(Sevilla)

  7. ORIGEN DE LA DEVOCIÓN SEÑOR DE LOS FAVORES, GRANADA

    Ayer en clase, se volvió a hacer mención de que la peste bubónica también apareció en la edad moderna, pero menos virulenta que la que causó tanta masacre en la edad media. También se habló de las indulgencias que la iglesia daba.
    Por lo mencionado anteriormente y como los habitantes se aferraban a la fe, religión, para salvarse de la muerte, es lo que hace que se creen creencias que hasta hoy en día perduran. Es por lo que hago la siguiente mención al origen de la devoción del Señor de los Favores en el Campo del Príncipe, y el cual fue decretado por bula papal con el título: Señor de Granada debido a su amplia devoción donde todos los viernes del año multitud de personas en peregrinación constante van a orar ante El.

    La provincia de Granada también sufrió la peste bubónica, entre los años 1679 y 1682. Pero un fenómeno extrañó a las gentes de esta ciudad, veían como el barrio del Realejo era el menos afectado por ésta enfermedad. Los ciudadanos lo achacaron a la estatua que había en la plaza del campo del príncipe (su nombre se debe a que allí se casó el hijo de los Reyes Católicos, dos siglos antes) y a la cual rezaban los habitantes de la zona.
    Esos rezos masivos, esa devoción, llevaría a el Arzobispo D. Fr. Bernardo de los Ríos y Guzmán que concediera 40 días de indulgencias a todos los que rezaran un Padre Nuestro y un Ave María ante la imagen de Cristo en la cruz (estatua).
    Luego en 1788 el Arzobispo D. Francisco de Perea promulga que se le concedería “40 días de indulgencias a quien rezase un credo ante la imagen”.
    Después, el 24 de Abril de 1884 se publica en el Boletín Oficial del Arzobispado: “Recomienda que es grato a Dios rezarle en el Campo del Príncipe cinco Padrenuestros en recuerdo de las Cinco LLagas de la Pasión y Muerte del Redentor y tres Avemarías en recuerdo de las tres horas que pasó la Madre al pie de la cruz”.
    Se le atribuye un poder milagroso excepcional, que se manifiesta especialmente la tarde de un viernes cualquiera del año, especialmente el viernes santo, de una leyenda ancestral, según cuentan: una bellísima joven del barrio, Dolores “la Perla”, llevaba todos los viernes por la tarde, un ramo de flores ante el Cristo, y un día fue agredida por unos desconocidos que querían agredirla sexualmente, ella pidió protección al Cristo, y un rayo apareció de un cielo sin nubes iluminando la plaza y el brazo derecho de piedra del Cristo se desclavó del mármol de la Cruz y Jesús lo extendió sobre la cabeza de Dolores, como signo de protección. Ante este milagro, los malvados cayeron al suelo debido a la parálisis que invadió sus cuerpos. Dolores escapó corriendo, dejando atrás los cuerpos inmovilizados de sus ofensores.
    Desde entonces se han llevado flores al Señor de los Favores en especial la tarde de los viernes.

    Hoy por hoy, el Viernes Santo se reúnen los habitantes de Granada y visitantes en torno al Señor de los Favores para asistir al acto religioso de “Las siete palabras” (siete últimas frases que Cristo pronunció antes de morir), y tras un sonido de trompeta marcando las tres de la tarde, hora en la que murió Jesús (hora nona) y momento en el que se guardan tres minutos de silencio, en compañía del paso de la Virgen de la Soledad, e implorar tres gracias al Cristo. Pedir tres deseos. Después se reza la oración de las cinco llagas.

    Bibliografía: Información recopilada de varias páginas web, entre ellas:
    https://www.facebook.com/ElRealejoGranada/info
    https://www.ideal.es/agencias/20130329/local/granada/miles-fieles-ruegan-tres-gracias_201303291725.html
    https://granadainfo.com/realejosp.htm

  8. SAN JUAN DE DIOS
    Juan Ciudad Duarte (San Juan de Dios), nació al final del siglo XV, tres años después del descubrimiento de América un 8 de marzo del año 1495 en Montemor-oNovo (Portugal). A la edad de ocho años se establece en Oropesa (Toledo), trabajando como pastor durante 18 años en la casa de Francisco Cid Mayoral.
    En 1523 se alista en el ejército y participa en la guerra contra Francisco I en Fuenterrabía.
    Poco después continúa con su oficio de pastor, hasta la campaña de Carlos I contra los turcos en 1532, en la que también se alista.
    El año 1535 trabaja en la construcción de las murallas de Ceuta, aportando su salario a una familia de un noble portugués exiliado que pasa necesidad. Más tarde es vendedor de libros en Gibraltar y en el año 1537 continúa este oficio en Granada.
    Juan de Dios participa del espíritu aventurero y de búsqueda de su tiempo y en el sermón predicado por San Juan de Ávila, encuentra al Señor. Él es la manifestación del amor de Jesús entre los hombres, hace visible la caridad de Dios en la Iglesia, por ellos experimenta el amor misericordioso del Padre y siente el deseo imperioso de comunicar esta forma de vida, la grandeza de la “bendita pasión”como realidad del amor de Dios, lo concreta desde su pasión de amor por el hombre sufriente, sin escatimar el sacrificio que esto conlleve.
    Trabaja incansablemente por mejorar la situación de los enfermos y pobres, durante 12 años y muere en Granada, a los cincuenta y cinco años de edad, victima de su Caridad, el 8 de marzo de 1550.
    Es Beatificado, por Urbano VIII, en 1630.
    Canonizado, por Alejandro VIII, en 1690.
    Patrón de hospitales y enfermos, por León XIII en 1886.
    Patrón de enfermeros/as por Pío XI en 1930.
    Copatrón de Granada, por Pío XII en 1940.
    Patrón de los Bomberos en 1953.

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