Autora: Sara García, 1º C (2014/15)
En la localidad de Íllora, situada a unos 30 Km de la capital granadina, he conocido la larga historia de su Ayuntamiento. Si lo visitamos es un edificio aparentemente nuevo, sin embargo, lleva construido desde el siglo XVII, y su utilidad ha ido cambiando: de convento, hospital e iglesia a colegio, y finalmente a ayuntamiento. Veamos con detenimiento todas sus etapas, sobre todo la de hospital que es la que más nos interesa en este caso.
Por petición de la población, la Orden de San Pedro de Alcántara de los padres descalzos (capuchinos) construyeron en 1669 un convento, iglesia y hospital con la ayuda de las aportaciones de los vecinos. Al llegar esta orden a Íllora para realizar estas instalaciones, se elige la zona alta del pueblo y finalmente en 1688 finalizarían sus obras. El edificio, de estilo manierista, tiene planta de cruz latina, con los brazos del crucero de escasa anchura y muros lisos y carentes de decoración. La nave está cubierta por una bóveda que recibe luz a través de lunetos y el acceso al edificio se realiza por un sencillo arco de medio punto. En un lateral se conserva aun el claustro del convento.
El convento tenía una clara función social, al usarlo la Orden como casa de hospedaje y centro de atención sanitaria para los necesitados. Los frailes también ofrecían un plato de sopa caliente una vez al día. Además muchos de los enfermos y pobres que morían en este hospital solicitaban ser enterrados en ese edificio.
Durante la epidemia del cólera, a principios del siglo XIX, no solo atendían en el hospital sino que también prestaban auxilio en las casas de los enfermos. Al finalizar la epidemia, de diecisiete frailes que formaban la comunidad, solo sobreviven tres, que son desalojados y trasladados a otra comunidad por la desamortización eclesiástica. En 1835 se subastan los bienes de la Orden, quedando solo la iglesia para el culto.
En 1.860, el control de sus dependencias la ejercía el gobierno político, desde el ayuntamiento, así como de su cátedra de latín. En esta época, se derriba la sacristía para ampliar su patio. En 1.899, el convento de San Pedro de Alcántara pasa a una comunidad religiosa de monjas, se rehabilitan algunas zonas como colegio y trabajaron en la enseñanza con niñas.
Finalmente, en los años ochenta, se derriban el hospital y el convento, y la iglesia se restaura y reforma para albergar las oficinas del actual ayuntamiento. Durante estas obras de restauración fueron encontrados los restos de centenares de personas que habían querido ser enterrados allí.
Con el pequeño recorrido histórico de este edificio se demuestra que quizá pasamos diariamente por algún lugar y no imaginamos el gran pasado que tiene, por ejemplo, en este caso, un lugar donde ahora mismo hay oficinas, en un pasado fue refugio de enfermos y pobres.
Fuente
Sin autor. Un recorrido por la historia de los barrios más antiguos de Íllora. DMP Íllora. Disponible en https://www.bibliotecaspublicas.es/illora/imagenes/contenido_9733.pdf
En este hospital residieron las Hijas de la Caridad, quienes se encargaron de las clases y del hospital.
Soy hija de Pura la del hospital y, por las casualidades de la vida, llevo 52 años perteneciendo a esa Congregación.
Ya jubilada, pero he prestado mi servicio a las personas más vulnerables del Camerún- África Central- y en España a las personas sin techo.
Se ve que, tanto la orden de San Pedro y las Hijas de la Caridad dejaron huellas.
Me ha gustado esta historia del edificio. Es lo que casi siempre se ha ido haciendo, ir cambiando de uso dependiendo de las corrientes políticas predominantes en el momento. Pero gracias a que se tenía la inquietud de conservar el edificio, “por ahorrarse su construcción” para usarlo en otra actividad, es por lo que hoy contamos con estos “en algunas ocasiones” centenarios edificios. Ellos son portadores de nuestra historia.