Antes vivíamos de lo que daba el campo. La naturaleza se respetaba.
Rosa Justicia González, a sus 77 años y oriunda de Cabra del Santo Cristo (Jaén), nos revela con su historia cómo el camino se forja a través de la pérdida y el sacrificio. Guiada por la sabiduría transmitida por sus padres, quienes le inculcaron un profundo respeto por la naturaleza, Rosa ha enfrentado enfermedades y adversidades con una fortaleza admirable. Su relato es un testimonio vivo de perseverancia y adaptación a tiempos cambiantes, pero siempre arraigada en las profundas raíces familiares.
La hija de Rosa abrió la puerta de la casa en el día de la entrevista. Rosa estaba sentada, algo fatigada por las tareas cotidianas del hogar. Mientras narraba su vida, la hija de Rosa no podía ocultar su sorpresa, pues desconocía por completo los remedios que su madre había usado durante toda su vida. Y así, con la sabiduría de quien ha vivido mucho, Rosa le dijo: «la vida moderna ya llevo otro ritmo».
