¿Saben los gestores las dificultades que tenemos las enfermeras con los programas informáticos? ¿Cuántas veces tenemos que teclear para llegar a los registros protocolizados NANDA-NIC-NOC? ¿Qué diferencias existen entre los programas informáticos? ¿Cómo se enseñan? ¿Sirven estos registros para la investigación sanitaria de los cuidados? ¿Se utilizan los registros clínicos como fuente para la historia de los cuidados?
Los días 15 y 16 de abril de 2016 tuvo lugar en Zaragoza (España), la VIII Reunión Internacional de Investigación en Enfermería -Forandalus 2016- y III Reunión del Grupo de Investigación Aurora Mas, organizadas por dicho grupo de investigación -A.Mas- de la Universidad de Zaragoza, con la colaboración de la Fundación Index. En esta tercera reunión del Grupo A.Mas se propuso seguir las huellas que deja el cuidado. Los buenos profesionales enfermeros dejan una huella indeleble en la vida de quienes reciben sus cuidados. Esta huella está llena de seguridad, confianza y empoderamiento, pero además, de «cuidados invisibles», que procuran el máximo bienestar y serenidad posible durante las etapas críticas de la enfermedad, en el comienzo de la vida y ante la inevitable muerte.
Bajo el lema ¿Registramos o cuidamos? en Forandalus 2016 se reflexionó sobre qué, cómo, cuándo y dónde registramos -las enfermeras- el cuidado, y hasta dónde nos son útiles las taxonomías NANDA, NIC, NOC. Conocemos su utilidad para los gestores sanitarios, pero no tanto para recoger el trabajo holístico del cuidado. Durante la primera mesa de la reunión –Visibilizando los Cuidados en los registros informáticos– se concluyó que las enfermeras registramos y cuidamos para poder transformar los datos en evidencias. Se señaló la necesidad de disponer de sistemas versátiles, ágiles y que permitan varios modelos de valoración y por último, se indicó que los sistemas de registros precisan de personas que los gestionen y que formen a los profesionales de enfermería que los utilizan.
En la segunda mesa, “Formación enfermera: registra como quieras”, se puso de manifiesto la necesidad de visibilizar, en la docencia y en la asistencia, los cuidados holísticos. Se expuso además, la necesidad de que ambos campos confluyan en lo relativo a los registros, considerándose éstos, elementos claves en los procesos formativos. Desde la visión de diferentes contextos geográficos -Suecia, Italia, Perú, EEUU y España- se destacó como necesario: una historia clínica única que abarque diferentes niveles de atención, una autoría responsable imprescindible en los registros de enfermería, acceso a la historia clínica para todos los profesionales del equipo sanitario (y de los alumnos en formación), y, en definitiva, unos registros que reflejen más y mejor los Cuidados Invisibles.
La tercera mesa, “Historia de los cuidados de la salud”, suscitó gran interés: numerosas comunicaciones aportaron resultados de los registros o huellas del saber y el hacer en Enfermería desde la Edad Media hasta la actualidad. Predominaron los trabajos correspondientes al siglo XX, siendo la mayoría estudios de investigación original basados en fuentes de archivo institucionales o personales, unas manuscritas o mecanografiadas y otras impresas, mostrando algunas el valor de evidencia que pueden tener otras fuentes como fotografías, registros gráficos y las fuentes orales. Desde el punto de vista temático sobresalieron los estudios destinados a diversos aspectos del cuidado del nacimiento y parto y la profesión de matrona.
Fue destacable la conferencia de la Doctora Montse Cabré, que puso de relieve la existencia de numerosos manuscritos de recetas domésticas, de preparados cosméticos o medicinales desde el siglo XIV atribuidos a las mujeres, algo que resultó sorprendente pues se creía que no había registro de ello. Por otra parte, la ponencia de la profesora Carmen Rojo dejó constancia de la interesante aventura que puede ser reconstruir el pasado de un profesión como la suya, matrona, en una pequeña provincia y a lo largo del siglo XX, ofreciendo numerosas pistas y avisos para los jóvenes investigadores/as. Para finalizar, los asistentes pudieron disfrutar de la comunicación premiada, de Raúl Villagrasa, que habló sobre el nacimiento de la Enfermería a través de la arquitectura hospitalaria.
En la siguiente mesa –¿Facilitan los registros la investigación enfermera?– la Doctora Fabiola Modrego indicó que registrar es importante para medir, evaluar, compartir e investigar; además, hizo hincapié en la obligatoriedad que los profesionales tenemos de plasmar los cuidados en la historia clínica. También se señaló la necesidad de que los sistemas de registro deben facilitar el trabajo del profesional, poner en el centro a los pacientes y evitar que se minimice o dificulte la relación entre el profesional y el paciente. Por otra parte, la Doctora Ana Fernández Araque expuso el trabajo premiado que llevaba por título “Análisis de la calidad de los sistemas de registro enfermeros a través de sus factores internos y externos”. Finalmente se concluyó que sólo a través del registro de todo aquello que la enfermera realiza, Enfermería podrá transformar el conocimiento común sobre los cuidados, en conocimiento científico y contribuir de este modo al desarrollo científico y profesional.
La quinta y última mesa, “Momentos de cuidado: narrativa del paciente”, como en reuniones anteriores, se dedicó a los protagonistas del cuidado: enfermos y familiares que aportaron sus experiencias a través de sus narrativas. Se concluyó que es necesario poner al paciente en el centro de los registros y dar importancia a sus narrativas ya que éstas también permiten la visibilización de los cuidados. Se destacó la utilidad de poner una sonrisa en los cuidados, una sonrisa que supone la base de la confianza entre la enfermera y el paciente. Por último, a través de los relatos premiados, los asistentes pudieron ver que el cuidado es necesario y nos hace humanos y que por ello, debemos trabajar en pro de la humanización de los cuidados.
La Conferencia de Clausura estuvo en manos del presidente de la Fundación Index, Manuel Amezcua. Desde una visión original, crítica y llena de humor revolucionó el auditorio y las redes sociales lanzando un nuevo concepto: “Cumplimentir”, que él mismo definió como “el elogio de la impostura en el registrar”.
Forandalus 2016 se despidió con la lectura de conclusiones y dejando la puerta abierta a futuros encuentros con la siguiente pregunta: ¿Registramos sólo para rendir cuentas o para mejorar los Cuidados?
[Fuente y fotografías: Grupo de Investigación Aurora Mas y Fundación Index]