La Fundación Index imparte talleres en la FUCS-Bogotá para concienciar sobre el consumo responsable
BOGOTÁ (Colombia). 160 estudiantes de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud-FUCS participaron durante los días 16 y 17 de septiembre de 2019 en talleres de prevención del consumo abusivo de alcohol entre los jóvenes, que tuvieron lugar en la Facultad de Enfermería de dicha universidad bajo la coordinación de la profesora Sandra Milena Hernández Zambrano.
Las actividades estuvieron conducidas por Sonia Herrera Justicia, investigadora del grupo Náyade de la Fundación Index, que desde hace una docena de años viene desarrollando proyectos de investigación sobre consumo de alcohol en jóvenes asociado al ocio. Participaron estudiantes de Enfermería de primer y segundo semestres, o sea, probablemente los más jóvenes de la universidad.
La dinámica de los talleres resultó especialmente participativa, lo que permitió a los estudiantes analizar su realidad y proponer estrategias creativas para intervenirla. La profesora Herrera utilizó metodología design thinking para despertar el lado más creativo de los estudiantes, que comenzaron reflexionando sobre las prácticas actuales de consumo de alcohol asociadas a sus momentos de ocio, a la vez que conocían las de otras realidades, como la española, pudiendo establecer comparaciones y analizando sus singularidades. Posteriormente, distribuidos en pequeños grupos, describieron un caso real en que un consumo excesivo de alcohol comprometió la seguridad de personas en entornos de ocio, a la vez que plantearon una intervención que resultó efectiva para minimizar sus efectos. Lo singular fue que no lo hicieron de forma narrativa, como suele ser habitual, sino que mostraron la situación de forma gráfica, para lo cual y de manera cooperativa en el grupo dibujaron su solución sobre cartulinas blancas. Posteriormente y tras la presentación de cada grupo, se analizaron los casos procurando, a partir de la diversidad de situaciones planteadas, identificar las semejanzas en cuanto a los tipos de soluciones que se aportaban.
Como resultado se obtuvieron 17 casos de consumo abusivo de alcohol asociados a fiestas o momentos de ocio, que involucraron situaciones extremas como de intoxicación etílica, pérdida de conciencia, asfixia, accidentes, abuso sexual, abandono e incluso atentados con violencia. Los participantes pudieron constatar que estas situaciones se producen en diversidad de emplazamientos cotidianos, como puede ser la discoteca, la calle, la carretera, el parque, o la propia casa, y que a menudo involucran a muchas otras personas, además de los protagonistas y sus amigos, como familiares, policías, taxistas, etc. Teniendo en cuenta que estos estudiantes de los primeros semestres aún no han adquirido conocimientos suficientes para activar intervenciones profesionales, lo singular de las soluciones que aportaron fue que todas ellas referían acciones muy simples que tienen lugar en su mundo cotidiano, como el auxilio doméstico, llamar a un servicio de urgencias o trasladar a la persona a un centro de salud, entre otras.
Finalmente, como síntesis de todo lo trabajado en los talleres, se concluía que un estudiante de enfermería, aún sin conocimientos suficientes, puede intervenir de manera activa y efectiva ante situaciones de riesgo en momentos de ocio con solo activar su inclinación a ayudar llevado por su vocación como enfermero o enfermera (conciencia de compromiso disciplinar). Además, como solución creativa, se proponía la “estrategia de la tripe A”: Aconseja, pide Ayuda y Acompaña. Tres acciones sencillas que pueden salvar vidas si se emplean en situaciones riesgosas. De especial relevancia resultaron los materiales elaborados, que pusieron de manifiesto las habilidades artísticas de muchos de los estudiantes.