Y de repente, llegó para quedarse

“Esta asignatura no te la enseñan en clase y tenemos que vivir con ella”

Remedios Montes de Oca González
Enfermera. Centro de salud Poniente. La Linea de la Concepción, Cádiz, España

Tenía nociones de lo que estaba pasando por las noticias, conocía que había un virus en la provincia de Hubei y que se llamaba SARS-Cov-2, pero me dije a mi misma: “China está muy lejos de aquí” y seguí con mi rutina como si nada(pensando en vacaciones, días libres, planillas, semana santa…). Lo siguiente que me explicaron fue que ese virus había llegado a Italia, nuestra vecina. Desde este momento si pensé, que nos llegaría a nosotros y fui tomando conciencia de lo que nos podía pasar.

No he contado que soy enfermera de atención primaria, aunque durante casi 14, fui enfermera en una puerta de Urgencias de un Hospital, en la que aprendí prácticamente todo lo que se y que del que guardo un gran recuerdo por la gran cantidad de compañeros que nos dejamos la piel estando siempre al pie del cañón. Es un servicio que la inmensa mayoría de las veces , a los pacientes no les importas, porque a pesar de salvas vidas a unos, aliviarles el dolor a otros, pasar unas noches horribles y Navidades trabajando, pocos te dan las gracias y felicitan tu trabajo. No tengo la misma sensación ahora que trabajo en atención primaria, aquí me siento la enfermera referente de muchas personas, personas que creen en ti, que te buscan para preguntarte dudas, que te llaman por tu nombre y que te agradecen lo que haces(aunque hay excepciones), es una enfermería con un trato cercano con el paciente, que a mi me gusta y hace que me sienta realizada como enfermera.

De repente nos comunican que hay que cambiar la forma de trabajo, que lo que ahora hacemos y hemos hecho normalmente pasa a un segundo plano, hay que cerrar todos los programas, avisar a los pacientes crónicos para que no vengan y evitar que salgan a la calle innecesariamente; quitar agendas, cambiar turnos y actividades de los profesionales y todo eso en un tiempo récord. Tenemos que implantar un triaje y poner un circuito de pacientes respiratorios, porque ahora todos los pacientes con clínica respiratoria son sospechosos de COVID-19. Las instrucciones nos llegaban a diario y a veces había tanta información que te faltaba tiempo para poder asimilarlo todo, se implantan las llamadas telefónicas y te das cuenta de que se pueden gestionar muchas cosas por teléfono , he de reconocer que esto último funciona desde el punto de vista enfermero. Empezamos a hacer un seguimiento telefónico a los pacientes frágiles desde que empezó el confinamiento, pacientes que viven solos, pacientes inmovilizados y pacientes que no pueden salir de su domicilios por su edad y patologías. Esta nueva tarea de Enfermería se denomina teletrabajo ( y SÍ, se pueden hacer CUIDADOS DE ENFERMERÍA desde casa), en principio el confinamiento eran dos semanas, como esto se ha prologado los hemos llamados tantas veces que pienso que cualquier día no nos cogen el teléfono por pesados.

Este cambio en el centro hace que el funcionamiento sea otro, los pacientes entran a cuenta gotas y controlados para mantener la distancia de seguridad necesaria, se acordonan zonas para delimitar mejor los circuitos. Aparecen a diario bomberos y militares, que desinfectas zonas comunes; el personal va vestido de tal manera que algunos no nos conocemos cuando nos saludamos con todo lo que llevamos encima. Todo esto no tiene nada que ver con el día día, con el cara a cara con el paciente. Desde hace muy poco tiempo hago las funciones de coordinadora de cuidados de mi centro,y gracias a ello he podido ver y analizar todo desde distintas perspectivas, he visto compañeros que han tenido y tienen miedo, esos miedos han hecho sacar lo mejor y lo peor de ellos. Algunos me han sorprendido para bien y otros no tanto ,no los culpo y es que es difícil controlar este miedo a algo nuevo y desconocido cuando, aún así de todos y cada uno de ellos he aprendido algo. No pensé en mi vida profesional ni personal que viviría una situación tan excepcional y tan complicada a la cual enfrentarme , sin ir mas lejos como gestionar el material(Epis), que te llega en cajas por semana y que esperas como si fueran los reyes magos ,sin saber lo que viene dentro y que guardas como un tesoro, porque ante todo quieres tener a los tuyos, de los cuales te sientes responsable, protegidos en todo momento. Lo intentas y lo haces lo mejor que sabes, con los recursos que te llegan, pero tienes la sensación que para algunos no es suficiente,(en ocasiones esta situación me ha llegado a quitar el sueño).

He sentido también en este periodo el reconocimiento de la gran mayoría de mis compañeros y eso motiva y ayuda mucho para poder seguir adelante, a los cuales les doy las gracias. A pesar de ello durante todo este período que estamos aún viviendo no he tenido MIEDO a contagiarme, he tenido miedo por los demás ,por esos compañeros de otras comunidades que han vivido en mi parecer un autentico horror, como veías por las noticias que no se podían proteger y utilizaban lo poco que tenían, incluso bolsas de basura, ver que hay personas que fallecen solas sin el acompañamiento de los suyos(donde ha quedado humanizar los cuidados) y es que no se podía, pero resulta triste tener que vivir eso. Tiene que ser demoledor no tener recursos para todos y tener que elegir a quien dar un respirador o no, ver como montan un hospital en un recinto ferial donde cabían miles de enfermemos separados entre si, sin su familiar al lado en la mas triste soledad, eso si que me daba MIEDO. Miedo por mis compañeros, por mi familia, mis padres,mis hijas, miedo de perder lo que realmente nos une, un abrazo, una reunión con amigos, ver y disfrutar de la compañía de tus familiares, un viaje … MIEDO de perder, como me dijo una compañera y amiga la humanización de la ENFERMERÍA, por tener que ver al paciente desde la puerta y desde lejos, porque nos de miedo a contagiarnos y se que se querrá volver a lo de antes, pero no sera lo mismo, todo ha cambiado, pero no debemos olvidar lo que somos y porque hemos elegido esta profesión, para mi la más humana y bonita del mundo, porque vivimos para el cuidado.

Nadie nos enseño a como trabajar, actuar o gestionar en una pandemia, esa asignatura no te la enseñan en clase y tenemos que aprender a vivir con ello día a día con nuestras propias vivencias y experiencias, porque es muy poco lo que se puede hacer bajo el espíritu del miedo ya que este virus, llegó para quedarse.

Cómo citar este documento
Montes de Oca González, Remedios.  Y de repente, llegó para quedarse. Narrativas-Covid. Coviviendo [web en Ciberindex], 02/05/2020. Disponible en: https://www.fundacionindex.com/fi/?page_id=895

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