De lo desconocido al fortalecimiento

“Esta pandemia ha sacado lo mejor de los profesionales y lo negativo de otros”

Jesús E. Montoro Robles.
Enfermero. Distrito de Atención Primaria Poniente de Almería Roquetas de Mar (Almería)

Cuando nos encontramos en la fase final (esperemos) de una pandemia que nos ha tocado vivir, ninguno pensábamos que esta situación nos tocaría pasarla. Pero cuando esto apareció en marzo, nuestras vidas se pararon bruscamente y tuvimos que afrontar esta guerra, una guerra donde éramos los sanitarios los soldados, algo desconocido, mucho miedo de contagiarnos y enfermar, de llevar la enfermedad a nuestras casas, a nuestras familias. En marzo me encontraba trabajando en un Distrito llevando los procesos asistenciales, pero todo esto quedó aparcado cuando desde la dirección se me informa que sea el responsable de logística del COVID. No teníamos material suficiente para garantizar la protección de todos los profesionales (no había EPIS, mascarillas). Todos los responsables de los centros me llamaban pidiendo material, yo desde la plataforma recibía diariamente muy poco. Creo una línea de wasap para recibir los pedidos desde los centros y todas las mañanas a las 6.30 h, estaba entrando en el distrito para que a primera hora los celadores llevaran el material que habíamos recibido en el día anterior a última hora.

Bueno, se creó una rutina de trabajo de esta manera, sin mencionar los sobresaltos de alertas en mascarillas, en EPIS, los profesionales aterrorizados de que este material no homologado es el que habían utilizado y daban por hecho que se habían contagiado. Cuando recibía la alerta se trataba de una carrera a contrarreloj para intentar retirarlas de los centros.

Esta fue mi rutina durante todos estos primeros meses, pero mi experiencia a resaltar fue en julio: Se nos informa que había que repetir unas pruebas PCR, para comprobar que no fuesen falsos negativos. Esto había que realizarlo desde un viernes por la tarde que se nos notifica para antes del domingo. Un grupo de profesionales nos pusimos a localizar a estos pacientes, y dos compañeros y yo nos montamos en una furgoneta a realizar las PCR, a pacientes que se encontraban en sus domicilios y repartidos por toda la zona geográfica que da cobertura nuestro distrito.

Tuvimos que acudir a una casa en medio del campo, eran las 1 de la mañana, si las 1 de la noche, acompañados de un coche de la policía local. Llegamos al domicilio y los pacientes montaron en cólera contra nosotros, tuvimos que salir corriendo de allí, temimos por nuestra integridad.

Después acudimos al centro de una población y en la misma calle en la ambulancia realizamos más pruebas, y después a otra población a seguir haciendo PCR, la noche fue intensa, pero por fin acabamos a las 5 de la madrugada, ahora tocaba llevar las pruebas al hospital para su procesamiento y análisis. Toda esta noche terminó a las 7 h en unos churros en una cafetería de Aguadulce (Almería).

Esta pandemia ha sacado lo mejor de los profesionales y lo negativo de otros, pero hoy día que vuelvo a estar en mi puesto base de enfermero rural en un pueblecito pequeño, me quedo con el enriquecimiento personal, profesional y valorar la vida de otra manera.

Han sido unos meses muy duros, pero tenemos que seguir trabajando, no volviendo a lo anterior sino estableciendo nuevas líneas, y horizontes en nuestra profesión que ha sido fundamental en el control de la pandemia, porque tenemos que sentirnos orgullosos de ser ENFERMERAS.

Cómo citar este documento

 Montoro Robles, Jesús E. De lo desconocido al fortalecimiento. Narrativas-COVID. Coviviendo [web en Ciberindex] 05/07/2021. Disponible en: https://www.fundacionindex.com/fi/?page_id=2127

 

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