“Se avecinan tiempos complejos, en los que hace falta un fuerte liderazgo en la profesión y también una postura reivindicativa”
Roberto Lara Romero
Enfermero Distrito de Atención Primaria Aljarafe Puebla del Rio (Sevilla)
Llevo poco tiempo como coordinador de cuidados en atención primaria, asumí este reto en plena pandemia, algunos me llamaban loco, otros atrevido, inconsciente y otra serie de adjetivos, incluso el de valiente.
Creo que la Atención Primaria tenía como modelo de cuidados muy asentado la personalización del cuidado, muy directamente relacionado con la continuidad asistencial y la humanización tan de moda en estos momentos.
Desde el primer momento de la pandemia como si de un tsunami se tratara este modelo se perdió en cuestión de días debido a las medidas restrictivas y de distanciamiento social, pasando a un modelo por tareas esenciales que recordaban a tiempos pasados. Éramos conscientes que eran necesario estas medidas ante tanta incertidumbre y desconocimiento de la situación.
Pero mi reflexión es la siguiente, ¿en el momento actual es necesario mantener esta falta de personalización? No encuentro ninguna justificación, pero la realidad es que la Atención Primaria está inmersa en labores de contención de la pandemia junto a inmunización masiva que absorben todos los recursos enfermeros actuales. Hemos dejado de lado atender a la cronicidad, las intervenciones y programas de prevención, fomento de hábitos de vida saludable, etc., para atender realización de PCRs, test de antígenos, seguimientos de pacientes covid, rastreo, junto a las nuevas incorporaciones de estrategias como la consulta de acogida, la cual, aunque necesaria, creo que no ha sido oportuna su implementación.
A los que estamos en la gestión del día a día, que más que gestionar cuidados, gestionamos incidencias, se nos hace difícil recobrar este modelo tan consolidado en nuestro sistema y que tanto está sufriendo y con ello la merma en la atención a los pacientes sobre todo crónicos.
Hace falta pararse, recapacitar en lo que estamos haciendo y poner medios al alcance de los ciudadanos para que puedan tener una sanidad de calidad y no una sanidad de necesidad.
Se que estoy haciendo esta reflexión algo cansado, en días que me planteo qué puedo hacer para cambiar dinámicas desde mi humilde posición, si tengo fuerzas y capacidades para ello y sobre todo qué apoyos podré encontrar en el camino.
Muchas incertidumbres, para tan pocos medios, donde los profesionales están muy cansados y muchos de ellos ya se han puesto el EPI psicológico y no quieren saber de más historias ni de más experimentos sobre la organización y la atención.
Se avecinan tiempos complejos, en los que hace falta un fuerte liderazgo en la profesión y también una postura algo reivindicativa a mi entender, a veces damos mucho a cambio de muy poco, poquísimo diría yo.
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Fuerte la historia de este compañero, es real que al comienzo de la pandemia dejaron de lado otras patologías donde también se descuidó a muchas personas. A su vez creo que todo el personal de salud entregó todo y puedo hablar porque lo viví desde adentro como enfermera. Esto que está sucediendo nos marca deja muchas heridas y también aprendizaje muy conmovedor el relato.