Este virus es de cuidado

“El nacimiento no necesita medidas de separación, sino de aislamiento con cohabitación de la madre y su bebé”

Ana Belén Subirón Varela
Grupo de Investigación en Cuidados Aurora Más. Universidad de Zaragoza, España

Da la sensación que, ante esta pandemia, inicialmente no se ha priorizado el CUIDADO como lo esencial y primera medida. En este tiempo han prevalecido sobre todo dos cuestiones: que sobrevivan el mayor número de casos y que los portadores no infecten a más gente.

Y lo digo por la insistencia en aclarar a la población que este virus se agrava más en personas de edad avanzada y en varones. Por las noticias que nos repiten una y otra vez, que es leve en niños, jóvenes o embarazadas sin patologías; así a modo de argumento subliminal tranquilizador y sin pudor, nos aclaran que la supervivencia está asegurada. Por otra parte, debemos reconocer que, durante el periodo de aislamiento, todos sentimos (el subconsciente colectivo) que queremos salvarnos para que no nos llegue la infección. Y por eso nos importa tanto conseguir equipos de protección individual. Que quede claro que ¡no cuestiono su necesidad!, al igual que no cuestiono la necesidad de conseguir alimentos para nuestra supervivencia. Pero una vez que estas necesidades están cubiertas, no solo deberíamos centrar las energías en descubrir la mejor manera de crear un respirador de forma rápida, o en la construcción de un nuevo hospital para casos complicados con un montón de tecnología. Deberíamos también contabilizar, evaluar y movilizar suficientes recursos de cuidados, CUIDADOS en tanto que humanos.

En esta crisis, ¿podrían facilitarse unos cuidados diferentes ante los procesos de nacimiento y muerte? El nacimiento de un nuevo hijo, de una madre sin síntomas, no necesita medidas de separación, sino de correcto aislamiento. En su justa medida y con cohabitación conjunta de al menos la mujer y su bebé. La evidencia, también vigente en tiempos de pandemia, nos insiste en la importancia de las primeras horas de comienzo del vínculo entre madre-hijo. La impronta ayuda a la supervivencia de ambos, importante ante la situación que estamos viviendo. Porque genera bienestar, confianza y libertad en el crecimiento de esa nueva persona. Y en la madre, favorece el sentimiento de competencia y la satisfacción frente al proceso de maternidad en tanto que vital y de crecimiento personal.

En la evolución de la atención a enfermos de coronavirus y frente a los muertos que este virus está causando, ¿debemos centrarnos en el cuidado en las unidades de cuidados intensivos para casos graves?, ¿deberíamos considerar también prioritarias las actuaciones en residencias de mayores y la atención domiciliaria a los enfermos? Las primeras indicaciones de cuidado frente al virus se han basado en que aguantemos la enfermedad, si leve, en casa. Evitando el colapso de los hospitales y la propagación. Para mucha gente un llamamiento al “¡apáñatelas como puedas!”, porque falta formación en cuidados y autocuidados. Y después,  desesperadamente se crean macro hospitales de campaña para ofrecer atención y aislamiento a los infectados. Pero igual que para nacer, en el morir nadie debería separase de sus seres queridos. Y los familiares de una persona fallecida en esos momentos necesitan del cuidado y acompañamiento profesional frente al duelo de forma precoz, con su ser querido presente corporalmente.

Es importante, en el caos que causa esta enfermedad, cada sonrisa amable, cada mano que sujeta con cariño, cada palabra de apoyo y ánimo y cada alivio en los minutos de oscura soledad. Y reivindico que los profesionales de enfermería somos personas sensibles y entrenadas para muchas de estas necesidades. En medio de toda la vorágine, nosotros debemos desarrollar las actividades manuales e intelectuales frente al COVID-19, pero también consideramos imprescindible el acompañamiento o CUIDADO INVISIBLE en todas las situaciones. Este cuidado está cuando una matrona se aparta y guarda silencio después de la salida del bebé, con la madre e hijo pegados, cuando son el centro del sistema solar del paritorio. Para el personal de enfermería es importante cada gesto de cuidado, como humanos y solo por serlo, somos y siempre nos hemos caracterizado por ser capaces de estar ahí, de ofrecer… sin doble sentido. Es cierto que vivimos un canto a la esperanza y nos reconforta que ahora este cuidado sea aplaudido cada día y, por tanto, sea VISIBILIZADO y VALORADO. Pero debemos sensibilizarnos frente a aquellas situaciones que todavía están necesitadas de una mayor oferta de los mismos, para salir realmente vencedores cuando todo esto haya acabado.

Cómo citar este documento
Subirón Varela, Ana Belén. Este virus es de cuidado. Narrativas-Covid. Coviviendo [web en Ciberindex], 18/04/2020. Disponible en http://www.fundacionindex.com/fi/?page_id=186

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