Enfermera y superviviente Covid 19

“De poco servía el reconocimiento de los aplausos a las 20 h de la tarde, ya que los días en el hospital fueron duros y muchos de nosotros fuimos enfermando día a día”

Amalia Sillero Sillero
Enfermera. Bloque quirúrgico, Hospital de la Santa Creu I Sant Pau, Barcelona, España.

Quiero compartir mi experiencia como paciente y enfermera para que pueda servir al conocimiento de la enfemedadCovid19. No sé cuándo me contagié, mis síntomas (tos seca ) y malestar general comenzaron la noche del 11 de marzo, puedo deducir que la semana anterior tuvimos varios pacientes de UCI y pudieron ser o no el contacto de riesgo, ya que habían compañeras que llevaban días diciendo que no se encontraban bien. En aquel momento, en España no se hablaba de transmisión comunitaria, y en nuestro hospital tampoco había información concreta sobre ello. Para los sanitarios con atención directa a los pacientes, solo se consideraba sospechoso si había habido contacto estrecho con un caso confirmado o alguien procedente de zona de riesgo, principalmente en esa fecha, de Italia. Uno de los errores más claros, pasado el tiempo, fue negar la transmisión comunitaria cuando estaba ocurriendo. Hablábamos del caso de Italia, pero en vez de fijarnos pensábamos que éramos diferentes. Siempre fuimos 2-3 semanas por detrás de lo que estaba pasando realmente.
El día 12 de marzo fui a trabajar y allí me comentaron que otra compañera había sido positiva en Covid19, no fue una sorpresa, ya sospechaba desde hacía días porque algunas compañeras no se encontraban bien. Por eso, al comenzar a tener síntomas y no encontrarme bien solicité hacerme la prueba PCR. Bajé a urgencias, y después de 4 horas marché a casa con la prueba y análisis de sangre realizado. Me dijeron que me aislara hasta saber el resultado, noté un cansancio atípico y un malestar febril totalmente inespecífico. Sí, me encontraba mal y tenía febrícula. Con tos, molestias faríngeas, y malestar generalizado. La noche fue así y tomé claramente la decisión de no ir a trabajar al día siguiente, estaba convencida de haber empezado el Covid19.Y fue cierto, me avisaron del resultado positivo a SARS-CoV-2 y de que tenía que decir las personas que había estado en contacto en el trabajo, también tuve que volver para realizarme una radiografía de tórax. La recomendación a seguir era la siguiente: aislamiento domiciliario en mi habitación, tratamiento sintomático con paracetamol y ver evolución.
Desde el día 13 de marzo me mantuve en casa con tratamiento sintomático, para bajar la fiebre (de más de 38ºC), y para las cefaleas. Cada día recibía llamadas telefónicas por parte de Salud Pública o de Salud Laboral para conocer mi estado. Estaba aislada en mi habitación, con fiebre, tos, cefaleas y dolores musculares. Realmente hacer pequeños esfuerzos, ir al baño o ducharme era prácticamente imposible. Bebía lo que podía y no comía nada, la comida no me sabía a nada y no tenía ganas de esas llamadas, así que contestaba con monosílabos y colgaba. El miércoles 25, con 14 días de evolución, la doctora de Salud laboral me llamó para que fuera al hospital. Me hicieron una radiografía de tórax y observaron infiltrados pulmonares bilaterales (neumonía bilateral),en el análisis, linfopenia, plaquetopenia, aumento dímero D, típico de la enfermedad Covid19. Quisieron ingresarme y me negué, tenía miedo y ya que había pasado lo peor en mi casa, (la segunda semana de evolución según los artículos publicados, es cuando aparecen las complicaciones graves o muy graves de la enfermedad. Y esto ocurre en un elevado porcentaje de personas que ingresan en los hospitales y en las UCI, los supervivientes y los no supervivientes). En mi caso, ahora ya estaba mejor y no me quería quedar en el hospital. La doctora me dio el tratamiento a pesar de decirme que era tarde (debía haber empezado el día 7 u 8 de evolución). Sin embargo, el día 15 de ser positiva en Covid 19 empecé tratamiento en casa: paracetamol para la fiebre, hidroxicloroquina a dosis de carga y luego 200 mg cada 12h. Además Azitromicina como antibiótico y tocilizumab (Actemra) como antiinflamatorio. Noté alivio los días siguientes tanto en la tos como en la presión torácica. Empezaba a comer mejor, ya no me cansaba tanto para ir al baño.Pero estaba muy triste en esa habitación sin salir para nada, mi suerte era mi marido y mi hijo al otro lado de la puerta, la presencia de esas dos personas con su amor y su esfuerzospor cuidarme y no contagiarse me llegaban al alma. Esta enfermedad no sólo es física, también es psíquica, y te toca emocionalmente. El aislamiento es duro. Es una situación excepcional para todo, es una enfermedad desconocida y puede ser muy dura, incluido el aspecto de que es mortal.
Los días siguientes fui mejorando, las tos persistía y por ello me recetaron corticoides, también tenía anemia así que también tomaba hierro. El pelo se me caía abundantemente y apenas tenía fuerzas por lo que estuve de baja dos meses y medio. Además necesité tratamiento psicológico, cuando me lo ofrecieron no dudé en aceptarlo, y me ayudaron. Me enviaron por e-mail ejercicios de meditación y mindfulness; ¡que bien me fueron!. También escuchar música y sobre todo no ver las “malas noticias”.
Cuando me incorporé a trabajar en el hospital, todo había cambiado, la forma de relacionarnos entre nosotros, incluso de trabajar. Mis compañeros estaban la mayoría agotados, otros enfadados y sobre todo tristes por la situación vivida con los pacientes y con los compañeros que habían enfermado, algunos, dos en concreto habían muerto. De poco servía el reconocimiento de los aplausos a las 20 h de la tarde, ya que los días en el hospital fueron duros y muchos de nosotros fuimos enfermando día a día.
Explico mi experiencia, como enfermera y como paciente, esperando pueda servir tanto en la parte médica como en la experiencia personal para otras personas que puedan pasar lo mismo, para el personal sanitario, para todos aquellos que necesiten entender porqué es importante “tomar medidas de prevención” y porqué no debemos relajarnos con el SARS-CoV-2.

Cómo citar este documento
Sillero Sillero, Amalia. Enfermera y superviviente Covid 19. Narrativas- Covid. Coviviendo [web en Ciberindex] 24 /09/2020. Disponible en:  https://www.fundacionindex.com/fi/?page_id=1767

Volver a Sumario de narrativas
Elabora tu propia narrativa

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *