2020 año de la enfermera contra el nuevo Coronavirus.

“Vienen tiempos mejores y que esto pronto terminara, cada uno de nosotros pondremos nuestro granito de arena”

Alma Delia Herenas Tapia
Enfermera de Cuidados Intensivos. Hospital General de Culiacán, México.

Se vislumbra un gran futuro para nuestro gremio, la Organización Mundial de la Salud declara el 2020 como el año de la enfermería, mientras tanto en México nuestros gobernantes continúan con los cambios implementados por el gobierno de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, el Gobernador del estado de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel firma convenio de adhesión con el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI). En mi ciudad las autoridades y trabajadores del sector salud estábamos en la espera del inicio de operaciones del INSABI que comenzó funciones el primero de enero de 2020 como un órgano descentralizado de la Secretaría de Salud, además de esto, los trabajadores de salud del hospital laborábamos en nuestra institución sabedores que se acercaba otro día importante para todos nosotros , ya que de acuerdo a declaraciones hechas a los diferentes medios informativos de la ciudad a mediados de año nos mudaríamos al nuevo hospital , una nueva localización y un nuevo edificio “pensé”, en el cual estaríamos presentes los compañeros y amigos de toda una vida.

Faltaba poco para la inauguración y la entrada en operaciones del hospital que gran falta hace a la población de este estado. Grandes cambios por venir, el mayor de ellos nunca lo imagine… Durante el mes de enero viendo TV me entero que la OMS publica su primer parte sobre un brote epidémico, donde se informa de un nuevo integrante de la familia de los virus, “el nuevo coronavirus” al cual se le denomina COVID-19, causante de un síndrome respiratorio grave (neumonía) , el cual tiene una tasa de letalidad baja, dicen los expertos en el tema , pero que ocasionaba muchos fallecimientos, especialmente a un grupo de personas identificadas como vulnerables a complicaciones o muerte en caso de contagio, el brote inicial se presentó en Wuhan, China. Este nuevo virus es de fácil contagio anunciaba la OMS, se propaga por contacto, gotículas y vía aérea, tres vías de transmisión en un virus pensé… esta información me ocasiono un gran impacto, estoy familiarizada en el manejo de los pacientes infectocontagiosos, pero la múltiple información generada por los diferentes medios de comunicación no me permitía pensar en otra cosa.

Me consolaba saber que China es un país muy lejano al nuestro, y sabía que teníamos un gran riesgo debido a la globalización por lo que estuve informándome de manera continua sobre qué era lo que estaban viviendo los diferentes países con COVID-19 y los protocolos de atención del personal de salud, de repente ya reportaban nuevos casos en otros países, uno de ellos era Italia, en donde los adultos mayores ante el contagio tenían resultados catastróficos registrando altas tasas de letalidad, España, Estados unidos etc. Nunca espere que esta situación se presentara tan pronto en mi estado mucho menos en la ciudad donde resido, ya que a finales del mes de febrero en nuestra ciudad, se nos informa a través de los diferentes medios de comunicación que existe una persona que viajo al extranjero y presenta la sintomatología de COVID-19, el cual es confirmado como positivo posteriormente. Por fortuna no requirió hospitalización, fue atendido y aislado por las autoridades para evitar la propagación del virus.

A pesar de la Incertidumbre y el miedo, se empezó a trabajar, las autoridades anunciaban que México estaba preparado para enfrentar la pandemia, Sinaloa también lo estaba, pero ¿Los trabajadores de salud, me pregunte?, ¿Lo estamos? ¿Está preparada la ciudadanía? Creo que nadie estaba preparado para esto. En nuestro centro de trabajo se elaboró de manera inmediata a petición de las autoridades de la institución, los requerimientos para la unidad de cuidados intensivos que es el área en donde ingresarían los pacientes complicados por COVID-19 que requirieran de atención en esta área, pues algunos de ellos presentarían fallas en sus órganos y sistemas principalmente del sistema respiratorio poniendo en peligro su vida por lo que era indispensable contar con los insumos, material y equipo necesario que garantizara una atención oportuna y segura a nuestros pacientes. Los diferentes jefes de servicio de la institución asistimos a varias reuniones con nuestras autoridades para manifestar nuestra inquietud y solicitar los equipos de protección personal que nos permitieran atender a nuestros pacientes infectados por COVID-19 y minimizar el riesgo de contagio al personal del área. Las autoridades de salud de Sinaloa realizaron las gestiones para poder dotarnos de equipo del protección personal ideal el cual no llegaba por múltiples factores entre ellos el desabasto por la sobredemanda, en especial de las mascarillas N-95, lo que nos angustiaba ya que era indispensable contar con todo para poder brindar la atención necesaria a nuestros usuarios, afortunadamente llego el tan esperado equipo,

Se difundieron las recomendaciones de Equipo de protección personal de la Organización Mundial de la Salud y de la Federación Mundial de Sociedades de Anestesiología (WFSA), una vez que nos enteramos del primer caso en Culiacán. Durante el mes de marzo se presenta el primer paciente sospechoso en el hospital, un gran estrés para el personal de todas las ramas ya que contábamos con un mínimo de equipo de protección personal (EPP), y no se podría vestir todo el personal del servicio, por lo que se determina que solo el personal que brinde atención directa al paciente lo utilizaría, es en este mismo mes se presentan los primeros casos sospechosos en UCI, hay miedo , pero este no nos paraliza extremamos precauciones en la atención de los pacientes sospechosos y positivos de COVID-19 para evitar contagiarnos y no contagiar a quienes nos rodean . Desde que llego el primer caso a la unidad nos organizamos, las funciones ya estaban delimitadas esto brindo gran seguridad al personal a mi cargo que en todo momento ha estado dispuesto atender a los pacientes, lo que nos ha permitido brindar una atención holística centrada en la seguridad de nuestros pacientes, explicando las técnicas, vestimenta y el motivo de la restricción al área, al familiar y paciente si su estado de conciencia lo permite.

El personal del área está habituado a la aplicación de las diferentes técnicas de aislamiento lo que fue de gran ayuda, utilizamos protocolos en el hospital y nuestras casas para evitar llevar el virus a nuestro hogar, procedimiento en el que invertimos mucho tiempo, pero todo vale la pena si prevenimos el contagio, y como medida adicional algunos miembros de la familia se han cambiado de manera temporal de domicilio, ninguna precaución es suficiente. Afortunadamente la tecnología nos ha permitido estar en constante comunicación con familiares y amigos lo cual disminuye la ansiedad por la separación de nuestros seres queridos, seguros de que vienen tiempos mejores y que esto pronto terminara, cada uno de nosotros pondremos nuestro granito de arena.

Cómo citar este documento
Herenas Tapia, Alma Delia. 2020 año de la enfermera contra el nuevo Coronavirus. Narrativas-Covid. Coviviendo [web en Ciberindex], 19/05/2020. Disponible en: http://www.fundacionindex.com/fi/?page_id=1198

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