Y ya nada será como antes

“La clave está en saber diferenciar lo importante de lo que no lo es tanto”

Andrea López Ruiz
Estudiante de Enfermería. Centro Universitario de Enfermería San Juan de Dios, Bormujos, Sevilla, España.

Aún recuerdo la primera vez que escuché la palabra Coronavirus. He de confesar que lo que sentí en ese momento, difiere mucho de lo que siento en la actualidad al escucharla. Personalmente no me asustaba, creía que sería como otro virus cualquiera, que no nos cambiaría la vida como lo ha hecho. Las primeras noticias que teníamos venían de China, los rumores de la gente haciendo miles de burlas sobre la noticia invadían todas las redes sociales y conversaciones. Aquellas burlas se convirtieron en miedo en un abrir y cerrar de ojos, el pánico entre algunos era real. Yo seguía sin creérmelo, pensaba que exageraban, que la gente se asustaba con mucha facilidad, hasta que llegó el día en el que me convertí en una de esas personas.

Mi último día en las prácticas fue en la 4º planta par, destinada tanto a medicina interna como cirugías. Hice el turno de noche, ajena a todo lo que iba a ocurrir al día siguiente. Nos convocaron para una charla esa misma mañana, en el salón de actos del hospital, donde el epidemiólogo informaría tanto a profesionales como estudiantes de la situación nueva que estábamos viviendo y las medidas que adoptaríamos en el hospital. Ninguno imaginábamos hasta donde llegaría la gravedad del asunto. Ese día volví a casa con la esperanza de que la cancelación de las prácticas durará como mucho un par de semanas, hasta que todo se calmara, pero no fue así, a medida que iban pasando los día, la situación iba empeorando. En una semana y media cerraron colegios, bares, comercios y todos estábamos en casa sin poder creer lo rápido que había cambiado todo.

La situación se nos escapaba de nuestro control y sin poder remediarlo, solo nos quedaba esperar y colaborar con lo que nos informaran en el transcurso de los días. Aquello que creíamos lejano, que solo estaba pasando en china y que nunca nos alcanzaría, llegó, sin avisar y para revolucionarlo todo. Estos meses de lucha no he tenido que enfrentarme cara a cara con el virus, por así decirlo, he vivido la parte fácil de la pandemia, mi único deber era quedarme en casa. Pero no ha sido tan sencillo como creía, me he sentido en una montaña rusa de sentimientos, las primeras semanas fueron duras, no se me quitaba la sensación de ansiedad, las pesadillas y ver como todo nuestro último año de carrera se desvanecía, aquel año que llevábamos tanto tiempo planificando al detalle, dejaba de existir. No podremos hacer nuestro esperado viaje, ni despedirnos de nuestros compañeros y profesores como nos merecemos. Todos nos habíamos dado cuenta que ya no volveríamos atrás, que ya nada sería como antes.

Me sentía egoísta y culpable por ello, porque yo me quejaba de cosas sin importancia, cuando había pacientes en las unidades de cuidados intensivos, solos, sin sus familiares y con el riesgo de que mañana ya no pudieran seguir luchando. Decidí que tenía que cambiar mi actitud, que no podía estar lamentándome de lo que podría haber sido, que era hora de adaptarme a la nueva situación. Crear una nueva rutina diaria con lo que teníamos disponible a nuestro alcance. Ahora todo es diferente a esas primeras semanas, mi cuerpo de manera sorprendente se ha acostumbrado a quedarse en casa, ya no tengo esa necesidad de salir, es más, en ocasiones busco alguna excusa para no hacerlo. Quizás sea por miedo, no lo sé, lo que sí sé, es que me costará trabajo volver a ser como antes, ahora soy más controladora con todo lo que me rodea, me asusta acercarme a la gente, no quiero poner en riesgo a mi familia. Sé que todo esto no me ayuda para el futuro como enfermera que me espera, porque hoy es el coronavirus y mañana será otra cosa, siempre estaremos expuestos, vulnerables y tengo que aprender que no puedo controlarlo todo, ni evitar lo inevitable.

Confieso que me siento insegura para lo que me espera, la manera en la que hemos terminado nuestro último año, hace que no me sienta preparada. Me asusta la responsabilidad que vamos a tener, no poder dar todo lo que se merecen nuestros pacientes ni ayudar lo suficiente a mis futuros compañeros. Me asaltan dudas sobre si he aprendido lo suficiente durante estos cuatro años, si sabré estar a la altura de una pandemia como la que estamos viviendo. Tanto tiempo sin estar en contacto con el paciente y sus necesidades hacen que surjan estas dudas y preocupaciones. Supongo que es algo común entre todos mis compañeros, pero estoy segura que saldremos adelante con nuestro esfuerzo y dedicación, dando lo mejor de nosotros mismos. Solo sé que no estaré sola, que si algo hemos aprendido de esta experiencia, es que somos mejores en equipo, ayudándonos unos a otros. En eso la enfermería es la mejor, porque no es nada nuevo que hayamos adquirido tras esta pandemia, si no que por el contrario siempre hemos trabajado así, codo con codo, estando ahí para todo el mundo. Siempre han luchado por todos nosotros, arriesgándose ellos mismos, porque lo que importa siempre es el paciente.

Tras lo vivido, hemos perdido muchas cosas que ya no volverán, pero al final ganamos valores que esta dura pandemia nos ha hecho aprender, aquellos valores que a veces se nos olvidan. Vivimos tan deprisa que no nos paramos a disfrutar de las pequeñas cosas como la familia y los amigos. Nos hemos escusado toda la vida en el tiempo, ese que siempre nos falta, pero es mentira, cuando algo realmente nos importa encontramos el tiempo necesario para hacerlo. La clave está en saber diferenciar lo importante de lo que no lo es tanto.

Estando encerrados en casa nos hemos dado cuenta de lo que realmente nos hace felices en la vida. Sabemos que errores no queremos cometer de nuevo y espero que cuando todo esto pase no se nos olvide. Es el momento de convertirnos en una mejor versión de nosotros mismo y no defraudar a todas esas personas que han luchado por todos nosotros.

Cómo citar este documento
López Ruiz, Andrea. Y ya nada será como antes.Narrativas-Covid. Coviviendo [web en Ciberindex], 19/05/2020. Disponible en:  https://www.fundacionindex.com/fi/?page_id=1168

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